El apoyo social que reciben Bildu y Amaiur desazona a las v¨ªctimas
Un informe, realizado por la Fundaci¨®n Fernando Buesa y Bakeaz, recoge 22 testimonios Critica el desd¨¦n social por el ¡°coste ¨¦tico y c¨ªvico¡± del terrorismo
Un informe sociol¨®gico realizado por encargo de la Fundaci¨®n Fernando Buesa y Bakeaz resalta que uno de los mayores motivos de desaz¨®n de las v¨ªctimas del terrorismo, y en concreto de las personas amenazadas durante d¨¦cadas, reside en el temor que albergan a pasar de haber sido acosadas y perseguidas a caer en el olvido y que se haga "tabla rasa de lo sucedido durante 50 a?os".
La autora del estudio, la soci¨®loga Izaskun S¨¢ez de Ugarte, quien ha trabajado sobre el resultado de 22 testimonios recogidos el a?o pasado, tanto antes como despu¨¦s del cese definitivo de ETA, por el Observatorio de la Vulneraci¨®n de los Derechos Humanos por parte de la Violencia Terrorista, ha resaltado en la presentaci¨®n del informe esta ma?ana en Vitoria que uno de los s¨ªntomas que m¨¢s inquieta a las v¨ªctimas, respecto de esa eventual amnesia social, ser¨ªan los buenos resultados electorales de las marcas que engloban a la izquierda abertzale ¡ªBildu y Amaiur¡ª, sin que sus dirigentes hayan hecho ninguna "relectura cr¨ªtica" de su responsabilidad pasada no solo en la "legitimaci¨®n de la violencia terrorista", sino tambi¨¦n en su "dinamizaci¨®n". El colectivo social que les ha votado estar¨ªa convirti¨¦ndoles ahora en "fedatarios de la paz".
S¨¢ez de Ugarte, que repasa en el informe los problemas de todo ¨ªndole que describen las personas entrevistadas ¡ªdesde el calvario de vivir escoltadas, hasta los conflictos familiares que en ocasiones les ha desencadenado con sus propios hijos su condici¨®n de amenazados¡ª concluye que la implicaci¨®n social en la repulsa contra las amenazas y coacciones vividas por importantes colectivos ha sido "muy escasa" y que las muestras de solidaridad hacia quienes las padec¨ªan "no ha llegado ni al umbral de lo pol¨ªticamente correcto".
El estudio pone de manifiesto que las v¨ªctimas, antes, durante y despu¨¦s de los hechos victimizadores, tienden a ser objeto de "procesos de cosificaci¨®n que buscan despojarlas de su dignidad humana". Dichos procesos, se indica, ¨²nicamente resultan operativos "si quienes los llevan a cabo han sido socializados en la identificaci¨®n de personas que piensan diferente o desempe?an determinados cargos como enemigos".
Advierte adem¨¢s de que se genera un c¨ªrculo vicioso revictimizador ante demandas de reparaci¨®n y de justicia insatisfechas, "el retorno heroico de los victimarios a sus lugares de origen y cuando la sociedad e incluso el c¨ªrculo pr¨®ximo de la v¨ªctima mira para otro lado muchas veces por miedo a la estigmatizaci¨®n o tiende a una perversa equiparaci¨®n de las muertes, la de la v¨ªctima y la del victimario". De este modo, se?ala que "en lugares emblem¨¢ticos para el entorno del nacionalismo radical la revictimizaci¨®n ha resultado especialmente cruel".
La investigaci¨®n explica adem¨¢s que la mayor¨ªa de las v¨ªctimas no viven de su condici¨®n de tales y tienen, adem¨¢s, dificultades de inserci¨®n laboral, bien por sus limitaciones psicof¨ªsicas, por la escasa solidaridad del entorno de trabajo o por el mero hecho de ir escoltadas. Por ¨²ltimo, se apunta que si ante la muerte, la conciencia social de rechazo ha crecido poco a poco, "la reacci¨®n ante la intimidaci¨®n y la amenaza no ha traspasado el discurso de lo pol¨ªticamente correcto y la sociedad vasca no ha sido consciente de su coste ¨¦tico y c¨ªvico".
Dos de cada tres entrevistados fueron varones y un tercio mujeres. La mitad del colectivo ten¨ªa entre 41 y 60 a?os y s¨®lo un 10% era menor de 30 a?os. Alrededor del 50% de las v¨ªctimas est¨¢n casadas y, de ellas, la mayor¨ªa tienen dos hijos.
Casi el 40% se declara concejal de un partido no nacionalista, pero tambi¨¦n est¨¢n presentes, aunque de forma aislada, las voces de profesores, directivos de empresas y peque?os y medianos empresarios, periodistas, jueces y miembros de la Ertzaintza y de la Polic¨ªa Municipal. El 80% de las entrevistas se realizaron a personas perseguidas o amenazadas. S¨®lo cinco fueron familiares de v¨ªctimas asesinadas y, adem¨¢s, tres de ellas sufr¨ªan violencia de persecuci¨®n.
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