Rascacielos: pasi¨®n por las alturas

Los hombres, desafiando las leyes naturales y el poder divino, intentaron construir una torre con la intenci¨®n de acceder al cielo. Pero Dios, para evitar el ¨¦xito de la edificaci¨®n, hizo que los constructores comenzasen a hablar lenguas diferentes y se dispersaran por la tierra. La historia que recoge el G¨¦nesis, uno de los libros sagrados de la Biblia, ha causado fascinaci¨®n desde siempre, ha servido de inspiraci¨®n a artistas de todas las ¨¦pocas, y refleja la pasi¨®n del hombre, de construir edificios cada vez m¨¢s altos, como s¨ªmbolo de prosperidad, desarrollo y poder.

Desafiando las leyes de la naturaleza, los rascacielos son cada vez m¨¢s altos, porque constituyen nuevos retos para la construcci¨®n. La historia de esta voluntad innata del hombre por conquistar del cielo se analiza en Torres y rascacielos. De Babel a Dub¨¢i, una exposici¨®n organizada por Caixaforum Barcelona (hasta septiembre) en la que se repasa los edificios m¨¢s altos construidos por el hombre a partir de 200 piezas, entre fotograf¨ªas, proyecciones y maquetas. Desde la m¨ªtica Torre de Babel hasta el Burj Khalifa de Dubai, el edificio m¨¢s alto del mundo, con 828 metros de altura y 163 plantas. En la exposici¨®n se puede ver, por primera vez, la maqueta de los arquitectos que construyeron el Empire State de Nueva York.

Desde siempre los edificios m¨¢s altos, los aut¨¦nticos faros que marcaban el camino f¨ªsico y espiritual, eran los campanarios de las iglesias y catedrales. Tambi¨¦n los minaretes musulmanes. Aqu¨ª sigue impl¨ªcita la idea de acercarse al cielo y a Dios. Frente a ellas, durante la Edad Media y el Renacimiento, las torres civiles de los Ayuntamientos se enfrentan para ser las m¨¢s altas y las m¨¢s esbeltas. En algunas localidades compet¨ªan a escasos metros de distancia, como en Alcaraz, la ciudad albacetense que tiene una de las plazas renacentistas m¨¢s bellas de Espa?a que est¨¢ presidida por dos torres, una civil (la del Tard¨®n) y otra religiosa, la de la iglesia de la Trinidad, a cual m¨¢s bella y m¨¢s alta.

Pero el poder civil acaba imponi¨¦ndose con un edificio ic¨®nico: la Torre Eiffel, construida en Par¨ªs, para conmemorar el centenario de la Revoluci¨®n Francesa durante la Feria internacional de 1889. El proceso de construcci¨®n de este edificio, un hito de la ingeniera del siglo XIX, que a¨²n hoy nos maravilla, est¨¢ documentado en las fotograf¨ªas de Durandelle. En su momento la torre fue acusada de antiest¨¦tica y ser propia ¡°de la b¨¢rbara Am¨¦rica¡±. Tambi¨¦n est¨¢ la maqueta de uno de los primeros rascacielos que se construyeron en el mundo. Ten¨ªan 10 pisos y estaban en Chicago que hab¨ªa sido arrasada en el incendio de 1871.

En Chicago se construyeron los primeros rascacielos, fue tras el incendio de 1871 y ten¨ªan 10 pisos

La historia de la construcci¨®n de estos edificios se ha movido por avances tan peregrinos como la difusi¨®n de la electricidad, que disminu¨ªa los riesgos del gas, la invenci¨®n del ascensor ¡ªque invirti¨® el valor de los pisos¡ª y el empleo del metal que permiti¨® hacer estructuras m¨¢s altas. Eso hizo que en Estados Unidos se viviera una fiebre por las alturas, con edificios emblem¨¢ticos como el Rockefeller Center, el Chrysler Building o el Empire State, construidos tras la crisis de 1929, y que acabaron siendo s¨ªmbolo del poder americano.

En la exposici¨®n tambi¨¦n se pueden ver proyectos que no vieron la luz: como el primer rascacielos con fachada de cristal, de Mies Van der Rohe o el rascacielos en forma de huevo de Andr¨¦ Bruy¨¨re, lleno de sensualidad y poes¨ªa, que en 2005, Jean Nouvel, recuper¨® en su famosa Torre Agbar, que compite, como icono de Barcelona con la Sagrada Familia, un rascacielos religioso que cuando concluya, tendr¨¢ 170 metros de altura.

Al final los comisarios de la exposici¨®n, Robert Dulau, conservador jefe de Patrimonio de Francia y el historiador de la arquitectura, Pascal Mory, hacen un gui?o al visitante. Desde el Burj Khalifa se puede ver la torre de Babel. ¡°En realidad estamos hablando de lo mismo. En la torre m¨¢s alta del mundo tambi¨¦n trabajaron personas que hablaban diferentes lenguas y pertenec¨ªa a diferentes pa¨ªses¡±. Adem¨¢s, seg¨²n la Biblia, la torre de Babel no estaba muy lejos de donde se levanta el techo, construido, del mundo.

Despu¨¦s de Barcelona, la exposici¨®n, una producci¨®n de Caixaforum, viajar¨¢ a Madrid y a Palma de Mallorca.