La aventura va en tren

Un s¨¢bado cualquiera, a las 10.30, puede empezar una aventura singular. En la estaci¨®n de ferrocarril de Lleida, en una v¨ªa situada a no m¨¢s de 20 metros de la del AVE, s¨ªmbolo de la modernidad ferroviaria, suena con estr¨¦pito el silbato de un tren de ¨¦poca de color verde que evoca tiempos pasados. Es el Tren dels Llacs (Tren de los Lagos), que est¨¢ a punto de iniciar uno de los viajes m¨¢s placenteros que uno pueda imaginarse, un viaje que bordea los pantanos de Sant Lloren? de Mongai, Camarasa, Cellers y Sant Antoni.

El romanticismo de este tren tur¨ªstico no est¨¢ en la historia de su locomotora y vagones, rescatados de desguaces por la Asociaci¨®n para la Reconstrucci¨®n y Puesta en Servicio de Material Ferroviario Hist¨®rico (ARMF), sino en la belleza y espectacularidad del paisaje leridano por el que corre hasta llegar a La Pobla de Segur, a las puertas del Pirineo. Las vistas panor¨¢micas desde la ventanilla, que sube y baja a gusto del viajero, hacen que trayecto sea una experiencia inolvidable.

Este a?o, el tren tiene previsto realizar 26 viajes hasta el 29 de septiembre, todos en s¨¢bados. La principal novedad es que el convoy de seis vagones -uno de ellos destinado a cafeter¨ªa con asientos con mesa- no est¨¢ tirado por la tradicional La Garrafeta, en reparaci¨®n en los talleres de la ARMF de Lleida. Esta locomotora de vapor de 1960, que despertaba admiraci¨®n a su paso, ha sido sustituida por otras dos de diesel de 1968. Los seis vagones? de los que tira eran en 1950 coches de primera clase y se caracterizan por ser espaciosos y c¨®modos, algo inusual en los modernos trenes actuales.

La ausencia de La Garrafeta, que solo realizaba el tramo entre Lleida y Balaguer, supone una peque?a decepci¨®n para algunos pasajeros que esperaban ver delante del convoy a la locomotora a vapor Beyer-Garratt, una m¨¢quina articulada concebida para trazados sinuosos y con fuertes rampas donde se necesita la m¨¢xima potencia y esfuerzo. Catalu?a fue pionera en la adopci¨®n de este sistema y a finales de la d¨¦cada de 1920 se adquirieron ocho unidades. La ARMF es la propietaria de La Garrafeta, construida en 1960 en Bilbao siguiendo un dise?o original ingl¨¦s de 1930. En alguna ocasi¨®n, esta locomotora ha tirado del Tren de la Fresa, que une Madrid y Aranjuez.

El Tren dels Llacs est¨¢ teniendo m¨¢s ¨¦xito del que esperaban sus promotores, Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC) y la Diputaci¨®n de Lleida. La pasada temporada registr¨® una ocupaci¨®n media del 96 %, con un total de 4.518 pasajeros, que reciben un obsequio de bienvenida mientras dos figurantes disfrazados de ferroviarios de principios del siglo XX amenizan la partida y el trayecto que dura dos horas.

Como novedad, este 2012 los viajeros pueden disfrutar durante el viaje de regreso de una degustaci¨®n gastron¨®mica (coca de recapte, una base de masa fina de pan con verduras, y vino) en Balaguer, en el viaje de regreso, como gentileza del ayuntamiento de la ciudad. El tren tur¨ªstico utiliza la misma v¨ªa que conecta Lleida con La Pobla de Segur, de 90 kil¨®metros. Esta l¨ªnea forma parte de un gran proyecto internacional de 850 kil¨®metros que deb¨ªa conectar Baeza (Ja¨¦n) con la ciudad francesa de Saint-Girons (Ari¨¨ge), pasando por Albacete, Utiel, Teruel y Lleida. El primer tramo entre Lleida y Balaguer entr¨® en servicio en 1924, pero no ser¨ªa hasta 1951 que el tren llegar¨ªa a La Pobla, donde finaliza el itinerario.

