La ¨²ltima modernizaci¨®n

El PSOE ha realizado en Andaluc¨ªa una profunda transformaci¨®n de su c¨²pula de dirigentes regionales para que puedan seguir en los puestos claves los mismos dirigentes regionales. El cambio m¨¢s sustancial es la presencia de un nuevo n¨²mero dos en la ejecutiva, que ya era n¨²mero uno en el grupo parlamentario: Mario Jim¨¦nez. Este dirigente, que ya era dirigente, sustituye en la c¨²pula del PSOE-A a Susana D¨ªaz, la actual n¨²mero dos en el Gobierno y que ahora aspira a ser tambi¨¦n la n¨²mero uno en Sevilla. Visto con cierta distancia, podr¨ªamos concluir que estas dos personas se han repartido el peso de la renovaci¨®n del socialismo andaluz en el congreso de este fin de semana.

Concluido el c¨®nclave, se abre un nuevo periodo de renovaci¨®n interna para que puedan continuar tambi¨¦n en sus respectivas agrupaciones provinciales los mismos responsables que est¨¢n ya al frente de esas agrupaciones provinciales. La mayor¨ªa de los secretarios generales que se presentan a este cargo ya est¨¢n en el cargo y todos aspiran a sucederse a ellos mismos bajo id¨¦ntica premisa, da igual que sea oficialista o cr¨ªtico: la necesidad de modernizar la estructura y el discurso del socialismo andaluz. No ha habido un congreso de los socialistas en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas en el que no hubiera necesidad de modernizarse. La modernidad es el elixir de la eterna juventud de un partido pol¨ªtico, algo que se busca desde los tiempos inmemoriales pero cuyos ingredientes concretos no termina nadie de encontrarlos. No olvidemos que Andaluc¨ªa ha vivido, seg¨²n el PSOE, una primera y una segunda modernizaci¨®n. Incluso una tercera, creo. Ya es hora de que le toque al partido.

La que era presidenta del PSOE en Andaluc¨ªa, Rosa Torres, lo predijo los d¨ªas antes del c¨®nclave: ¡°Queremos y debemos renovarnos¡±. Renovar no es lo mismo que cambiar. Se renueva uno, mientras te cambian los dem¨¢s. En la renovaci¨®n va impl¨ªcito el quedarse; el cambio lleva aparejado algo nuevo. Los socialistas inician un nuevo momento hist¨®rico, ya que tras el congreso reclaman ¡°un antes y un despu¨¦s en el socialismo andaluz¡±. Una frase que nunca hab¨ªa dicho nadie antes y que resume la esencia de la modernidad en el pensamiento pol¨ªtico contempor¨¢neo.

El otro argumento esencial de todo dirigente socialista en Andaluc¨ªa que aspire a sucederse a ¨¦l mismo es la necesidad de recuperar el voto urbano. Explicado en plan simple, el voto urbano es un sufragio que los socialistas perdieron en el a?o 1995 en Andaluc¨ªa y del que nada m¨¢s se supo. Si no fuera por las hemerotecas, casi nadie se acordar¨ªa ya de que hubo un d¨ªa en que los socialistas arrasaban en las capitales y en las grandes ciudades. Eran tiempos en los que se reun¨ªa la Federaci¨®n Andaluza de Municipios y Provincias y los alcaldes del PP, IU y el PA, iban para darle color a los encuentros.

La mayor¨ªa de los dirigentes del PSOE andaluz, tanto en la nueva ejecutiva regional como en las previsibles nuevas agrupaciones provinciales, arrastran en sus espaldas un m¨ªnimo de tres derrotas electorales seguidas. A todos les salv¨® la campana en las ¨²ltimas andaluzas, cuando el PP se qued¨® a las puertas de lograr la mayor¨ªa absoluta. Ese d¨ªa, como L¨¢zaro, resucitaron. Y se inici¨® un nuevo pasaje b¨ªblico, el milagro del mantenimiento de los cargos y la desaparici¨®n de los ceses. Todo ello, merced al pacto con el hijo progre y pr¨®digo, el acuerdo pol¨ªtico con Izquierda Unida.

Olvidarse de ese antes para iniciar este despu¨¦s en el socialismo andaluz salido del congreso, como dir¨ªa Rosa Torres, es un mal comienzo. El PSOE perdi¨® las auton¨®micas por primera vez en treinta a?os, y ¨¦se deber¨ªa ser el punto de partida de su nueva c¨²pula dirigente. Si no han cambiado las principales personas que participaron de la derrota, deber¨ªan reflexionar sobre las causas que la motivaron. Quiz¨¢s eso les ayude al objetivo de modernizarse, renovarse y a algunos incluso, sencillamente a marcharse.