Desahucio en el barrio de Arg¨¹elles
Un inmigrante colombiano con una rara enfermedad logra aplazar su desahucio dos meses El piso est¨¢ en la calle de Mart¨ªn de los Heros, entre Plaza de Espa?a y Pintor Rosales
Mari ?ngeles Urruzola tiene 74 a?os y forma parte "desde el principio" de la asamblea 15-M de Moncloa, que se re¨²ne semanalmente cerca del templo de Debod, uno de los puntos m¨¢s tur¨ªstico y pintorescos de Madrid. Los indignados de esta c¨¦ntrica asamblea apenas han recibido peticiones de vecinos con el desahucio a las puertas, solo el de una familia de una de las zonas m¨¢s humildes del barrio, cerca del r¨ªo Manzanares. Fue hace unos meses y lograron que se aplazara.
Hace un mes se puso en contacto con ellos un segundo vecino, Juan Carlos Casta?o, colombiano de 43 a?os y residente en Espa?a desde el a?o 2000, que se compr¨® un piso en la calle Mart¨ªn de los Heros, al lado de Plaza de Espa?a y del paseo de Pintor Rosales, en el peor momento posible: en 2007. Casta?o insiste en que acudi¨® a la sucursal bancaria con la intenci¨®n de pedir un cr¨¦dito para abrir un bar. ¡°Pero la chica del banco, que era amiga m¨ªa, me convenci¨®, qu¨¦ mejor negocio que comprar un piso, me dec¨ªa¡±. A Casta?o le convenci¨® la idea. Hizo las mismas c¨¢balas que miles de personas: adquiero el piso ahora, los vendo dentro de unos a?os y saco una cantidad de dinero.
El piso, un interior con tres habitaciones, dos de ellas sin ventanas, le cost¨® 254.000 euros. Juan Carlos cobraba entonces 900 euros como inform¨¢tico, la cuota hipotecaria era de 1.500 euros. Para poder pagarla alquilaba habitaciones. M¨¢s tarde entr¨® a trabajar en Telef¨®nica por un sueldo de 2.500 euros, su situaci¨®n durante un breve periodo fue holgada. Pero todo dio un vuelco bastante r¨¢pido cuando en 2009 se qued¨® sin empleo. Alquilar habitaciones se volvi¨® tambi¨¦n m¨¢s dif¨ªcil, la crisis aument¨® la oferta en la zona y dos de las habitaciones del piso no tienen ventanas. Fue entonces cuando dej¨® de pagar la cuota. A los tres meses, el banco ¨CCaja Cantabria, hoy Liberbank- inici¨® el procedimiento de desahucio.
Para acabar de complicar las cosas, en octubre pasado le diagnosticaron una rara enfermedad, el s¨ªndrome de Guillain Barr¨¦, una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca al sistema nervioso y que requiere reposo. Debido a sus bajos ingresos Casta?o recibe ayuda de Caritas para comprar la mediaci¨®n, a la que est¨¢ respondiendo bien (ya puede andar sin ayuda de silla de ruedas, por ejemplo).
Hace un mes, cuando recibi¨® la orden de lanzamiento, Casta?o acudi¨® a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y a la asamblea 15-M de Moncloa, donde le han ayudado. Alicia, otra indignada, fue con ¨¦l a hablar con la entidad bancaria, Mari ?ngeles le acompa?¨® a Caritas, donde ha logrado que le hagan un documento acreditando su falta de ingresos y de vivienda alternativa. Esta carta fue una de la entregaron esta ma?ana para explicar su situaci¨®n al procurador bancario, que se mostr¨® muy receptivo con los activistas que acudieron a intentar frenar este desahucio.
Y lo lograron. Casta?o dispone de dos meses m¨¢s. Era uno de sus objetivos: ganar tiempo hasta recuperarse de la enfermedad, que es cr¨®nica, pero en algunos casos se logran sustanciales mejoras y ¨¦l est¨¢ respondiendo bien al tratamiento. El otro objetivo, es m¨¢s complejo y tendr¨¢ que seguir pele¨¢ndolo con la entidad: lograr la condonaci¨®n de la deuda pendiente, que en su caso se sit¨²a en m¨¢s de 200.000 euros. El colombiano ha perdido las esperanzas de encontrar empleo en Espa?a y est¨¢ pensando en emigrar a Inglaterra (al tener nacionalidad espa?ola tiene esa v¨ªa abierta). La perspectiva de intentar empezar de cero con una deuda de ese calibre sobre los hombros le quita el aliento: ¡°No voy a tener vida¡±.
¡°Soltero y sin hijos, yo no veo bien que le ayuden, todos los casos no son igual¡±, comentaban dos vecinas desde la distancia. Mari ?ngeles, sin embargo, no opina igual: "Como muchos espa?oles ¨¦l tambi¨¦n pens¨® que el piso iba a ser la soluci¨®n de su vida, yo tengo amigos que tambi¨¦n les est¨¢ pasando¡±, dice comprensiva. Cuando tras aplazarse el desahucio Casta?o ha salido a dar las gracias a los cuarenta activistas que se han acercado a su portal, ambos se han fundido en un fuerte abrazo.
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