Sastre y los ¨¢ngeles disidentes
Lluvia de ¨¢ngeles sobre Par¨ªs lleva una comedia polic¨ªaco-pol¨ªtico-fant¨¢stica al C¨ªrculo
Las fuerzas del Ministerio del Interior Celeste les tratan como a terroristas, pero ellos se consideran rebeldes en pie de paz contra el orden impuesto por un Dios envejecido y col¨¦rico. En su hasta ahora esc¨¦nicamente in¨¦dita Lluvia de ¨¢ngeles sobre Par¨ªs (1994), comedia polic¨ªaco-pol¨ªtico-fant¨¢stica estrenada por Antonio Malonda en el C¨ªrculo de Bellas Artes, Alfonso Sastre teje la trama de una revuelta urdida por ¨¢ngeles disidentes: ¡°En el cielo los cristianos son una minor¨ªa perseguida, y Jes¨²s, que no se lleva bien con su padre desde que lo envi¨® a que lo crucificasen, se encuentra arrinconado¡±, le dice el ¨¢ngel Gabriel, que es piloto de Air France para mantenerse en forma, a una limpiadora del aeropuerto de Orly.
Sastre, cuya querencia por el g¨¦nero negro fructific¨® luego en su corrosiva trilog¨ªa Los cr¨ªmenes extra?os, conduce la trama con exquisita ambig¨¹edad: ?ngel Custodio, ciudadano celeste en el exilio, se hospeda quiz¨¢ en un manicomio; Alicia, la limpiadora, confiesa ser una polic¨ªa infiltrada, para desmentirlo a rengl¨®n seguido; y la profesora Coindreau, que se presenta en la gendarmer¨ªa para denunciar la confabulaci¨®n ser¨¢fica, est¨¢ como una regadera, mientras que los conspiradores parecen gente exc¨¦ntrica pero conocedora de lo que tiene entre manos.
Lluvia de ¨¢ngeles sobre Par¨ªs
Autor: Alfonso Sastre. Int¨¦rpretes: Jes¨²s Rodr¨ªguez, Emi Ca¨ªnzos, Javier Sotorres, Luc¨ªa Esteso, Carlos B. Rodr¨ªguez, Yolanda Rino y Rub¨¦n Mart¨ªnez. Director: Antonio Malonda. C¨ªrculo de Bellas Artes.
?ngeles u orates, Sastre hace recaer sobre ellos no sin iron¨ªa la responsabilidad de dar un golpe de mano que ponga las cosas del derecho, as¨ª en la tierra como en el cielo. La comedia tiene pegada y suena muy actual en la versi¨®n de Malonda, que incorpora las minuciosas acotaciones del autor como si fueran apartes brechtianos. Puestos a retocar, de un plumazo de ala de querub¨ªn podr¨ªa retocarse ese cuadro ¨²ltimo en el que Sastre, despu¨¦s de gastar mucha guasa en las didascalias sobre las concesiones que est¨¢ haciendo al teatro comercial (sin hacer ninguna en realidad), redirige el rumbo argumental, se empe?a en dar una explicaci¨®n racional a lo sucedido y pierde altura vertiginosamente. El montaje y las interpretaciones tienen frescura y encanto, y la producci¨®n est¨¢ hecha sin un duro, con el atrezzo b¨¢sico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.