M¨¢s de 22.000 vascos renuncian a su VPO en los ¨²ltimos doce a?os

A las familias que pierden su hogar por impago de hipotecas, se suman aquellas que ven imposible aceptar una vivienda de protecci¨®n oficial (VPO) que han logrado tras a?os esperando a tener suerte. Euskadi se mantiene, desde 2009, en los niveles m¨¢s altos de renuncias a viviendas de protecci¨®n oficial de la ¨²ltima d¨¦cada. Seg¨²n un estudio del Observatorio vasco de la Vivienda, en los ¨²ltimos doce a?os, desde 2000, 22.597 familias han dicho no a una VPO, ya sea de compra como de alquiler.

El principal foco de renuncias est¨¢ en ?lava, la provincia que m¨¢s VPO ha construido en los ¨²ltimos a?os y en la que el agotamiento de la demanda ha hecho que el Gobierno vasco abra los sorteos a familias empadronadas en las otras dos provincias pero dispuestas a trasladarse a la capital vasca. En doce a?os, ?lava ha registrado 13.863 renuncias, el 61% del total de la comunidad aut¨®noma. Bizkaia el 22%, con 5.014, y Gipuzkoa el 17%, con 3.720. El 42% de las renuncias son de VPO de alquiler, pero el mayor n¨²mero se registra desde el a?o 2000 en las VPO en propiedad, el 58% del total ¡ªaunque en ?lava este porcentaje se eleva al 73%¡ª. En este ¨²ltimo caso de VPO de compra, casi la mitad son hogares sin estrenar.

El rechazo de ocho de cada diez viviendas p¨²blicas a estrenar desde principios de siglo se ha concentrado en los ¨²ltimos cuatro a?os, lo que ha llevado al Observatorio vasco de la Vivienda a estudiar este fen¨®meno y detectar sus causas.

?lava aglutina seis de cada diez casos de rechazos de pisos protegidos

La principal raz¨®n para decir no a una vivienda protegida es la situaci¨®n econ¨®mica, que ha restringido a las familias el acceso al cr¨¦dito que necesitan para pagar tanto viviendas del parque p¨²blico como del privado. Otra raz¨®n es el desempleo, aunque el estudio refleja que el porcentaje de personas en paro no es superior en las familias que renuncian con respecto a las que aceptan la VPO. Curiosamente, el nivel de ingresos de quienes renuncian a una vivienda del parque p¨²blico en r¨¦gimen de propiedad es superior al de los que no renuncian y al de quienes renuncian a una VPO de alquiler.

Sea como fuere, el resultado es que de los 2.500 rechazos de 2008, Euskadi ha pasado a registrar m¨¢s de 5.000 en los ¨²ltimos tres a?os, tocando techo en 2009, aunque algunas adjudicaciones fallidas, como las de segunda mano de Alokabide o los tanteos, siguen creciendo, en un 38% el pasado a?o.

Desde octubre de 2011 Etxebide registra las causas con m¨¢s detalle; los resultados de los primeros meses confirman que los principales motivos para rechazar una vivienda son en primer lugar los problemas de financiaci¨®n, que la localizaci¨®n no guste a los adjudicatarios, que los compradores o arrendatarios se hayan quedado en paro o que ya han conseguido otra vivienda.

¡°La causa de una elevada proporci¨®n de las renuncias est¨¢ en que algunas personas han sido adjudicatarias de dos viviendas protegidas al mismo tiempo¡±, se?ala el estudio del observatorio. En el caso de ?lava, en las viviendas gestionadas por Visesa, esto ocurri¨® en 2011 en el 19% de las renuncias o adjudicaciones fallidas. En Bizigune, en cambio, el 26% de quienes rechazaron en 2010 lo hicieron por no estar de acuerdo con el programa y uno de cada cinco agraciados no respondi¨® a la notificaci¨®n. En estos casos, el 18% de las notificaciones fueron devueltas.

El 20% de los adjudicatarios de Bizigune no responde a la notificaci¨®n

La conclusi¨®n de todo ello es que el Ejecutivo se encuentra con ¡°enormes dificultades para adjudicar determinadas viviendas protegidas¡±, algo que eleva el coste de estas tanto para la administraci¨®n como para los promotores p¨²blicos y privados. Por todo ello, Vivienda ultima una orden que modificar¨¢ los procedimientos de Etxebide, con cambios como la supresi¨®n de los sorteos en el caso de las viviendas protegidas de alquiler. Las de propiedad seguir¨¢n con sorteos, aunque con una nueva baremaci¨®n.

El estudio se?ala que las listas de admitidos a sorteo resultan ¡°desfasadas porque en muchos casos no existe un inter¨¦s real de participar¡± en ellos. Renovarlas cada cuatro a?os es un plazo excesivo que el Departamento de Vivienda modificar¨¢ ahora, preguntando cada vez que salga a sorteo una promoci¨®n a las personas apuntadas para saber si est¨¢n interesadas en participar, ya que hoy en d¨ªa se entra autom¨¢ticamente y solo se renueva la solicitud cada cuatro a?os.