Marisol Bueno, la dama del albari?o

Parece norma del autor ponernos a examen de redacci¨®n sin conocer la fotograf¨ªa. Conocemos al personaje, le tenemos respeto, admiraci¨®n, envidia sana, pero no conocemos ni la escalera, ni la postura, ni la luz (los fot¨®grafos siempre con la luz...), ni el enfoque, ni la intenci¨®n.

De los gallegos se dice que no se sabe si subimos o bajamos, pero seguro que no escucharon el nuevo sentir, que no es si se sube o se baja, sino transmitir al contrario si habr¨¢ o no habr¨¢ escalera. En el caso que nos ocupa seguro que hay escalera y se sabe claramente si sube o baja. Marisol Bueno es una persona decidida, de fuerte personalidad: no va dudar en una escalera. Su personalidad le sirvi¨® para poner orden y marcar rumbo durante largos a?os en la denominaci¨®n de origen R¨ªas Baixas, de la que fue presidenta. Es persona h¨¢bil en las relaciones p¨²blicas y sociales, conocedora del mundo del vino desde las mism¨ªsimas levaduras que cada a?o hacen el milagro de convertir el mosto en vino. No olvidemos que es bi¨®loga y fue profesora del instituto de Cangas.

Presidenta del consejo regulador, familia, bodega... ?Cu¨¢l ser¨ªa el orden, Marisol? Ya sabes que todo es relativo y depende qui¨¦n lo mire o lo diga. Pero seguro que en tu casa apostar¨¢n por este que acabo de escribir. Ellos te comprendieron y apoyaron. Javier Mareque, tu esposo, fue de gran ayuda. Tambi¨¦n es declarado amante del vino, pero su profesi¨®n de traumat¨®logo lo mantuvo suficientemente alejado de vuestra bodega, Pazo de Se?or¨¢ns, que es un reino de mujeres. No ten¨ªa pensado escribir nada de las mujeres del vino, porque es lo normal, mujeres u hombres, pero hace unos a?os receli?os s¨ª que causaba.

Como presidenta del consejo supiste poner la escalera para elevar al Olimpo del M¨¢rketing el vino de R¨ªas Baixas y una variedad de uva del sur Galicia y el norte de Portugal, el albari?o. Contaste con la ayuda de muchas personas que pusieron m¨¢s escaleras y sumadas hicieron el milagro, personas que tambi¨¦n merecer¨ªan una foto en cada una de esas escaleras de trabajo y esfuerzo, pero hoy eres t¨² la protagonista.

Aunaste voluntades, y te atreviste a conjurar los localismos que siempre padecemos los que vivimos y trabajamos muy ligados a la tierra, trasladando el consejo regulador al magn¨ªfico Palacio de Mugartegui en Pontevedra.

Como madre est¨¢s transmitiendo el gusanillo de este mundo y su cultura a tu hija Vicky, que sigue tus pasos en la bodega familiar. Como bodeguera, te atreviste y atreves con esos vinos blancos de guarda, de larga duraci¨®n, cuando la mayor¨ªa de los mortales est¨¢n deseando que llegue la pr¨®xima cosecha para probar de inmediato los nuevos sin paciencia para esperar a saborearlos en su plenitud, despu¨¦s de un redondeo en botella, como dicen los entendidos.

Los blancos gallegos son n¨²mero uno en innumerables catas, foros o art¨ªculos, y por ello me gustar¨ªa aprovechar estas l¨ªneas para proponerte un reto: aprovechar tu sabidur¨ªa acumulada y tu indiscutible habilidad para las relaciones p¨²blicas, sociales y humanas, para convertir Galicia en la Burdeos blanca de Europa. Dos zonas emblem¨¢ticas unidas por el cord¨®n umbilical del Camino de Santiago: a un lado, Burdeos, denominaci¨®n de denominaciones donde reinan los tintos; al otro, una nueva aglutinadora, Galicia, denominaci¨®n de denominaciones, donde reinan los blancos. Los tiempos dif¨ªciles son tiempos de solidaridad y uni¨®n.

Para terminar pens¨¦ en un t¨ªtulo en plan se?ora del¡­ Pero dama del albari?o te hace m¨¢s justicia.