Mariano Jones
Lo del ¡®C¨®dice¡¯ da para visitas guiadas al rocho de O Milladoiro y congresos sobre el autoodio
No s¨¦ si conocen el Romance de Don Gaiferos de Mormalt¨¢n, el cantar de ciego recogido por don Faustino Santalices, que cuenta la historia del anciano peregrino que llega exhausto a Compostela y dice, a la vista de la catedral: ¡°Gracias meu se?or Santiago, / aos vosos p¨¦s me tes xa, /si queres tirarme a vida,/ p¨®desma se?or tirar¡±. En efecto: ¡°O vello das brancas barbas / ca¨ªu tendido no chan¡±. El romance concluye: ¡°Iste ¨¦ un dos moitos miragres / que Santiago Ap¨®stol fai¡±. Nunca entend¨ª las razones del milagro de fulminar a un peregrino extenuado. Quiz¨¢ fuese que tambi¨¦n el Se?or Santiago escribe recto con renglones torcidos. Y quiz¨¢ tambi¨¦n lo del C¨®dicesea uno de esos casos de aparente desgracia que en el fondo deparan provechos.
De momento, ya ha tra¨ªdo algunos beneficios, o beneficios para algunos. Toda la sociedad ha salido ganando con la recuperaci¨®n del C¨®dice, claro. De entrada, tambi¨¦n los periodistas, que hemos tenido un buen tema para afrontar el est¨ªo, y varios incluso para hacer ejercicios de estilo amenizando la dura prosa de la versi¨®n oficial. La Catedral, desde luego, aunque hasta ahora no le haya hecho mucho caso al manuscrito, y lo haya recobrado sin apenas debate sobre las condiciones en que lo ten¨ªa y lo tendr¨¢ a partir de ahora. Y porque algo caer¨¢ para medidas de seguridad (adem¨¢s de los cuartos aprehendidos al electricista). Beneficios desde luego para Mariano Rajoy, que ha obtenido ¡ªsiempre y cuando se suspenda el sentido del rid¨ªculo¡ª la imagen de su presencia, por fin, en algo positivo (la ¨²ltima en varios a?os, me temo). Provecho tambi¨¦n para Feij¨®o, al que probablemente ni se le habr¨ªa pasado por la cabeza la machada de entregar el C¨®dice, pero ya que estamos, fue, y adem¨¢s dej¨® patente que tiene exactamente el mismo gusto en corbatas que Rajoy.
Coincidencia de corbatas aparte, el beneficio que espera el presidente Feij¨®o es sacar partido de la publicidad del suceso para ganar turistas o, como dijo la portavoz del Ayuntamiento de Santiago, Paula Prado, ¡°aprovechar esta desgracia para que Santiago est¨¦ en el centro del mundo¡±. Vamos a ver, si una ciudad a la que la gente lleva viniendo a pie desde todas partes desde hace mil a?os necesita que la pongan en el mapa, como dicen los pol¨ªticos, en Stuttgart o en Mosc¨² deben de estar muy deprimidos, y de Albacete o Madrid ya ni hablamos. Y en Fukushima deben estar content¨ªsimos. Lo que pasa es que en cuesti¨®n de turismo o infraestructuras, buena parte de los pol¨ªticos gallegos parecen adeptos del culto cargo, ese fen¨®meno religioso que surgi¨® en Australia y Melanesia cuando los abor¨ªgenes tuvieron contacto con las mercanc¨ªas occidentales, creyeron que eran un regalo de los ancestros en manos de los blancos, y mantienen la esperanza de que alg¨²n d¨ªa traer¨¢n m¨¢s y mejores.
Adem¨¢s, como saben en Compostela mejor que en ning¨²n sitio, para que funcionen estas cosas hay que armar una historia. Paula Prado lo expres¨® muy bien cuando se lament¨®: ¡°Lo que podr¨ªa haber sido un buen gui¨®n para una pel¨ªcula de Hitchcock o Spielberg, qued¨® en una de Berlanga o de Mart¨ªnez Soria¡±. Err¨® algo en los ejemplos. De Hitchcock no, que no hay ninguna rubia. Podr¨ªa haber sido algo tipo El nombre de la rosa, con el juez Ta¨ªn como fray Guillermo de Baskerville, o el De¨¢n en el del bibliotecario ciego Jorge de Burgos (aunque este era el malo y no vale). Y sinceramente, muerto Berlanga, la referencia m¨¢s exacta son las comedias a la italiana o aquellas parodias chafalleiras que se hac¨ªan en la Transici¨®n, Mariano Jones y el templo descuidadito, o El electricista, su mujer y otras cosas de sustraer.
Pero si no hay pel¨ªcula, hay que ser emprendedor y trabajarse el asunto, en vez de esperar sentados. Visitas guiadas al rocho de O Milladoiro, o si no fuese posible, reproducirlo fielmente en la Cidade da Cultura. Camisetas con la imagen del manuscrito, o con lemas ad hoc: (¡°?D¨®nde estabas t¨² cuando desapareci¨® el C¨®dice?¡±, ¡°Eu tam¨¦n viv¨ªn no Milladoiro¡±). Ediciones cr¨ªticas de la Universidad de Santiago de las anotaciones del detenido ¡ªOs diarios do electricista¡ª y de las grabaciones telef¨®nicas ¡ªConversas de Casti?eiras¡ª. Congresos: Cerrados, oscuros y gallegos. ?El autodio como causa del conocimiento o como efecto del desconocimiento? Pr¨¢cticas de reconocimiento visual de gallegos. Ladrillo o vigha. La soluci¨®n galaica como alternativa vintage de apalancamiento financiero en ¨¦poca de crisis de confianza en la instituci¨®n bancaria. Curas, estudiantes y ave de paso, ca?onazo. Validez del modelo tradicional compostelano de emprendedur¨ªa y posterior inversi¨®n de beneficios en el sector servicios (hosteler¨ªa /hospedaje /alquileres).
Y a todo esto, evidentemente, el objetivo no era ese, pero el mayor y mejor provecho para algunos ha sido la maniobra tipo La carta robada de Edgar Allan Poe, cuyo mejor escondite era estar a la vista. Llamar tanto la atenci¨®n sobre el C¨®dice Calixtino ha sido la mejor manera de distraer la atenci¨®n sobre su contenido.
@sihomesi
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