Nadador contra corriente
El pontevedr¨¦s Pablo Cimadevila optar¨¢ a su quinta medalla en los Paral¨ªmpicos
Ahora que la crisis y los problemas van por barrios puede servir la referencia de quienes nadan contra corriente desde hace tiempo. Nada ha sido sencillo para Pablo Cimadevila, pontevedr¨¦s de 33 a?os. Cuando ten¨ªa cuatro le atropell¨® un coche que le sent¨® en una silla de ruedas. Hoy lidera su propia empresa y frecuenta los centros de alto rendimiento. Es deportista de ¨¦lite, paral¨ªmpico, un rasgo que invita a catalogarle en varios escalones, el del esfuerzo y la laboriosidad, el de la admiraci¨®n y la compasi¨®n. En el imaginario colectivo anida tambi¨¦n el de la inferioridad f¨ªsica, y m¨¢s si se toma como medida el fulgor de los ol¨ªmpicos. Pero Cimadevila se sit¨²a en el de la reivindicaci¨®n y, con cuatro medallas en los Juegos y con Londres en el horizonte, lanza alertas sobre el rol de algunos deportistas y el valor que les confiere la sociedad. ¡°A veces me da rabia no ser famoso. Ocurre cuando veo a futbolistas visitando a ni?os en un hospital. Y est¨¢ muy bien porque son ¨ªdolos, pero otros podr¨ªamos hablar a los chicos de lo que puede ayudar el deporte a lograr objetivos, a promover valores y mostrar que ganar y perder es parte de la vida¡±, apunta.
Cimadevila podr¨ªa hablar de integraci¨®n, de c¨®mo sortear problemas y enfocarse hacia los objetivos. De hecho ha aceptado varias invitaciones para hacerlo. Pero, sobre todo, lanza un mensaje de igualdad. Nadador, cuarto del mundo en la actualidad en el ranking de 100 metros braza paral¨ªmpico, comparte entrenamientos en Madrid con lo m¨¢s granado de la nataci¨®n espa?ola. Y alerta sobre la competitividad de los deportistas discapacitados. ¡°No hago deporte para superarme sino porque quiero ganar. La superaci¨®n no es el ¨²nico valor del deporte paral¨ªmpico. La gente se engancha a lo que ve y es importante presentar el deporte que practicamos como un espect¨¢culo, con buenas retransmisiones televisivas y comentaristas especializados¡±. Es una cuesti¨®n de escaparate, de conocimiento y de salir del c¨ªrculo que marca la pelota, que todo lo acapara. El destino quiso que Cimadevila nunca tuviera la opci¨®n de mirar al f¨²tbol, pero encontr¨® en la nataci¨®n una oportunidad tambi¨¦n para dejar la silla. ¡°El agua es una liberaci¨®n¡±, reconoce, ¡°y la nataci¨®n la disciplina m¨¢s completa¡±.
¡°No hago deporte para superame, sino porque quiero ganar¡±, afirma
Todo empez¨® cuando ten¨ªa 11 a?os y sus padres lo llevaron a las piscinas del Estadio de la Juventud, en Pontevedra. ¡°Quer¨ªan que aprendiera a nadar bien¡±. Ten¨ªa unas condiciones innatas, tantas que alg¨²n t¨¦cnico que se acerc¨® por la pileta le se?al¨®, sin conocerle, para que se bautizara en la competici¨®n contra otros ni?os sin discapacidad. Competir entre pares, en esa barrera visual acu¨¢tica que imped¨ªa la l¨¢stima o los prejuicios, le anim¨® a fajarse en el entrenamiento y cuando apenas era una adolescente acudi¨® a unos campeonatos del mundo junior. Regres¨® con una medalla de bronce y el convencimiento de que la nataci¨®n era su futuro. Ahora, tras regresar de Sydney, Atenas y Pek¨ªn con medalla, busca el ¨¦xito en Londres, una suerte de todo o nada porque si no llega al podio se plantear¨¢ un futuro lejos de la exigencia del entrenamiento y m¨¢s pr¨®ximo a su empresa de joyer¨ªa.
Su profesi¨®n, joyero, le permite explotar su vena m¨¢s creativa
¡°Se notan los recortes tanto en becas como en patrocinios y la nataci¨®n paral¨ªmpica no es un medio de vida¡±. Igual por eso, tambi¨¦n por su gen competitivo, para Cimadevila lo importante no es participar. ¡°Voy a por otra medalla, sobre todo en los 100 braza, aunque tambi¨¦n competir¨¦ en 50 mariposa y en 200 estilos. En julio estaremos 20 d¨ªas concentrados en Sierra Nevada, luego 15 m¨¢s en Barcelona antes de viajar a Londres¡±. En un minuto y medio se jugar¨¢ el trabajo de cuatro a?os, de esas tres sesiones dobles los lunes, mi¨¦rcoles y viernes, de pervivir en ese limbo del semiamateurismo. ¡°Del deporte no puedo vivir y en ninguna empresa que no fuera m¨ªa podr¨ªan permitirme este ritmo. Cuando pasen los Juegos ser¨¢ tambi¨¦n el momento de dedicarle m¨¢s tiempo¡±.
A Cimadevila le apasionan sus dos ocupaciones. La nataci¨®n le ofrece la pasi¨®n de la competici¨®n, la joyer¨ªa, explotar su vena creativa. Dise?a, fabrica y comercializa productos exclusivos, oro blanco, amarillo, platino... ¡°Ahora s¨®lo pienso en Londres¡±, conf¨ªa. All¨ª, en los publicitados Juegos de la Integraci¨®n, puede escribir un punto y seguido o aparte, pero sobre todo encontrar¨¢ otra oportunidad para que el foco vuelva a situarse sobre el deporte paral¨ªmpico. ¡°Igual no tenemos esa capacidad de llegar al p¨²blico como otros, pero ofrecemos valores a?adidos que no tiene el deporte ol¨ªmpico. Para los que competimos, m¨¢s all¨¢ del resultado, es adem¨¢s un momento para disfrutar de un entorno en el que todo el mundo reconoce tu trabajo. Para quienes no puedan ver por televisi¨®n o en directo una posibilidad para entender nuestro esfuerzo. Hay gente con brazos y piernas que se queja de que la cosa est¨¢ muy mal¡±.
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