Alimentos contra la nostalgia
El escritor, que acaba de ganar el Premio Vargas Llosa de Relatos, est¨¢ en la Feria del Libro y nos ofrece su ruta por hoteles, galer¨ªas o un cl¨¢sico de la noche gay
1.Calle Preciados. El s¨ªmbolo de lo que es la vida urbana. El ajetreo, la fauna humana, el bullicio. Durante una ¨¦poca me gustaba pasearla arriba y abajo, como antiguamente en los pueblos. Mirando a la gente, buscando la belleza o la extravagancia. Ni siquiera el desagrado del comercio compulsivo me la afea.
?2.Hotel Ada Palace. En la sexta planta tiene un restaurante en el que se come magn¨ªficamente, un? lounge donde tomar una copa con tranquilidad y una terraza espectacular desde la que se ven la c¨²pula del edificio Metr¨®poli y los tejados de Madrid. (Gran V¨ªa, 2, entrada por Marqu¨¦s de Valdeigesias, 1)
3.Plaza de los Cubos. El amor al cine me ha hecho pasar cientos de tardes, noches y madrugadas en esta encrucijada. Es una de las primeras cosas que echo de menos fuera de Madrid: cine de inter¨¦s en versi¨®n original. Me gustar¨ªa poder recontar el n¨²mero de horas que he pasado en los Renoir, Golem y los Princesa.
4.Don Oso. Un lugar legendario que ha sobrevivido de generaci¨®n en generaci¨®n. Las mejores hamburguesas de Madrid, sin discusi¨®n. El local es peque?o e inc¨®modo, pero hay que visitarlo. Nada que ver con la comida basura ni con el concepto americanizado de fast food. Carne sana y llena de sabor. (Donoso Cort¨¦s, 90)
5.Librer¨ªa Visor. Quedan cada vez menos librer¨ªas buenas, surtidas y regentadas con criterio. Si adem¨¢s los libreros son amigables, ilustrados y diligentes, el n¨²mero se reduce a¨²n m¨¢s. Y si, por ¨²ltimo, vives encima y puedes bajar en zapatillas a hojear libros, no puedes dejar escapar la oportunidad: la librer¨ªa Visor (Isaac Peral, 18)
Toda una vida en Madrid
Luisg¨¦ Mart¨ªn ha vivido toda su vida en Madrid, donde naci¨® en 1962. Licenciado en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica, realiz¨® luego estudios empresariales. Ha publicado dos vol¨²menes de cuentos y cinco novelas, la ¨²ltima ¡®La mujer de sombra¡¯ (Anagrama).
6. N¨¢jera. Una taberna de las de antes. Desastrada, ruidosa, sin glamour, pero con unas mollejas, unos esp¨¢rragos, una ensaladilla y unas cigalas que quitan la nostalgia. Nada sofisticado, cocina de mercado. Pero de primera. (Guzm¨¢n El Bueno, 55)
7. Plaza de Neptuno. Territorio fronterizo y extra?o. Con dos de los museos cardinales de la ciudad, a pocos pasos del Ateneo (donde pas¨¦ media juventud), rodeada de restaurantes de post¨ªn y de tascas de batalla, es una plaza fea pero llena de historias personales. Adem¨¢s, muy ocasionalmente, cuando el Atl¨¦tico de Madrid gana alg¨²n t¨ªtulo, se convierte en el paisaje de mi alegr¨ªa.
8. Al Vac¨ªo. Es un restaurante en el que venden tambi¨¦n para llevar, envasados al vac¨ªo, algunos platos. Cocina creativa muy recomendable. Y por las noches, previa reserva, abren solo para grupos: es como estar en tu casa con unos amigos, pero con un men¨² degustaci¨®n y un buen servicio. (Colmenares, 13)
9. Chueca. Lo he visto ir cambiando durante 30 a?os, y en todas las ¨¦pocas ha tenido algo que lo hac¨ªa singular y que lo pegaba al coraz¨®n. Ni fue tan transgresor ni es tan cool como se pinta, pero ha tenido siempre el burbujeo de la vida verdadera. Se puede ir a comprar ropa fashion o setas extra?as en el Mercado de San Ant¨®n. O visitar galer¨ªas de arte alternativas, como Mad is Mad (Pelayo 48). O se puede simplemente comer, beber y celebrar con amigos.
10. Rick's. Un cl¨¢sico de la noche gay madrile?a en el que se admite a todo tipo de p¨²blico. Mezcla de edades, de estilos y de gustos sexuales. Uno de los secretos de su inmortalidad est¨¢ en la m¨²sica que el DJ pincha: una mezcla tambi¨¦n de nuevas tendencias, m¨²sica indie de cada momento y canciones retro sin complejos.
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