Teor¨ªa de hilillos
Uno de los campos te¨®ricos m¨¢s fecundos de la F¨ªsica actual es la denominada Teor¨ªa de Cuerdas. Dada la confusi¨®n reinante en el mundo de la pol¨ªtica, sospecho que no hay nada similar en su ¨¢mbito, en el que a¨²n nos movemos en un universo post maquiav¨¦lico, eso s¨ª en liquidaci¨®n. El Estado-naci¨®n se apresura a entonar su canto de cisne, pese a que se resista a ello aun a costa de encerrarse en su reducci¨®n a la categor¨ªa de marca con la que sopesar su viabilidad futura. Hablamos ya de "marca Espa?a", "marca Alemania", incluso de "marca Euskadi-Basque Country" como propone Urkullu, aunque lo hagamos con la angustia de pretender salvar en realidad unidades de destino que se pretenden intemporales con etiquetas de mercado, que suelen presentar fecha de caducidad. Una de las mayores contribuciones europeas a la teor¨ªa pol¨ªtica, si no la mayor, agoniza, pero la resistencia a reconocerlo nos incapacita para modelar la pol¨ªtica del futuro.
Partamos pues del hecho de que en la pol¨ªtica nada hay comparable a la Teor¨ªa de Cuerdas, pero en una de esas "marcas", en la "marca Espa?a", domina en la actualidad una teor¨ªa que, aunque similar en su denominaci¨®n, nada tiene que ver con aquella: es la "Teor¨ªa de Hilillos" y quien la practica mejor es nuestro presidente, Mariano Rajoy. Recordar¨¢n ustedes lo de los "hilillos de plastilina" cuando la crisis del Prestige, o lo de "me lo ha dicho mi primo, que es muy listo", para rebatir las previsiones sobre el cambio clim¨¢tico. Puede que esas expresiones denoten un estilo, pero en quien lleva pr¨¢cticamente toda su vida en posiciones de mando, la persistencia de ese estilo se?ala tambi¨¦n una forma de percibir el ejercicio del poder y la realidad sobre la que se ejerce ese poder. La realidad se nos presenta siempre como un conjunto de hilillos sin importancia y sin que requiera por ello mayores explicaciones.
Es en el marco de esa "Teor¨ªa de Hilillos" como se nos ha presentado tambi¨¦n el rescate de nuestro sistema bancario. "Me voy a la Eurocopa tras haberse resuelto la situaci¨®n", dijo el presidente, una situaci¨®n que la habr¨ªa resuelto ¨¦l, salvando as¨ª al pa¨ªs, a Europa y al mundo, por lo que no habr¨ªa nada m¨¢s que contar. Se ha hablado de eufemismos y enga?os a prop¨®sito de esa presentaci¨®n de los hechos. Pero hay algo m¨¢s grave en esa forma de ejercer la pol¨ªtica, y es la concepci¨®n vamos a decir paternalista del poder que denota. Rajoy no da explicaciones y cuando las da es para decirnos que no hay motivos para darlas. ?l lo sabe todo y ¨¦l lo resuelve todo, como lo muestra esa capacidad suya para convertir previamente la realidad en hilillos. Es, creo, una forma de considerar en minor¨ªa de edad democr¨¢tica a sus gobernados. Y si la pol¨ªtica europea es ya pol¨ªtica interior, seg¨²n Merkel, es tambi¨¦n una forma de seguir instalado en una concepci¨®n aut¨¢rquica de la pol¨ªtica que desde?a a sus socios europeos. ?Sabe Rajoy lo que significa estar en Europa?
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