La venganza neonazi

Mi¨¦rcoles 12 de octubre de 2011. Sala de conciertos The Other Place. Ocho de la tarde. Barrio del Poblenou, Barcelona. Un centenar de j¨®venes antifascistas, armados con piedras y botellas, y en su mayor¨ªa cubiertos con pasamonta?as, arremeten contra la puerta del local, donde se celebra un concierto de m¨²sica neonazi organizado por el partido ultra Democracia Nacional. Uno de los j¨®venes cercados abre la puerta y recibe impactos de piedra en la cabeza. Es Alejandro Fern¨¢ndez, afiliado al Movimiento Social Republicano (MSR) y ahora impulsor del pol¨¦mico Casal Tramuntana del Clot. Los antidisturbios llegan despu¨¦s del incidente y detienen a dos individuos.

Viernes 23 de marzo de 2012. Sala de conciertos Stroika. Nueve de la noche. Pol¨ªgono Els Dolors, Manresa. Una quincena de j¨®venes skinheads salen de una furgoneta Mercedes. En una acci¨®n r¨¢pida y coordinada en la que utilizan barras de hierro, pu?os americanos y bengalas, agreden a las personas que hacen cola junto al local para asistir a un concierto de dos bandas de m¨²sica antifascista: KOP y Non Servium. El ataque se salda con cuatro heridos. Uno de ellos, Albert M. G., de 16 a?os, queda herido muy grave y es ingresado en la UCI. Tras una intensa investigaci¨®n, los Mossos d¡¯Esquadra detienen en el Vall¨¨s a 12 neonazis por su presunta vinculaci¨®n con el intento de homicidio. Algunos de ellos son militantes de partidos de extrema derecha, seg¨²n fuentes judiciales.

?Qu¨¦ relaci¨®n guardan ambos acontecimientos? Para los Mossos d¡¯Esquadra, la venganza es el m¨®vil del brutal ataque de Manresa, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. Los neonazis, seg¨²n la principal hip¨®tesis que maneja la polic¨ªa, acudieron a las puertas de la sala Stroika para vengar la humillaci¨®n sufrida por el boicoteo antifascista del concierto del Poblenou durante el D¨ªa de la Hispanidad. El antagonismo ideol¨®gico entre skinheads y antifascistas se llev¨® al l¨ªmite en aquella jornada en la que un menor estuvo a punto de perder la vida. ¡°No conozco a las personas que han sido detenidas. No s¨¦ si les dio rabia el ataque del The Other Place, pero en ning¨²n momento o¨ª hablar de tomarse la revancha. Pens¨¢bamos que la justicia actuar¨ªa, pero solo hay dos detenidos, que adem¨¢s est¨¢n en libertad¡±, explic¨® ayer Fern¨¢ndez a este diario.

La juez que investiga la agresi¨®n de Manresa ha levantado el secreto de sumario, lo que ha permitido conocer nuevos detalles del caso. Seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n, los neonazis actuaron como un ¡°comando terrorista¡±, usando bengalas para sembrar la confusi¨®n y facilitar tanto el ataque como su posterior huida. Nadie pudo identificar la matr¨ªcula de la furgoneta con la que se dieron a la fuga. Pero otros datos han llevado hasta ellos. La semana pasada, los Mossos detuvieron a 12 de los presuntos responsables del ataque. El juez decret¨® prisi¨®n provisional para nueve de ellos y dej¨® en libertad a dos. Est¨¢n imputados por los delitos de intento de asesinato, incendio, asociaci¨®n il¨ªcita y tenencia de armas. Uno de los detenidos, adem¨¢s, es menor de edad.

Tras las detenciones, los Mossos se incautaron de armas blancas, material neonazi y propaganda de partidos legales de ultraderecha, seg¨²n las mismas fuentes. Durante los interrogatorios, uno de los detenidos confes¨® y facilit¨® informaci¨®n muy valiosa a la polic¨ªa auton¨®mica, que tambi¨¦n dispone de conversaciones telef¨®nicas y del contenido de ordenadores incautados en los registros.

El ataque ¡ªpremeditado y ejecutado de forma r¨¢pida y eficaz¡ª ha puesto en alerta a los expertos ante el rebrote de la violencia fascista y ha provocado la indignaci¨®n de los vecinos de Manresa. La principal v¨ªctima fue ingresada en la UCI y permaneci¨® tres semanas en el hospital. En una entrevista al diario Regi¨® 7, explic¨® que los nazis hab¨ªan intentado matarle: ¡°Puedo dar las gracias porque lo puedo explicar. Estoy seguro de que dejaron de pegarme porque me dieron por muerto. Yo mismo lo pensaba desde el suelo: ¡®Por el aspecto que debo de tener, por fuerza han de creer que estoy muerto¡±.