¡°Rajoy no ha demostrado a¨²n tener una hoja de ruta clara¡±

Pregunta.?Con Rajoy bien?

Respuesta. Seg¨²n como queramos identificarlo. Al igual que con Zapatero. Una relaci¨®n afable, amena. A partir de ah¨ª, di¨¢logo franco y disposici¨®n al consenso. Y si hay una gu¨ªa de actuaci¨®n clara por parte del Gobierno espa?ol, desde ese di¨¢logo leal veremos si hay posibilidad de entendimiento.

P. ?Factible a d¨ªa de hoy?

R. El problema es que hasta el presente no vemos una hoja de ruta. Pese a su mayor¨ªa absoluta, el Ejecutivo de Rajoy no ha tenido transparencia ni ha dejado claro hacia d¨®nde quiere ir. Ni en materia de bienestar, ni en lo que se refiere a la clarificaci¨®n del autogobierno vasco o los pasos a dar en el camino hacia la pacificaci¨®n.

P. ?Le inspira confianza el Gobierno central en materia de pacificaci¨®n?

R. Creo que el presidente actual es consciente tambi¨¦n de que estamos en otro tiempo diferente tras el anuncio de cese definitivo de ETA. Consciente, pese a las cr¨ªticas que incluso yo le he trasladado por declaraciones como las del ministro de Interior, que un d¨ªa parece que van en una direcci¨®n y al siguiente en otra. Tengo la esperanza de que el PP pueda superar sus propios discursos del pasado.

P. ?Ha percibido un gran cambio en relaci¨®n con el anterior Gobierno de Zapatero?

R. No. Hasta los ¨²ltimos meses de su mandato, el Ejecutivo de Zapatero no se caracteriz¨® por tener un discurso diferente al del PP en pol¨ªtica antiterrorista. A ambos le corresponde la autor¨ªa del pacto que dio origen a la Ley de Partidos Pol¨ªticos que se ha aplicado arbitrariamente. Y fue el PSOE el que activ¨® a la Fiscal¨ªa General del Estado para no permitir el registro de Sortu. Tampoco veo que en pol¨ªtica penitenciaria haya nada extraordinariamente diferente. Las diferencias son de otro tipo.

P. ?Cu¨¢les?

R. Estoy seguro de que el Gobierno actual del PP tiene m¨¢s respaldo que ning¨²n otro precedente para afrontar el nuevo tiempo ante el que estamos. Lo digo porque no va a tener al PSOE enfrente en esta materia. El problema es que est¨¢ condicionado por discursos internos que pueden provocar tensiones, incluso con determinados ¨¢mbitos de la opini¨®n p¨²blica espa?ola. Esa atadura es su mayor obst¨¢culo.

P. ?Se est¨¢n dando pasos al ritmo adecuado?

R. Teniendo en cuenta las circunstancias mencionadas, no cabe otra cosa que valorar los pasos que se est¨¢n dando.

P. ?Los valora tambi¨¦n la izquierda abertzale?

R. Estoy convencido de que s¨ª, de que hay diferencias entre el discurso p¨²blico y el interno. Como el PP, la izquierda abertzale es cautiva de sus pronunciamientos previos, pero sabe que la realidad es absolutamente diferente a lo que cuenta.