A la b¨²squeda de culpables
Dentro de poco, de seguir a este paso el desenterramiento de culpas hist¨®ricas, veo a los miembros de la sociedad El Sitio de Bilbao pedir p¨²blicamente perd¨®n porque Zumalakarregi fuera herido de muerte en el sitio de Bilbao. De todas formas, el sitiador de la Invicta Villa tiene una larga avenida que acaba a las puertas de su Ayuntamiento, y la de su libertador, Espartero, desapareci¨® para darle nombre a un l¨ªder nacionalista.
Todo esto viene a cuento ante toda esta campa?a de rememoraciones dirigida a buscar enemigos de Euskal Herria, que no pueden ser otros que esos malditos espa?olazos que no nos han dejado ser lo que ten¨ªamos que ser. Se va a conmemorar la conquista de Navarra por los castellanos, alaveses y guipuzcoanos al frente y, entre estos ¨²ltimos, un capit¨¢n llamado Ignacio de Loyola, reclamados en el Viejo Reino por una larga guerra civil en la que uno de los bandos llama a Castilla. De no haber sido as¨ª, la Navarra de ac¨¢ formar¨ªa probablemente parte de la Rep¨²blica francesa, sin autonom¨ªa ni nada. No estar¨ªa mal. Yo siempre he querido ser republicano, aunque Juan Carlos sea descendiente de los reyes navarros que se fueron a Francia.
M¨¢s sorprendente, por nueva, es esa plataforma creada en San Sebasti¨¢n para culpabilizar a Casta?os, ?lava, Wellington, y lo podr¨ªan hacer tambi¨¦n con L¨¢ngara y J¨¢uregui, por el incendio padecido a manos de las tropas antinapole¨®nicas. La cuesti¨®n es echar la culpa a los que hay que ech¨¢rsela, aunque casi todo el mando espa?ol fuera ejercido por vascos. Del donostiarra miliciano nacional Bilintx, herido por los carlistas, nadie se acuerda.
Se va engrosando as¨ª el listado de culpables que atentaron contra Euskal Herria, sum¨¢ndose a los de los bombardeos de Gernika y Durango, aunque los cazas que participaron salieran de Vitoria, ciudad que estaba con el alzamiento militar, y qu¨¦ decir de Pamplona, cuya fecha elegida para la insurrecci¨®n iba a ser el 7 de julio, San Ferm¨ªn. Si todo puede ser un desenga?o. De no morir, hasta Zumalakarregi habr¨ªa acabado de jefe de la Guardia Civil, pues lo fue su segundo y amigo, el general Zaratiegi.
Es evidente que el motivo de tanta conmemoraci¨®n es descubrir culpables trasladando el presente al pasado, como si fuera posible. Pero hay que hacerlo hasta conseguir encubrir la culpa de los que han estado asesinando de la manera m¨¢s cruel hasta ayer mismo, la culpa de los de ETA. Porque si todos somos culpables nadie es culpable, y as¨ª ponernos a la tarea de olvidar lo que no debemos olvidar ¡ªel terrorismo de ETA¡ª si no queremos pudrir nuestro futuro. No s¨¦ si el que invent¨® lo de la memoria hist¨®rica no se dio un tiro en el pie, porque por procedimiento similar lo que se est¨¢ legitimando realmente es esta nueva versi¨®n de la reacci¨®n aldeana que fue el carlismo vestido hoy con ropajes revolucionarios.
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