La b¨²squeda de Ruth y Jos¨¦ vuelve al punto de partida

La b¨²squeda de los hermanos Ruth y Jos¨¦ ha retornado el lunes donde comenz¨® ocho meses y tres d¨ªas antes: en la finca que la familia paterna tiene en Las Quemadillas, una urbanizaci¨®n a las afueras de C¨®rdoba. Los investigadores policiales y el juez de instrucci¨®n Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Lainz queman los ¨²ltimos cartuchos de una l¨ªnea de investigaci¨®n que sostiene que Jos¨¦ Bret¨®n, padre de los ni?os y ¨²nico procesado en el caso, pudo haber escondido all¨ª a los cuerpos de los peque?os, de dos y seis a?os. Es entre esos muros donde se pierde toda pista fehaciente del paradero de los menores.

La madre de los ni?os, Ruth Ortiz, estuvo presente en el momento en que se reanud¨® la b¨²squeda. Bret¨®n tambi¨¦n acudi¨® desde prisi¨®n. No se ve¨ªan las caras desde hac¨ªa meses. La desaparici¨®n de los peque?os se produjo cuando, dos semanas antes, Ortiz le comunic¨® a su marido que quer¨ªa separarse de ¨¦l. A Ruth le acompa?aba su hermano Estanislao, quien vivi¨®, como ella, un tiempo en la finca. Es posible que su presencia persiguiese que ellos reconociesen cualquier elemento extra?o o diferente en la finca que conoc¨ªan. En cualquier caso, la finca, propiedad de los padres de Bret¨®n ha permanecido abierta todos estos meses y los mismos due?os han entrado y salido de ella con toda libertad.

Lo que el juez busca es un escondite, un zulo, que se les escapase a los perros especializados y agentes que batieron el lugar una decena de veces al inicio de la investigaci¨®n.

Y es que todas las pistas de Ruth y Jos¨¦, tanto por testimonios como por registros de videovigilancia, acaban en esa parcela. Por el contrario, Bret¨®n sostiene que la tarde de la desaparici¨®n (el 8 de octubre de 2011) sali¨® de ella con sus hijos, en direcci¨®n al parque Cruz Conde de C¨®rdoba. All¨ª, no ha cejado de repetir, se perdieron sus hijos en un descuido, mientras paseaban. Algo que ni el juez ni la polic¨ªa creen.

La inspecci¨®n del lunes, que comenz¨® a las 17.00 y acab¨® a las 21.00, no es como las anteriores. A los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta les acompa?an miembros del Grupo Operativo de Intervenciones T¨¦cnicas, de la Polic¨ªa Nacional, especializados en inspecciones (normalmente en busca de droga) en lugares rec¨®nditos y rebuscados. Polic¨ªa cient¨ªfica, antrop¨®logos y peritos acompa?aron completaron un importante dispositivo que incluir¨¢ la participaci¨®n de maquinaria pesada capaz de levantar zanjas y tirar muros.

El juez, acompa?ado de Ruth y varios polic¨ªas recorrieron la propiedad. En un momento dado, se asomaron a la balconada principal de la casa, se?alando la amplia huerta de naranjos que se abre a su lado.

En las primeras prospecciones de la parcela se hallaron restos de una gran fogata junto al naranjal, con la presencia de peque?os huesos carbonizados que resultaron ser de origen animal. Tambi¨¦n dos cajas vac¨ªas de potentes tranquilizantes recetados por un psiquiatra a Bret¨®n. No se encontr¨® rastro de las pastillas pero el procesado, que sufri¨® un intento de suicidio antes de conocer a Ruth tras un desamor anterior, dice que no lleg¨® a tom¨¢rselas.