El legado de Isaac D¨ªaz Pardo divide a sus herederos

Pocos meses antes de fallecer a los 91 a?os el pasado 5 de enero en el Hospital San Rafael de A Coru?a, donde hab¨ªa sido ingresado dos semanas antes aquejado de una neumon¨ªa, el artista y empresario Isaac D¨ªaz Pardo cambi¨® su testamento. Se negaba a ir al notario porque se cre¨ªa inmortal, ya habr¨ªa tiempo, as¨ª que lo hizo sin salir de casa, estampando su firma al final de un manuscrito. Eso, al menos, es lo que se argumenta ahora en el entorno de dos de los tres hijos y herederos del artista, que tratan de dar validez ante el juez a un documento que dejar¨ªa sin participaciones en el complejo societario de Sargadelos al tercero de los hermanos, Rosendo D¨ªaz Arias.

El supuesto testamento ol¨®grafo de Isaac D¨ªaz Pardo se encuentra ya en un juzgado de primera instancia de A Coru?a, donde tendr¨¢ que ser autenticado. Ayer se celebr¨® una primera vista oral con testigos, pero el proceso judicial est¨¢ todav¨ªa en pa?ales. Camilo y Xos¨¦ D¨ªaz Arias, el primog¨¦nito y el m¨¢s joven de los hijos de D¨ªaz Pardo, no han querido hacer declaraciones. Creen que el asunto es delicado, porque mezcla cuestiones personales no siempre agradables e intereses empresariales poco transparentes, y que debe resolverse de puertas adentro. El afectado, Rosendo D¨ªaz Arias, tambi¨¦n ha preferido callar.

Dicen fuentes muy cercanas a los principales beneficiarios del cambio en la herencia que act¨²an por ¡°responsabilidad¡±, para evitar que el patrimonio industrial de su padre se pierda o acabe en poder de los mismos que lo ¡°expulsaron¡± del grupo de empresas de Sargadelos, el proyecto que el intelectual hab¨ªa construido junto a Luis Seoane desde los a?os sesenta del pasado siglo. De hecho, insin¨²an que el hijo mediano de Isaac D¨ªaz Pardo podr¨ªa actuar en favor de alguno de los otros socios y que tal vez haya sido ¡°presionado¡± para vender su parte de las acciones, cosa que jam¨¢s suceder¨ªa si el juez diese por bueno el testamento manuscrito.

Dos a?os despu¨¦s de intentarlo por primera vez y de nuevo por v¨ªa judicial, en enero de 2010 la mayor¨ªa que controlaba la junta de accionistas del Instituto Galego da Informaci¨®n (IGI) consigui¨® desalojar a Isaac D¨ªaz Pardo del ¨²ltimo cargo que ostentaba en el complejo societario de Sargadelos y del lugar en el que se hab¨ªa instalado en los ¨²ltimos a?os, un edificio de 10.000 metros cuadrados en San Marcos, a las afueras de la ciudad de Santiago, ideado a finales de la d¨¦cada de los setenta para albergar el diario Galicia. El hasta entonces consejero delegado no acudi¨® a la reuni¨®n y rechaz¨® un puesto en la direcci¨®n sin capacidad ejecutiva. ¡°Renuncio a seguir luchando¡±, hab¨ªa dicho por carta d¨ªas antes a sus colaboradores.

Seg¨²n fuentes muy pr¨®ximas a la familia, lo que estar¨ªa en juego ser¨ªan los derechos de D¨ªaz Pardo sobre el Laboratorio de Formas, una de las c¨¦lulas del complejo de Sargadelos, de la que era administrador y que ten¨ªa su sede en el IGI, y sus acciones en la f¨¢brica de cer¨¢micas de O Castro de Samoedo (Sada), alrededor del 25% del total. No mucho m¨¢s consigui¨® conservar el artista hasta sus ¨²ltimos meses de vida, cuando decidi¨® ceder a la Biblioteca de Galicia, en la Cidade da Cultura, su monumental archivo privado. Aquello tampoco gust¨® a todo el mundo en casa.