?La inform¨¢tica amenaza las autonom¨ªas?
"La cl¨¢sica organizaci¨®n de Estado mediante silos ministeriales imposibilita una comunicaci¨®n efectiva entre las diferentes unidades administrativas"
Tradicionalmente, se considera que las diferentes tasas de productividad entre los sectores p¨²blico y privado estriban en que el primero realiza su actividad en entornos cautivos, mientras que el segundo lo hace en mercados competitivos. Esta diferencia explica que, dejando al margen el importante aspecto de los reg¨ªmenes estatutarios, las arquitecturas organizativas, los canales a trav¨¦s de los que fluye la informaci¨®n, y c¨®mo ¨¦sta se estructura, sean universos tan disjuntos.
La cl¨¢sica organizaci¨®n de Estado mediante silos ministeriales, no solo dificulta mejorar la eficacia y la eficiencia con la que el Estado presta sus servicios, sino que imposibilita una comunicaci¨®n efectiva entre las diferentes unidades administrativas. Est¨¢ claro, por otra parte, que cualquier eventual alteraci¨®n de la gobernanza del Estado, obedece a una decisi¨®n pol¨ªtica del Gobierno. Los trabajos emprendidos desde la Vicepresidencia del Gobierno van en esa direcci¨®n, primando, hasta ahora, la visi¨®n hacend¨ªstica sobre la de racionalidad de la gesti¨®n p¨²blica.
Desde una nueva perspectiva, establecer centros de servicios y funciones comunes en el seno de la Administraci¨®n del Estado, que eviten gastos replicados en cada Ministerio, y a¨²n dentro del mismo Ministerio , supone racionalizar el gasto y hacer m¨¢s eficiente la prestaci¨®n. Pensemos, a modo de ejemplo, en un sistema de comunicaciones, videoconferencia y de correo electr¨®nico ¨²nico; en sistemas comunes de registro, archivo, contrataci¨®n y gesti¨®n patrimonial; en una sede electr¨®nica del Estado con presencia del conjunto de Ministerios; en una consolidaci¨®n tecnol¨®gica que reduzca exponencialmente los gastos de mantenimiento, garantice la seguridad de los sistemas y uniformice procedimientos y m¨¦tricas; en una concepci¨®n flexible de la infraestructura tecnol¨®gica, de suerte que sea utilizada en funci¨®n de las necesidades en cada momento; etc.
La situaci¨®n actual se agrava, como ya se ha expresado en esta tribuna, al considerar las relaciones del Estado Central con el Estado Auton¨®mico. En servicios esenciales (justicia, sanidad, seguridad) los sistemas de informaci¨®n son incompatibles en la pr¨¢ctica. Algunas comunidades han aprobado aut¨¦nticas modificaciones de sus Estatutos de Autonom¨ªa sin la autorizaci¨®n de las Cortes. Simplemente han dotado de singularidad a sus sistemas de informaci¨®n. En otras ocasiones, la ausencia de coordinaci¨®n ha permitido la floraci¨®n de sistemas incompatibles como suma de esfuerzos particulares.
De no actuar ahora, en unos a?os dispondremos de 17 sistemas incompatibles de historial m¨¦dico electr¨®nico, de receta electr¨®nica, de alertas y protocolos ante ataques terroristas, f¨ªsicos o cibern¨¦ticos, de transmisi¨®n de informaci¨®n judicial..., y hasta puede que de los sistemas de predicci¨®n meteorol¨®gica. La amenaza de un "nuevo desarrollo auton¨®mico electr¨®nico" puede llevarse a cabo de manera invisible, sin que quepa interponer recursos inconstitucionales, ya que las barreras que se construyen, consciente o inconscientemente, son inobservables a corto plazo, aunque es seguro que se sufran a medio y largo.
Promover pol¨ªticas de ¨¢mbito nacional en el campo de la armonizaci¨®n de tecnolog¨ªa estrat¨¦gica, sobre la que se gestiona y se transmite, tanto informaci¨®n cr¨ªtica, como datos, de manera absolutamente segura, no recae en el territorio de los inform¨¢ticos, sino en el de los pol¨ªticos. La Administraci¨®n se moderniza mucho m¨¢s posibilitando la transmisi¨®n electr¨®nica de los historiales m¨¦dicos a lo largo de todo el territorio nacional, que permitiendo rellenar desde casa un formulario para obtener una beca. Emitir una tarjeta sanitaria de ¨¢mbito nacional es un loable deseo, que un m¨¦dico de un Centro de Salud de Barcelona pueda acceder a mi historial m¨¦dico continuar¨¢ siendo, por mucho tiempo, y de no cambiar el actual enfoque individualista, una quimera. Es m¨¢s, con toda probabilidad, mi m¨¦dico de Asistencia Primaria no podr¨¢ acceder a pruebas que me han realizado en mi Hospital de Referencia, sito a tan s¨®lo tres kil¨®metros. Desde una visi¨®n tecnol¨®gica, el Sistema Nacional de Salud o la Administraci¨®n de Justicia, ni son nacionales, ni compatibles.
La existencia de redes de intercambio de informaci¨®n cr¨ªtica en materia sanitaria o judicial, utilizando est¨¢ndares de interoperabilidad, seguridad y privacidad debidamente certificados, con procedimientos claros de qui¨¦n genera los datos y qui¨¦nes pueden usarlos, etc., supone utilizar la tecnolog¨ªa desde planteamientos pol¨ªticos de servicio p¨²blico.
La experiencia demuestra que una transformaci¨®n como la que se precisa no se debe acometer de manera incremental, sin disponer de una visi¨®n amplia y sist¨¦mica del esfuerzo que ha de acometerse y de una valoraci¨®n, siquiera a nivel de orden de magnitud, de la inversi¨®n necesaria (to start with the end in mind).
En funci¨®n de lo anterior, ser¨ªa conveniente impulsar un Centro de Servicios del Estado, dependiendo de la Vicepresidencia del Gobierno, que impulse, coordine y supervise la ejecuci¨®n de un Plan Estrat¨¦gico de Racionalizaci¨®n de la Administraci¨®n General del Estado que, desde una visi¨®n horizontal, organice sus funciones de comunicaci¨®n e informaci¨®n. Se trata de racionalizar la gesti¨®n de lo que de com¨²n existe en los Ministerios, en lugar de ¡°modernizar¡± lo singular cada uno por separado.
La dimensi¨®n de la tarea expuesta dif¨ªcilmente puede acometerse desde un Ministerio designado para tal efecto; el requerimiento de m¨¢ximo liderazgo, su car¨¢cter de esfuerzo horizontal y transparente, la necesidad de un puesto de mando y control ¨²nico, aconseja su residencia en la Vicepresidencia del Gobierno y, por extensi¨®n, en la Presidencia de la Comisi¨®n General de Secretarios de Estado y Subsecretarios. En la Administraci¨®n P¨²blica el liderazgo comienza en la esfera pol¨ªtica, un territorio vedado para los head-hunters.
?Jos¨¦ Emilio Cervera es economista.
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