Superpotencia paleontol¨®gica
Restos de miles de macromam¨ªferos yacen en el cerro de Batallones, en Torrej¨®n de Velasco Las excavaciones, reci¨¦n reabiertas, han sacado a la luz piezas de gran valor cient¨ªfico
La Tierra guarda en su seno numerosas sorpresas. Una de ellas es la que atesora en su interior una bella y arcillosa loma del sur de Madrid rodeada de olivos, el cerro de Batallones. Es, quiz¨¢s, el m¨¢s importante yacimiento de animales carn¨ªvoros fosilizados de todo el mundo: osos, tigres de diente de sable, perros-osos, grandes aves¡ Aqu¨ª vivieron y perecieron hace al menos nueve millones de a?os, como aseguran los responsables de las excavaciones que, hasta finales de este mes, despliegan m¨¢s de 50 investigadores y estudiantes en el seno de esta colina cercana a la localidad de Torrej¨®n de Velasco.
Es el yacimiento de carn¨ªvoros m¨¢s importante del mundo
El trazado de la autopista de peaje R-4 fue desviado cuatro kil¨®metros para salvar la riqueza paleontol¨®gica del paraje, declarado en abril de 2001 Bien de Inter¨¦s Cultural por el Gobierno regional que, atrav¨¦s de Inmaculada Rus, supervisa el yacimiento, cuya direcci¨®n ejerce Jorge Morales, del Museo Nacional de Ciencias Naturales.
En tres campamentos distintos del cerro, equipos de paleont¨®logos, ge¨®logos, bi¨®logos y especialistas medioambientales se proponen incrementar sobre el terreno la colecci¨®n de 40.000 restos de otros tantos animales, herb¨ªvoros incluidos, hallados all¨ª a partir de su descubrimiento en 1991 por una empresa de extracci¨®n de sepiolita.
¡°Los ¨²ltimos hallazgos han sido un cr¨¢neo y el bastidor ¨®seo de un rinoceronte, de grandes proporciones, con su dentici¨®n de ambos maxilares perfectamente conservada¡±, explica el bi¨®logo ?scar San Isidro. Su colega Enrique Cantero anuncia nuevos descubrimientos: una mand¨ªbula de jirafa, entonces provista de potentes cuernos, as¨ª como caparazones de tortugas gigantes, esqueletos de perros-osos ¡ªun raro animal extinto¡ª, adem¨¢s de osamentas de tigres diente de sable y otros hallazgos.
Pero, sobre todo, la cincuentena de excavadores que laboran de sol a sol en el cerro madrile?o afronta el reto cient¨ªfico de completar y clasificar las secuencias evolutivas de una fauna paleontol¨®gica de impar riqueza, procedentes de 25 especies distintas de peces, reptiles, aves y macromam¨ªferos, hoy parcialmente desaparecidas y que solo all¨ª, en Batallones, por esas carambolas de la fortuna, sus restos han sedimentado de tal manera que permite a los cient¨ªficos el estudio de su secuencia, anatom¨ªa, sistemas de caza y aprovisionamiento, as¨ª como el del contorno ambiental en el que vivieron, su clima y h¨¢bitat.
¡°Lo normal en toda excavaci¨®n", explica el paleont¨®logo de la Universidad Complutense Manuel Hern¨¢ndez, uno de los responsable de Batallones 10, ¡°es que la proporci¨®n de herb¨ªvoros ¡ª-caballos, jirafas, mastodontes¡ª respecto de los carn¨ªvoros ¡ªosos, tigres de diente de sable¡ª, sea de nueve a uno a favor de aqu¨¦llos; pero en el caso del cerro de Batallones, aquella proporci¨®n se invierte, hecho que confiere una muy especial singularidad al yacimiento¡±, a?ade. La tan rara primac¨ªa de los carn¨ªvoros obedece a la naturaleza del terreno, arcilloso, que compone el sustrato de la loma y que guareci¨® los vestigios ¨®seos de la fragmentaci¨®n y abrasi¨®n que hubieran sufrido en otros sustratos distintos. La sepiolita depositada en los estratos m¨¢s bajos del subsuelo se encontraba parcialmente encofrada bajo placas discontinuas de s¨ªlex. ¡°Las oquedades formadas por esas rocas dibujaron unos laberintos interiores en forma de relojes de arena ¡ªpipings los llaman los anglosajones¡ª- con agua fresca en su ancha base interior. Los herb¨ªvoros acud¨ªan all¨ª abrevar; pero, con tan mala fortuna como para que la angostura del cuello de la fosa no les permitiera salir luego del abrevadero¡±, se?ala Manuel Hern¨¢ndez. ¡°All¨ª quedaban presos hasta su muerte, a la que concurr¨ªan los carn¨ªvoros, carro?eros incluidos, cuya gula, tras verse saciada, les sepultaba en la misma trampa en la que cayeron sus v¨ªctimas¡±.
Los f¨®siles se han conservado gracias a una estructura geol¨®gica ¨²nica
¡°Este circuito¡±, explica Juan Abella, paleont¨®logo de la Universidad Aut¨®noma y especialista en osos prehist¨®ricos, ¡°es el que ha brindado la oportunidad de reconstruir secuencias casi completas de procesos que en otros sitios paleontol¨®gicos presentaban discontinuidades que los convert¨ªan en inexplicables¡±.
Tal elenco de carn¨ªvoros all¨ª atesorado configura un patrimonio que convierte a la regi¨®n madrile?a en una superpotencia paleontol¨®gica en este tipo de vertebrados, cuyos principales vestigios cabe ver en el Museo Arqueol¨®gico Regional de Alcal¨¢ de Henares; m¨¢s precisamente, el cr¨¢neo, la mand¨ªbula y un f¨¦mur de otros tantos mastodontes hallados en Batallones 1 y 2 y el cr¨¢neo y esqueleto casi completamente articulado de un tigre de diente de sable.
Museo Arqueol¨®gico Regional. Martes a s¨¢bados, de 11.00 a 19.00. Domingos, de 11.00 a 15.00. Lunes cerrado. Plaza de las Bernardas s/n. Alcal¨¢ de Henares
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