Del pop de Los Beatles primerizos a la psicodelia de los setenta
La banda tributo Abbey Road deleit¨® al p¨²blico con una selecci¨®n de los ¨¦xitos del grupo de Liverpool Presentan The Beatles Show y repasan la m¨²sica de los brit¨¢nicos desde sus inicios hasta el ¨²ltimo disco que sacaron juntos
Los gritos llenan la oscuridad cuando se empiezan a o¨ªr los tres primeros acordes de Twist and Shout. Con las luces del escenario todav¨ªa apagadas, los asistentes aplauden a la formaci¨®n que hac¨ªa sonar los instrumentos todav¨ªa sin la luz de los focos. Los Beatles se personificaron el jueves por la noche en el Arteria Coliseum gracias a los cuatro miembros de la banda tributo Abbey Road, que dejan de lado sus profesiones habituales para entretener a los fans del grupo m¨¢s popular del planeta.
Ferr¨¢n Corbal¨¢n trabaja en telecomunicaciones de lunes a viernes, pero los fines de semana se transforma en guitarrista. Sobre el escenario es George Harrison. Los otros tres integrantes son Manel Solsona, que aparca su taxi para meterse en la piel de John Lennon, Manel Mateo que deja los seguros y pasa a ser Paul McCartney y Carles Moreno, que se transforma en Ringo Starr y se aleja de la empresa de aguas en la que trabaja entre semana. Ellos mismos dicen ¡°The Beatles are back¡±.
La banda barcelonesa Abbey Road toc¨® 40 ¨¦xitos de los chicos de Liverpool durante m¨¢s de dos horas y deleit¨® al p¨²blico que, tras la actuaci¨®n, se declar¨® m¨¢s que satisfecho con el resultado. ¡°Ha sido fant¨¢stico¡±, asegur¨® una antigua fan de los Beatles. ¡°El sonido es casi id¨¦ntico¡±.
El John Lennon catal¨¢n brome¨® hora tras hora sobre el escenario: ¡°Antes solo hac¨ªamos conciertos de 30 minutos, pero a m¨¢s viejos m¨¢s largos. ?Qui¨¦n se lo explica?¡±. Armado con una peluca, una lista de chistes sobre los integrantes de los Beatles y con inventario de referencias a otros ¨ªdolos del rock -como Chuck Berry o Elvis Presley- Lennon arranc¨® aplausos y risas al auditorio, una mezcla de estudiantes, j¨®venes, mayores e incluso ni?os. La fiebre beatle volv¨ªa a sentirse casi como anta?o.
La audiencia estallaba con las manos arriba haciendo el s¨ªmbolo de la paz, dando palmas y entonando el ritmo cuando sonaban las canciones m¨¢s populares, como Hard Day¡¯s Night, Help o Come Together. Esta ¨²ltima, de la fase m¨¢s psicod¨¦lica del grupo, vino adornada con el estilo t¨ªpico de la ¨¦poca: los pantalones de campana, pelos largos y barbas a medio hacer. ¡°Es lo m¨¢s cerca que puedes estar de Los Beatles en Espa?a¡±, opin¨® Marco Murillo, un espectador de veinte y pocos a?os. La calidad del grupo tambi¨¦n la revel¨® la revista inglesa Mojo Magazine, que les consider¨® el quinto mejor del mundo y el mejor de Espa?a, entre las bandas de tributo al grupo de Liverpool que levant¨® pasiones durante d¨¦cadas.
Entre un tema y otro, Manel Sonsola gastaban bromas sobre la cantidad de canciones que ten¨ªan que tocar para rellenar un concierto. ¡°Si fu¨¦ramos Pink Floyd, con cuatro canciones ya ten¨ªamos el espect¨¢culo solucionado¡±, dijo antes de sacar del ba¨²l joyas escondidas, como You like me too much o Mr. Moonlight. Tambi¨¦n Ferr¨¢n Corbal¨¢n, o George Harrison sobre la escena, brome¨® con su condici¨®n de novato en los inicios de la banda. "No me dejaban componer. Todo para Paul, todo para John... ?Qu¨¦ avariciosos!", dec¨ªa antes de cualquiera de sus composici¨®nes como, por ejemplo, Something.
Entre gritos adolescentes que evocaban esa ¨¦poca en la que Los Beatles eran fen¨®meno de masas, Paul, John, Ringo y George pidieron al p¨²blico participar en lo que fue el final de su espect¨¢culo. En pie, el auditorio cant¨® con ellos Hey Jude, un cierre que dej¨® buen sabor de boca y sonrisas plasmadas en los rostros. Tambi¨¦n se pudo escuchar alg¨²n suspiro y alg¨²n deseo imposible: ¡°Como me gustar¨ªa que de verdad estuviesen todav¨ªa vivos para poder verlos tocar...¡±
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