Viladecans plasma el mundo de Espriu en un libro de bibli¨®filo
El pintor interpreta Sinera en una exquisita antolog¨ªa
Corr¨ªa el a?o 1966 y Joan-Pere Viladecans a¨²n no era un pintor reconocido, solo un joven con talento, cuando decidi¨® ir a ver Salvador Espriu, por entonces ya un monstruo sagrado de las letras catalanas, para ense?arle las pinturas que hab¨ªa hecho para Can?ons de la roda del temps. ¡°Me pas¨¦ d¨ªas dando vueltas a la manzana, buscando el valor para tocar el timbre. Cuando Espriu me recibi¨®, me hizo un interrogatorio exhaustivo, quer¨ªa conocer el significado de cada mancha, l¨ªnea o forma¡±, explica sentado en el edificio donde viv¨ªa el poeta, ahora hotel Casa Fuster.
Si en las peque?as pinturas de su juventud Viladecans hab¨ªa intentado trasladar al papel el mundo de Espriu, musicado por Raimon, ahora acaba de acometer una empresa parecida, aunque mucho mayor. Se trata no de la ilustraci¨®n, sino de la interpretaci¨®n y traslaci¨®n del universo que Espriu cre¨® con poes¨ªa, prosa y dramaturgia, alrededor del mito de Sinera (Arenys al rev¨¦s), su mundo ideal, que, con motivo del pr¨®ximo centenario del nacimiento del poeta, Enciclopedia Catalana ha convertido en un libro de bibli¨®filo. Una publicaci¨®n que, adem¨¢s de una selecci¨®n de los textos m¨¢s significativos sobre Sinera, a cargo de Sebasti¨¤ Bonet, y de los dos poemarios completos Cementiri de Sinera y el Llibre de Sinera, despliega 25 pinturas a doble p¨¢gina de Viladecans, varios apuntes gr¨¢ficos (un cipr¨¦s estilizado, la nube, la ola¡), los nombres de los cap¨ªtulos escritos con arena, la cubierta con la reproducci¨®n de un manuscrito, la caja te?ida con el azul tan caracter¨ªstico del pintor y la colecci¨®n de baldosas, que acompa?a la edici¨®n.
Se han realizado 1.000 ejemplares de bibli¨®filo (2.990 euros) y 50 para coleccionista (5.900 euros), firmados con el dibujo de la caja personalizado. La pericia de Viladecans, que realiz¨® todas las obras de la medida original ¡°para predecir mejor el resultado¡± y su presencia continua durante el proceso de impresi¨®n, se plasma en unas texturas y unos claroscuros tan ver¨ªdicos que m¨¢s de una vez te obligan a tocar el papel para comprobar que no es tridimensional, sino el resultado de una impresi¨®n extraordinaria.
¡°Sinera es la patria chica, a?orada, perdida y siempre presente¡±, indica Viladecans, que mantuvo con Espriu una relaci¨®n continua aunque en la lejan¨ªa, hasta el punto de que el poeta le escribi¨® un texto para el cat¨¢logo de su exposici¨®n en el Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo de Madrid, en 1983. En ¨¦l habla de una ¡°pintura c¨ªclica, esencial, diseminada de elementos que se repiten¡±, casi las mismas palabras que 30 a?os despu¨¦s utiliza el artista refiri¨¦ndose a Espriu.
Para atrapar la atm¨®sfera, Viladecans, que tiene estudio en Canet de Mar, pase¨® durante d¨ªas por la playa de Arenys, empap¨¢ndose de olores, colores y sensaciones. ¡°Quer¨ªa hacer un trabajo de s¨ªntesis, encontrar im¨¢genes que dijeran lo m¨¢ximo con los m¨ªnimos elementos¡ no es solo cuesti¨®n de precisi¨®n, es intenci¨®n¡±.
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