Un a?o y todo igual

El 1 de julio de 2011 Xavier Trias era investido alcalde de Barcelona con un gobierno en minor¨ªa. La ciudad viv¨ªa entonces, y hoy, una crisis econ¨®mica de final incierto. M¨¢s all¨¢ de las proclamas electorales, exist¨ªa cierta expectaci¨®n por ver c¨®mo desplegaba la formaci¨®n nacionalista su proyecto de ciudad. En la primera d¨¦cada del siglo XXI la ciudad se ha globalizado y ha tomado conciencia de que el exitoso modelo Barcelona de los dos ¨²ltimos decenios del siglo XX ¡ªgrandes transformaciones urbanas impulsadas por grandes acontecimientos globales¡ª hab¨ªa perdido credibilidad y fortaleza como proyecto pol¨ªtico: los males de la burbuja inmobiliaria y un exceso de especulaci¨®n privada sobre el espacio urbano hab¨ªan generado la sensaci¨®n de que el ¨¦xito de Barcelona y de su marca se distanciaba de la vida cotidiana de sus ciudadanos. El estallido de la crisis en 2008 amplifica esta situaci¨®n.

Este era el contexto de las municipales de 2011 y los ciudadanos dieron la victoria a CiU. Un a?o despu¨¦s, sin embargo, sigue sin visualizarse un proyecto nuevo para la Barcelona global. En medio de un horcajo de posiciones de los diferentes concejales, el alcalde Trias ha decidido reinar desde lejos, no cerrar ning¨²n acuerdo estable con ning¨²n partido y hacer suya la cacareada expresi¨®n qui dies passa, any empeny. El resultado: se ha acabado imponiendo la inercia, el continuismo de aquello que ya funcionaba, evitando cualquier iniciativa de un cierto grosor pol¨ªtico. Barcelona ha ido desapareciendo del panorama catal¨¢n y espa?ol como sujeto pol¨ªtico. Es evidente que no es la mejor estrategia para la ciudad: Barcelona necesita un gobierno fuerte, con liderazgo potente, que permita aumentar la confianza de los ciudadanos ¡ªla verdadera prima de riesgo de la democracia¡ª y un proyecto renovado que responda a la crisis y ofrezca esperanza en el futuro. Treinta y dos a?os en la oposici¨®n bien merec¨ªan un modelo propio.

El ¨²nico proyecto futuro es Eurovegas. Es una l¨¢stima que cuando m¨¢s se necesita agudizar el ingenio entreguemos la ciudad a las ruletas

Barcelona ha sabido construir propuestas genuinas para adaptarse al curso de la historia. Lo hizo con el Eixample de Cerd¨¤ y con las dos exposiciones universales facilitando adaptar la ciudad al nuevo paradigma industrial; lo hac¨ªa el 92 con unos Juegos que serv¨ªan para transitar de una econom¨ªa industrial a una de servicios, o a?os m¨¢s tarde con el 22@ la ciudad avanzaba hacia las nuevas exigencias de la econom¨ªa del conocimiento. Barcelona, hoy, puede convertirse en locomotora para sacarnos de la crisis, pero hace falta un proyecto que sepa aprovechar todo el potencial de la ciudad y un liderazgo que permita ir m¨¢s all¨¢ de la mera gesti¨®n de los servicios municipales. Sus ingredientes, cinco: la apuesta decidida por la I+D+I y la producci¨®n cultural, indispensable para mejorar la productividad y la proyecci¨®n de la ciudad; un plan de mejora de la educaci¨®n en todas las etapas, necesaria para mejorar las capacidades de ciudadanos cr¨ªticos en un contexto complejo; la integraci¨®n metropolitana, el Plan Bes¨°s con la Sagrera y Gl¨°ries como nueva ¨¢rea de centralidad; 20 planes integrales en los barrios de mayor riesgo de fractura social, y continuar con las pol¨ªticas activas de ocupaci¨®n, una Barcelona Activa de ¨¢mbito metropolitano que d¨¦ respuesta a los m¨¢s de 113.000 parados de la ciudad. Cinco elementos situados en las ant¨ªpodas del ¨²nico proyecto que planea sobre la ciudad, Eurovegas. Es una l¨¢stima que cuando m¨¢s se necesita agudizar el ingenio entreguemos la ciudad a las ruletas. La ausencia del gobierno municipal en el debate es la prueba irrefutable de la ausencia de un proyecto de ciudad: nada que pueda sonar a barcelon¨¦s guarda relaci¨®n con este complejo ideado por el magnate Adelson.

En este contexto, la propuesta del PAM del gobierno sigue siendo gen¨¦rica, con objetivos y actuaciones que quieren abrazar tantos ¨¢mbitos de la gesti¨®n municipal que no deja entrever una direcci¨®n clara. M¨¢s que perdigonadas, la ciudad exige acciones bien articuladas, de mucha ambici¨®n estrat¨¦gica y poca ret¨®rica grandilocuente pensando en el corto plazo ¡ªpaliar los efectos m¨¢s duros de la crisis¡ª y en la apuesta por el crecimiento en el largo plazo ¡ªla integraci¨®n metropolitana y la educaci¨®n son la clave¡ª. Bajo esta premisa el PSC ha ofrecido di¨¢logo y acuerdo con el gobierno, con el convencimiento de que una situaci¨®n grave como la actual merece soluciones arriesgadas y valientes. Si el balance de este primer a?o se cronifica en los siguientes, habremos perdido demasiadas oportunidades, cuando somos muchos los que opinamos que la respuesta a la crisis, en buena medida, pasa por Barcelona. ?Sabr¨¢ Trias aprovechar la oportunidad que le brindamos o todo seguir¨¢ igual? Solo de ¨¦l depende.