El Tren dels Llacs parte de la estaci¨®n de Lleida con puntualidad suiza, a las 10.30 horas y con 221 de las 224 plazas disponibles ocupadas. ¡°Si llegas a las 10.31 ya no lo coges¡±, advierte Nuri, la azafata que atiende a los viajeros durante el trayecto. Hoy, sin embargo, se producir¨¢ un hecho que no es habitual. Isabel y Jordi, de Tarragona, han perdido el tren porque pensaban que part¨ªa a las 11.00 horas. Han tenido suerte porque unos amigos han advertido a Nuri de la ausencia y el tren los ha esperado casi 15 minutos en Balaguer, la ¨²nica estaci¨®n intermedia en la que tiene parada y donde subir¨¢ un grupo de jubilados de Valldoreix. ¡°Una an¨¦cdota m¨¢s para contar de este viaje¡±, se?ala Isabel con humor.

El itinerario es de lo m¨¢s variado. Del paisaje uniforme de la f¨¦rtil huerta y de los extensos campos de frutales de la comarca del Segri¨¤ se pasa, una vez superado Balaguer, a una abrupta y espectacular orograf¨ªa.

Si viajar en este tren ya es un regalo, lo que ver¨¢n nuestros ojos a lo largo del trayecto un privilegio. Cuando se llega al primer lago artificial, el de Sant Lloren? de Mongai, y a las primeras estribaciones de las sierras de Mont-roig i Montsec, una zona pintoresca, reserva natural de fauna salvaje y paraje ideal para la observaci¨®n ornitol¨®gica, los viajeros se acomodan ante las ventanillas para capturar estampas ¨²nicas.

El tiempo parece haberse detenido y las c¨¢maras fotogr¨¢ficas empiezan a echar humo. La velocidad que lleva el tren no es excesiva -60 kil¨®metros por hora de media-, pero son tantas las emociones que se suceden que casi no da tiempo a digerirlas. De vez en cuando, desde megafon¨ªa se informa de los lugares por los que pasa. ¡°Este es un punto de partida para realizar excursiones por el Montsec y un enclave privilegiado para la observaci¨®n del universo¡±, se escucha al pasar por a La Baron¨ªa de Sant O?sme, que refleja sobre las aguas de Camarasa su torre circular, estampa de poder medieval.

¡°Para algunos va muy lento, pero yo preferir¨ªa que fuera m¨¢s lento e incluso que hiciera breves paradas para poder disfrutar de las panor¨¢micas¡±, propone Jordi, un aficionado a la fotograf¨ªa de naturaleza. El resto del viaje ser¨¢ un continuo safari fotogr¨¢fico, solo interrumpido por la entrada del convoy en alguno de los 41 t¨²neles que jalonan el recorrido, el m¨¢s largo de 3,5 kil¨®metros.

De repente se hace de noche. Despu¨¦s de superar el primer t¨²nel, el tren, que circula siempre bordeando los lagos y el r¨ªo Noguera Pallaressa, empieza a desafiar los caprichos naturales y se adentra en el coraz¨®n de la monta?a. Las muestras de admiraci¨®n y asombro arrecian entre el pasaje al llegar al lago de Camarasa y al desfiladero de Terradets, para¨ªso de los escaladores y puerta emblem¨¢tica de la comarca del Pallars Juss¨¤. Aqu¨ª la l¨ªnea del tren, el r¨ªo y la carretera C-13 comparten el escaso espacio que queda entre las dos paredes verticales del desfiladero, impresionantes de verdad, de m¨¢s de 500 metros de altura.

A partir de este punto, el paisaje se ensancha y se vuelve m¨¢s relajante. El tren atraviesa el pantano de Cellers, con apariencia de lago natural, en cuyo espejo de aguas tranquilas se reflejan los exuberantes bosques de ribera y las cumbres pirenaicas. Es la zona de los dinosaurios, de los castillos medievales y de la majestuosa sierra del Montsec, donde cada piedra explica la herencia viva del paso del tiempo.

