Seis a?os de silencio administrativo
Familiares de las v¨ªctimas del accidente de metro de Valencia piden ¡°justicia¡±
Les siguen sin salir las cuentas. No entienden c¨®mo es posible que con 43 personas fallecidas y 47 heridas que a¨²n conservan secuelas no se haya reabierto el caso que esclarezca qu¨¦ pas¨® aquel 3 de julio de hace seis a?os. Ocurri¨® a las 13.05, poco antes de la hora punta, y fue el mayor accidente de ferrocarril de Europa. Por eso, varias decenas de familiares de las v¨ªctimas del suceso en la l¨ªnea 1 de metro se reunieron este martes para homenajear a los fallecidos y exigir, un a?o m¨¢s, la reapertura del caso.
¡°Nos queda la esperanza¡±, ley¨® Beatriz Garrote, presidenta de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas 3 de Julio (AV3J), ¡°y el que espera que alg¨²n d¨ªa se sepa la verdad y se haga justicia, aguanta y resiste¡±. ¡°Necesitamos conocer la verdad para poder seguir con nuestras vidas¡±, remarc¨®. Tambi¨¦n declar¨® que, despu¨¦s de seis a?os, ¡°nadie ha asumido ninguna responsabilidad¡± y denunci¨® que la Comisi¨®n Parlamentaria ¡°no fue objetiva¡±.
Con un emotivo silencio de cinco minutos que finaliz¨® entre aplausos, los asistentes se acercaron por la ma?ana a depositar claveles blancos en el lugar elegido para mantener viva la memoria. La mayor¨ªa de los congregados se secaba las l¨¢grimas en silencio, compungidos por el dolor de la p¨¦rdida. ¡°El tren fue destruido y el libro de aver¨ªas no ha aparecido¡±, explicaba Amparo Medina, hermana de una de las v¨ªctimas, ¡°Pero aqu¨ª no pasa nada¡±, lamentaba.
Tres m¨²sicos de la banda El Rossejat, de Torrent (de donde proced¨ªan 16 de los fallecidos) entonaron la Procesi¨®n de la Memoria. ¡°Lo primero que me entra al recordarlo es una peque?a depresi¨®n¡±, indic¨® Sento Beguer, concejal de Comprom¨ªs de esta localidad, ¡°ligada a una irremediable sensaci¨®n de impotencia y rabia¡±. ¡°Me pregunto si al Ayuntamiento, que presume de caridad cristiana, no les remueve la conciencia la incertidumbre de estas personas¡±, continu¨®, ¡°porque cada a?o es peor. Aunque espero que alg¨²n d¨ªa haya justicia¡±.
En el lugar, miembros del PSPV, como Jorge Alarte o Pedro S¨¢nchez, de EUPV, como Amadeu Sanch¨ªs, o de la coalici¨®n Comprom¨ªs destacaron la ausencia de personalidades del Consell y exigieron que se reabra la investigaci¨®n ¡°m¨¢s corta de la historia de las Cortes Valencianas¡± como un ¡°gesto democr¨¢tico¡± con los familiares.
¡°Cada a?o es peor. Se siente m¨¢s rabia e impotencia¡±, dice uno de los asistentes
El recuerdo se extendi¨® a lo largo del d¨ªa. Desde la ofrenda de por la ma?ana en la esquina donde ocurri¨® el accidente, en las calles San Vicente con Ro?s de Corella, hasta una concentraci¨®n por la tarde en la plaza de la Virgen. Los familiares tambi¨¦n ofrecieron una misa en la iglesia de San Lorenzo.
El acto de la tarde cont¨® con la participaron del escritor Alfons Cervera, el m¨²sico Pau Alabejos o el exdirector del Muvim Rom¨¢n de la Calle, entre otros. ¡°Hay mucha mentira e hipocres¨ªa, porque si sintieran algo nos recibir¨ªan¡±, comentaba, en alusi¨®n al Gobierno, la hermana de una de las v¨ªctimas, ¡°subir los impuestos s¨ª, pero atender a los que sufrimos no. Solo puedo decir que son unos sinverg¨¹enzas¡±, protestaba.
¡°De repente, pas¨¦ a tener 80 a?os de por vida¡±
Ana Esplugues tiene 32 a?os y varias cicatrices desde que, hace seis a?os, tomara la l¨ªnea 1 del metro despu¨¦s de una reuni¨®n de trabajo. Es enfermera. Volv¨ªa de cerca del hospital de La Fe cuando se mont¨® junto a una compa?era en el primer vag¨®n del convoy que iba hacia Torrent. Estaban de pie cuando notaron que el tren ¡°se mov¨ªa muy r¨¢pido y traqueteaba¡±. De s¨²bito, not¨® una abrupta oscilaci¨®n de la que solo recuerda la oscuridad. Le faltaba el aire. Toc¨® el suelo y dio cuenta de que ¡°eran las v¨ªas¡±. La subieron al and¨¦n y all¨ª pregunt¨® por su compa?era, que se encontraba bien aunque perdi¨® al ni?o que llevaba en su vientre y que ahora sufre dolores de rodilla. Tambi¨¦n se encontr¨® con una colega de profesi¨®n que la atend¨ªa y le pidi¨® que avisara a sus padres. Despu¨¦s se pas¨® dos meses en el hospital. All¨ª cumpli¨® los 27 a?os. Fue ingresada por politraumatismo y a¨²n conserva secuelas: ¡°No puedo hacer deporte y tengo el pie fastidiado¡±, confiesa, ¡°y, adem¨¢s, tengo que descansar cada poco y no puedo coger peso¡±, enumera. Ana Esplugues lo puede contar. Es m¨¢s, ha sido capaz de volver a tomar el metro o el tranv¨ªa, aunque este ¡°a veces se mueve demasiado y da m¨¢s cosa¡±. Es una de las 90 v¨ªctimas que, junto al c¨ªrculo de familiares y amigos, sufri¨® la tragedia del 3 de julio de hace seis a?os. Al relatar su historia, apenas se queja de estos a?os de ¡°silencio¡±, ¡°sin que nadie d¨¦ la cara¡±. A pesar de que el colectivo exija una reapertura del caso y reclame ¡°justicia y no una compensaci¨®n econ¨®mica¡±. Adem¨¢s, este a?o han insistido en que Ferrocarrils Comunidad Valenciana (FGV) contrat¨® a otras empresas para ¡°fijar las respuestas¡± de la Comisi¨®n de Investigaci¨®n, ¡°aleccionando a los t¨¦cnicos en sus respuestas¡±.
El Cercle Obert de Benicalap, por ejemplo, envi¨® ayer al Congreso, a la Fiscal¨ªa General y al S¨ªndic de Greuges la demanda de una investigaci¨®n ¡°independiente y objetiva¡± sobre el suceso. Tambi¨¦n solicit¨® un reconocimiento p¨²blico de que el accidente era ¡°previsible y evitable¡±. Seg¨²n detall¨® el colectivo, se debe identificar a los responsables intelectuales ¡°que tejieron una trama de mentiras y falsedades en torno a la instrucci¨®n judicial¡±, recavar informaci¨®n y contrastar an¨¢lisis.
Porque, como explica Ana Esplugues, ¡°lo que m¨¢s me cost¨® fue hacerme a la idea de que, de repente, es como si tuviera 80 a?os de por vida¡±.
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