¡®Senyoreta J¨²lia¡¯ con perfume ¡®noir¡¯

La Senyoreta J¨²lia llega de la mano de Julio, Manrique para m¨¢s se?as. El pr¨®ximo mi¨¦rcoles, 4 de... julio, el teatro Romea de Barcelona, que dirige Manrique, estrena, en el marco del festival Grec y como cierre de su temporada, una interesant¨ªsima versi¨®n de la obra cl¨¢sica de August Strindberg en la que el personaje del t¨ªtulo lo interpreta Cristina Genebat y el propio Manrique el de su criado y amante. El tercer personaje del reparto, la novia del sirviente, criada ella tambi¨¦n, lo encarna Mireia Aixal¨¤. La relectura de la pieza de 1888 del dramaturgo sueco es del autor brit¨¢nico Patrick Marber (Londres, 1964), que ha actualizado la trama situ¨¢ndola en la Inglaterra de la victoria laborista de 1945, tras la II Guerra Mundial, que ape¨® del poder a Churchill. El montaje del Romea lo ha dirigido Josep Maria Mestres.

Ayer, al presentar el espect¨¢culo, el director recalc¨® ¡°la atm¨®sfera de noir, el perfume de cine negro, con rubia guapa incluida¡±, que Marber ha imprimido a la obra de Strindberg. El propio Mestres no era ayer, precisamente, ajeno al cine de suspense, pues hoy est¨¢ previsto que se d¨¦ a conocer si ser¨¢ el nuevo director del Teatre Nacional de Catalunya (TNC). Julio Manrique destac¨® la amistad que le une con Mestres de cuyo apellido hizo una categor¨ªa: ¡°Ha sido mi maestro en el teatro, con ¨¦l empec¨¦¡±. Subray¨® Manrique las relaciones personales que se dan en esta producci¨®n (Cristina Genebat es su mujer) y proporcionan, consider¨®, ¡°un plus humano¡±. Apunt¨® que todos se lo han pasado muy bien: ¡°Es una historia que nos gusta y nos pone mucho¡±.

Para Manrique, la versi¨®n de Marber tiene una ¡°conexi¨®n potente¡± con los tiempos actuales. ¡°Algo se mov¨ªa entonces, con la victoria de los laboristas, igual que algo pide moverse ahora¡±. Adem¨¢s, ¡°est¨¢ la pasta, y cuando aparece es el tema protagonista¡±. Para Manrique, que Julia y su criado, aqu¨ª el ch¨®fer John, escapen juntos es una imposibilidad, como prueba la reacci¨®n pavloviana de ¨¦l al o¨ªr la campana cuando lo reclama el amo, el padre de la se?orita.

Para Mestres, efectivamente esta Senyoreta J¨²lia con laboristas ¡°resuena mucho¡± ahora. ¡°Es una Inglaterra triste y deprimida en la que, sin embargo, se abren nuevos horizontes¡±. En la versi¨®n de Marber (y en el espect¨¢culo), no deja de estar la lucha de sexos del original, pero se destaca m¨¢s la lucha de clases. El autor brit¨¢nico, a?ade Mestres, muestra adem¨¢s una simpat¨ªa por la se?orita Julia que obviamente no sent¨ªa el mis¨®gino Strindberg, que la detestaba; ¡°la interpretaba su mujer y por ello a¨²n la detestaba m¨¢s¡±.

Strindberg, que era hijo de una sirvienta, se cas¨® con una arist¨®crata y actriz, Siri von Essen. No es dif¨ªcil ver paralelismos, por tanto. El director vaticin¨® que Cristina Genebat va a sorprender con su interpretaci¨®n: ¡°Va va ser un pelotazo, vais a flipar¡±. La actriz dijo que siente algo de miedo al interpretar un papel que el autor, Strindberg, ¡°escribi¨® para hundir a la actriz que lo hac¨ªa¡±. Pero en la relectura de Marber, se?al¨®, la obra ha perdido misoginia y Julia es, considera Genebat, ¡°una mu?eca rota, fr¨¢gil, herida, que necesita que la cuiden¡±. Destac¨®, no obstante, que en la pieza ¡°la pulsi¨®n sexual es muy fuerte¡±

En el siempre espinoso y dif¨ªcil tema de la muerte del pajarito de Julia, que esta quiere llevarse consigo al fugarse y al que el criado corta el cuello, ?chass!, en escena, Mestres destac¨® que en este caso es un canario llamado Serena y no se lo maltrata en absoluto ¡°?Dios nos libre!¡±. En realidad se lo escamotea. Y muy h¨¢bilmente: la escena ha sido preparada por un verdadero mago, ?Hausson!