Atr¨¢s han quedado los momentos de mayor espectacularidad y en los que el tren ha gravitado entre precipicios. Ahora le toca enfilar hac¨ªa su destino, La Pobla, aunque el tramo final nos tiene reservadas otras maravillas paisaj¨ªsticas cuando atraviesa longitudinalmente la l¨¢mina de agua del pantano de Sant Antoni.

El viaje se ha convertido en una experiencia paisaj¨ªstica y emocional ¨²nica. La realidad ha superado todas las expectativas. Es una ruta tur¨ªstica que se puede hacer solo, con amigos y en familia. Las tres modalidades pueden resultar igual de gratificantes si uno se deja llevar por las emociones y se olvida del estr¨¦s y las prisas de la vida diaria.

Los pasajeros del Tren dels Llacs son b¨¢sicamente familias con hijos peque?os y grupos de personas que no llevan mucho tiempo jubiladas y pertenecen a alg¨²n club. El 70 % de los viajeros procede de Barcelona y de su ¨¢rea metropolitana y el resto es de Lleida. Los viajeros de Girona y Tarragona son los menos numerosos. Y el porcentaje, por ahora, de turistas personas procedentes de fuera de Catalu?a es residual, aunque FGC quiere aumentarlo.

La familia Rius de Barcelona contrat¨® el viaje porque unos amigos se lo recomendaron. ¡°Nos han dicho que vale la pena hacerlo por el paisaje¡±, se?ala Carles con su hijo Arnau a cuestas antes de subir al vag¨®n. Han llegado en coche a Lleida porque los horarios de los trenes Avant no se ajustaban a los del tren tur¨ªstico. Una vez realizado el trayecto de ida explica que la experiencia ha resultado gratificante. ¡°Nosotros tambi¨¦n lo vamos a recomendar. Nos ha impresionado todo, pero sobre todo la espectacularidad del desfiladero de Terradets¡±, a?ade.

Nueve amigos de Lleida (Dol?a, Albert, Marta, ?ngel, Anna, Mar¨ªa, Almudena, Josep Llu¨ªs y Albert) confiesan que es la primera vez que se suben al tren tur¨ªstico. ¡°Contratamos el viaje con un mes de antelaci¨®n y no encontramos plazas vac¨ªas hasta hoy. Lo que buscamos¡±, dice uno de los chicos, ¡°es disfrutar del paisaje, desconectar del trabajo diario y pasar un d¨ªa agradable con los amigos¡±.

¡°La experiencia ha sido muy agradable¡±, explica otro del grupo despu¨¦s de llegar a La Pobla. ¡°El trayecto ha durado dos horas, pero no se me ha hecho largo. El paisaje, espectacular y con una perspectiva diferente a la que se tiene desde la carretera. El viaje est¨¢ bien organizado, aunque le podr¨ªan llamar ¡°El Tren de los T¨²neles¡±, a?ade un tercero.

Si puntual fue la salida, tambi¨¦n lo ha sido la llegada al final del trayecto en La Pobla de Segur. Quedan cinco horas para emprender el viaje de regreso. ¡°?Y ahora qu¨¦ hacemos?¡±. Las opciones son quedarse en La Pobla y visitar los pocos atractivos que ofrece la poblaci¨®n (el conjunto modernista de Casa Mauri, el molino de aceite, el Museu dels Raiers y la f¨¢brica de licores Portet (con degustaci¨®n de Rataf¨ªa incluida) o contratar previamente en la agencia Pirineu Emoci¨® de La Pobla una excursi¨®n por la zona.

Las salidas m¨¢s habituales son a Sal¨¤s de Pallars, villa t¨ªpica conocida por las tiendas-museo que recrean el comercio antiguo; a Gerri de la Sal, con sus salinas y los restos del monasterio benedictino de Santa Mar¨ªa; al museo hidroel¨¦ctrico de la Vall Fosca; al castillo de Mur; a la iglesia g¨®tica Valldeflors de Tremp y al Centro de Observaci¨®n del Universo (COU) de ?ger.

Los pasajeros son un¨¢nimes al definir el viaje que acaban de realizar: ¡°Corto, intenso, sorprendente e inolvidable¡±.