¡°La izquierda ¡®abertzale¡¯ ha visto que la pol¨ªtica es m¨¢s ¨²til que la violencia¡±
Sangre, votos, manifestaciones es el t¨ªtulo del libro de la editorial Tecnos que repasa la trayectoria de ETA y el nacionalismo vasco radical entre 1958 y 2011. Est¨¢ escrito por Gaizka Fern¨¢ndez y Ra¨²l L¨®pez, dos j¨®venes historiadores especializados en la violencia que, durante medio siglo, ha sacudido Euskadi.
Pregunta. ?Sangre, votos y manifestaciones?
Ra¨²l L¨®pez. Son las palabras que resumen la triple estrategia terrorista, pol¨ªtica y social que ha seguido el nacionalismo vasco radical para alcanzar la independencia y el socialismo que siempre ha tenido como fin.
Perfil
- Ra¨²l L¨®pez (Bilbao, 1982) es doctor en Historia por la UPV. Su investigaci¨®n se centra en el estudio de los movimientos sociales.
- Gaizka Fern¨¢ndez (Barakaldo, 1981) es licenciado en Historia por Deusto. Especialista en el pasado reciente de Euskadi, culmina en la actualidad su tesis doctoral sobre ETA y Euskadiko Ezkerra (EE).
Gaizka Fern¨¢ndez. El eje principal siempre ha sido la lucha armada. Las otras dos estrategias se han contemplado como formas de apoyo a ETA, que siempre ha ejercido de cabecilla. Cada vez que alguien ha intentado discutir ese liderazgo, ha sido apartado.
P. ?Por qu¨¦ surge el terrorismo en Euskadi?
G. F. Desde la izquierda abertzale se ha tratado de explicar como una necesidad hist¨®rica en el marco de una dictadura. Como que los terroristas tuvieron que coger las armas porque no les quedaba m¨¢s remedio. Euskadi estaba invadida, llegaban colonos inmigrantes del resto de Espa?a, el euskera se estaba muriendo... Pero eso no es verdad. Muchos otros grupos sufrieron el franquismo y no escogieron la violencia.
R. L. ETA no es una consecuencia de la dictadura, sino m¨¢s bien del autoritarismo, una forma determinada de intervenir en pol¨ªtica por la fuerza que, cuando naci¨® la banda, estaba bastante extendida por Espa?a. Las experiencias democr¨¢ticas hab¨ªan sido breves hasta entonces y se reduc¨ªan pr¨¢cticamente a la Segunda Rep¨²blica.
P. ?Qu¨¦ ha cambiado?
G. F. Para empezar, el escenario, que ha pasado de una dictadura a una democracia, aunque ETA se neg¨® durante a?os a admitirlo. Con el tiempo, sin embargo, tuvo que adaptarse a los cambios y ya en la transici¨®n se dio cuenta de que necesitaba un entramado civil como soporte y legitimaci¨®n. Durante la dictadura, la banda recibi¨® la solidaridad de todas las fuerzas antifranquistas, incluidas el PSOE y el PNV, pero con el tiempo perdi¨® ese respaldo y tuvo que buscar estrategias alternativas.
P. ?Por cu¨¢les se decant¨®?
G. F. Hasta el fin de la dictadura, ETA fue una ¨²nica organizaci¨®n que lo controlaba todo desde dentro. Ten¨ªa un frente cultural, un frente obrero... En la transici¨®n, esos frentes comenzaron a desgajarse y la banda se dedic¨® a las armas en exclusiva. Surgen entonces los partidos pol¨ªticos que precedieron a HB, el sindicato LAB, las gestoras pro amnist¨ªa y KAS como coordinadora del entramado.
R. L. Esa comunidad no tardar¨¢ en plasmarse en lo cotidiano, con sus propios medios de comunicaci¨®n, sus bares en los que socializarse, sus controles internos para marcar qui¨¦n deja de acudir a las manifestaciones y por qu¨¦... Se convierten en una especie de sociedad dentro de la propia sociedad, hasta el punto de que viven en una realidad pr¨¢cticamente paralela.
P. ?Por qu¨¦ prende la violencia en el Pa¨ªs Vasco?
G. F. Porque el entramado cultural de ETA se extiende mucho m¨¢s all¨¢ de la propia ETA. Las canciones, la m¨²sica, las fiestas populares... Llegan a controlarlo todo. A controlar la calle. Manuel de Irujo advirti¨® de que la banda podr¨ªa ser el c¨¢ncer de Euskadi y en parte lo ha sido, al extenderse por todo el tejido social vasco. Ese ha sido un factor muy importante para la persistencia del terrorismo. Si hubiera existido una resistencia social a esa extensi¨®n, quiz¨¢ todo se hubiera acabado antes.
R. L. En el arraigo de la violencia se combinan la propia voluntad de los sujetos y causas estructurales, como la presencia de una tradici¨®n antiespa?ola agresiva que surge con Sabino Arana y se reactiva durante el franquismo. Tambi¨¦n la dictadura y su car¨¢cter centralista tuvo su cuota de influencia, al perseguir toda la simbolog¨ªa alternativa a la espa?ola, incluido el euskera en algunos momentos. Sin olvidar los cr¨ªmenes del antiterrorismo, como los del GAL o las bandas parapoliciales, que han dado argumentos a ETA.
P. Pese a ello, la banda ha decretado al fin su cese. ?Por qu¨¦?
G. F. Porque ETA pens¨® que su estrategia terrorista iba a servir para que el Gobierno accediera a sus pretensiones, pero se ha dado cuenta con el tiempo de que no. Por otro lado, la propia actividad de la banda ha perjudicado a sus organismos vinculados. La Ley de Partidos releg¨® al brazo pol¨ªtico y en el mismo espacio comenzaron a consolidarse alternativas no violentas como las de Aralar o Nafarroa Bai, que se convirtieron en una amenaza real para la izquierda abertzale. Ante el riesgo de marginaci¨®n, se inici¨® una reflexi¨®n interna en t¨¦rminos de costes y beneficios, que no ¨¦ticos, en la que se determin¨® que la violencia no funcionaba y que era m¨¢s ¨²til la pol¨ªtica. Ha sido entonces cuando, gracias tambi¨¦n a la debilidad de la banda, se decidi¨® oponer resistencia, por primera vez, al brazo militar.
P. ?Cabe una marcha atr¨¢s?
R. L. El paso que se ha dado es importante, aunque a¨²n queda mucho camino por recorrer. Tienen que hacer a¨²n su propia transici¨®n democr¨¢tica, aunque entiendo que una revisi¨®n cr¨ªtica de su pasado ser¨ªa costosa, incluso en t¨¦rminos pol¨ªticos. Supondr¨ªa un reconocimiento expl¨ªcito de que lo hecho hasta aqu¨ª ha sido una equivocaci¨®n y no lo van a asumir.
G. F. La posibilidad de una escisi¨®n en ETA est¨¢ ah¨ª, pero es poco probable. Incluso aunque ocurriera, tendr¨ªa los d¨ªas contados, ya que la decisi¨®n pol¨ªtica es firme y los terroristas no contar¨ªan ya con el respaldo social como amparo.
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