El TSJ vuelve a forzar a la Generalitat a aceptar el t¨¦rmino ¡°lengua catalana¡±
La sentencia estima parcialmente la reclamaci¨®n de la Universitat Jaume I Durante una d¨¦cada Educaci¨®n, ha objetado 35 sentencias del TSJ, Supremo y Constitucional
Una nueva vuelve a obligar a la Generalitat Valenciana a aceptar el t¨¦rmino ¡°lengua catalana¡± como el establecido y reconocido ¡°acad¨¦micamente¡± entre la comunidad cient¨ªfica. Asimismo, el fallo de la secci¨®n 5 de la sala de Lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ordena al Gobierno auton¨®mico a recoger dentro de los estatutos universitarios el t¨¦rmino propuesto por el Claustro de la Universitat Jaume I de Castell¨®n sobre el ¡°¨¢mbito ling¨¹¨ªstico catal¨¢n¡±.
Durante casi una d¨¦cada el departamento valenciano de Educaci¨®n se ha negado sistem¨¢ticamente acatar las 35 sentencias dictadas por tres tribunales (el Tribunal Superior de Justicia, el Tribunal Supremo y el Constitucional) sobre la unidad ling¨¹¨ªstica del catal¨¢n y el valenciano.
Esta pol¨ªtica de insumisi¨®n y de recursos ha costado miles de euros a las arcas p¨²blicas (16.500 euros), incluyendo sentencias que han sido aut¨¦nticos varapalos que han llevado a la Generalitat a enfrentarse en paralelo a cargos ¡°incumplimiento de sentencia¡±, ¡°prevaricaci¨®n¡± y ¡°malversaci¨®n de fondos p¨²blicos¡±.
Incluso, un juez del TSJ, el magistrado Rafael Manzana Laguarda, conden¨® a la Generalitat a pagar las costas porque imput¨® a la Administraci¨®n valenciana una conducta de desobediencia, que calific¨® de ¡°temeraria¡± ante tanto incumplimiento.
Esta pol¨ªtica de insumisi¨®n y de recursos ha costado miles de
La rendici¨®n lleg¨® en mayo de 2010, cuando la Generalitat sac¨® por fin la bandera blanca en su persecuci¨®n contra el valenciano y acept¨® que la ¨²nica titulaci¨®n reconocida en el Estado es la de Filolog¨ªa Catalana y que deb¨ªa aceptar el t¨¦rmino ¡°lengua catalana¡± en las disposiciones oficiales, como la convocatoria de oposiciones, y en los estatutos universitarios.
Desde que en 2002, la Generalitat, entonces gobernada por el dimitido Francisco Camps, introdujo la obligaci¨®n de certificar el conocimiento del valenciano para acceder al cuerpo de profesores de Primaria y Secundaria, se ha negado -convocatoria tras convocatoria- a eximir del examen de valenciano a los titulados de Filolog¨ªa Catalana. Esto provoc¨® un ¨¦xodo durante a?os de profesores y maestros en busca de plazas en Catalu?a o Baleares.
En el camino ha quedado una ingente y desproporcionada jurisprudencia consolidada, incluida la sentencia del Tribunal Constitucional, sobre las dos cuestiones que el PP valenciano ha negado desde que lleg¨® al poder en 1995.
Primero, que ¡°hay campos del saber caracterizados por la homogeneidad de su objeto de conocimiento, una com¨²n tradici¨®n hist¨®rica y la existencia de comunidades de investigadores, nacionales o internacionales¡±.
El segundo elemento clarificador com¨²n de las sentencias es que ¡°la licenciatura de Lengua o Filolog¨ªa Catalana avala sobradamente el conocimiento de la lengua de esta Comunidad, denominada oficialmente valenciana en su Estatuto de Autonom¨ªa, y, en el ¨¢mbito acad¨¦mico, catalana¡±.
Menos valenciano, m¨¢s ingl¨¦s en las escuelas
En plena vor¨¢gine de reformas y contrarreformas, el PP ha vuelto a proponer hoy una nueva ley educativa, en la que, seg¨²n las declaraciones de principios del ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert, se primar¨¢n m¨¢s horas de estudio del castellano, matem¨¢ticas e ingl¨¦s.
Esta propuesta es previsible que devenga en un recorte de las competencias en materia ling¨¹¨ªstica de las que han gozado hasta ahora para fijar el 45% del curriculum y del horario lectivo.
De entrada, la Consejera de Educaci¨®n del tercer presidente del PP en la Generalitat, Alberto Fabra, ha presentado ya al Consell Escolar Valenciano una proyecto de decreto de pluriling¨¹ismo para introducir el ingl¨¦s desde los 3 a?os que elimina de un plumazo uno de los tres programas ling¨¹¨ªsticos aprobados en 1983 en la Llei d¡¯?s i Ensenyament del Valenci¨¤ en las Cortes por consenso de todos los grupos pol¨ªticos de la Transici¨®n.
El borrador de decreto consagra la eliminaci¨®n de los programas de incorporaci¨®n progresiva
La consejera Mar¨ªa Jos¨¦ Catal¨¢ propone la eliminaci¨®n de los programas de incorporaci¨®n progresiva por el que los centros educativos que eligen este programa dan, adem¨¢s de la materia de Lengua y Literatura valenciana, un m¨ªnimo de otra asignatura m¨¢s en valenciano (Coneiximent del Medi) y tienen la posibilidad de ampliar el horario lectivo de valenciano.
Catal¨¢ tampoco ha autorizado la decena de colegios que desde a?os quiere cambiar a l¨ªnea en valenciano y que, tras la documentaci¨®n en regla y la autorizaci¨®n de sus respectivos consejos escolares, sigue sin poder implantar el valenciano como lengua vehicular.
Tampoco incluye la reivindicaci¨®n hist¨®rica de que haya una catalogaci¨®n de puestos ling¨¹¨ªsticos de Secundaria en valenciano, con lo que la falta de profesorado especializado capacitado en la lengua propia, reduce a la mitad la matr¨ªcula de valenciano cuando los alumnos llegan a los institutos.
En la actualidad 222.236 alumnos de 881.000 estudian en valenciano, la mayor¨ªa en colegios de Primaria (158.830), ya que en Secundaria no hay la mismo proporci¨®n de l¨ªneas en valenciano (la matr¨ªcula cae a 63.406 alumnos).
Y para contentar a los grupos defensores del castellano, el decreto, en un gesto ins¨®lito en el ¨¢mbito acad¨¦mico, permite que las familias elijan en qu¨¦ idioma se examinan sus hijos de castellano, valenciano e ingl¨¦s. Toda una incongruencia pedag¨®gica.
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