El paso en falso de Cutico, el jefe de los Trinitarios de Torrej¨®n que daba entrevistas en televisi¨®n
La ca¨ªda del l¨ªder de la banda juvenil completa el desmantelamiento del ¡®coro¡¯, acusado de intentar matar a sus rivales a tiros a las puertas de una discoteca en Vallecas
![Patricia Peir¨®](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ff3eeddbb-0f5a-4d32-b038-2282541fd0f3.jpg?auth=5ba93abeac077f43d0c75d9611b48febce8934508a7b23285c754a0a1ca1a46f&width=100&height=100&smart=true)
El 13 de mayo empez¨® a escribirse el final de Cutico, un todopoderoso jefe de la banda de los Trinitarios, que gobernaba a sus soldados con mano de hierro desde un bloque de pisos ocupados en Torrej¨®n de Ardoz (Madrid). Esa madrugada, orden¨® atacar con todo a un hombre a la salida de una discoteca en Puente de Vallecas por una disputa de drogas. Sus secuaces cumplieron: lo esperaron a la salida, lo tirotearon y escaparon en un coche. La v¨ªctima sobrevivi¨®, pero recibi¨® dos tiros en el brazo y en la pierna. El hecho oblig¨® a Cutico a escapar de Espa?a, pero volvi¨® esta Navidad. Y aqu¨ª cometi¨® su segundo gran error: intentar robar a otros narcos, que acabaron tirote¨¢ndolo a ¨¦l.
Torrej¨®n de Ardoz es uno de los municipios del Corredor del Henares en los que han ido proliferando coros o grupos de bandas latinas. Entre ellos, destacaba el de Cutico, denominado TJ Green, y que tiene en su haber agresiones, tr¨¢fico de drogas e intentos de homicidio. El c¨®ctel habitual de este tipo de grupos criminales. Desde all¨ª, este hombre con poder entre los Trinitarios de toda Espa?a, un corona suprema, como lo denominan ellos, se atrevi¨® a ponerse delante de una c¨¢mara de Telecinco por los problemas de inseguridad del bloque en el que resid¨ªa el pasado 22 de mayo, apenas una semana despu¨¦s del tiroteo de Vallecas, para asegurar que ni ¨¦l ni sus amigos pertenec¨ªan a una banda.
¡ªTe lo voy a preguntar claramente, ?t¨² o alguno de los que est¨¢is aqu¨ª pertenec¨¦is a la banda de los Trinitarios?¡ª, le interroga la reportera.
¡ªNo, nadie.
¡ªHay personas aqu¨ª que s¨ª tienen constancia de que algunos pertenecen a una banda latina.
¡ªPero, del dicho al hecho, hay mucha diferencia. Si un juez no condena a nadie por banda latina, no implica entonces que lo sean.
Los investigadores policiales revisaron las c¨¢maras de la discoteca e identificaron a los responsables del tiroteo. Los autores materiales, como siempre, dos soldados, los puestos m¨¢s bajos de la organizaci¨®n. Pero observaron que en el lugar estaba tambi¨¦n el jefe m¨¢ximo y su novia, que contribuy¨® a la huida de los atacantes al conducir el coche. Los polic¨ªas especializados en bandas sab¨ªan que el cuartel general de Cutico y los suyos estaba en dos pisos francos de Torrej¨®n, la atalaya desde la que el jefe hac¨ªa y deshac¨ªa. El 19 de junio, la polic¨ªa entr¨® en esos inmuebles con un dispositivo inclu¨ªa el cuerpo de ¨¦lite de los GEO. Dos de los miembros de los Trinitarios trataron de escapar por la ventana, pero fueron interceptados.
Hab¨ªa motivos para un refuerzo del despliegue: en el interior de las casas los investigadores encontraron cinco armas de fuego, gran cantidad de munici¨®n de diferentes calibres, 10 kilos de metanfetamina, tres kilos de hach¨ªs, dos kilos de marihuana y 35 gramos de coca¨ªna. Tambi¨¦n hallaron varios machetes y documentaci¨®n sobre la banda, como una especie de mandamientos que los integrantes deben aprender y que constituye un elemento fundamental para probar la pertenencia a este grupo. Nadie que no haya jurado su obediencia a los Trinitarios puede acceder a estos textos casi sagrados para ellos.
Aquel d¨ªa la polic¨ªa detuvo a cuatro miembros destacados del coro, entre ellos, el jefe de Guerra, el que coordina y ordena las acciones violentas que el Suprema decide. Entre ellas, la del tiroteo de la discoteca de Vallecas de mayo. Entre estos cuatro arrestados, los investigadores no identificaron a los que aquella noche empu?aban el arma, uno de ellos menor. Ambos trataron de ocultarse gracias a sus allegados y tambi¨¦n a otros miembros de la banda, pero fue en balde, el 19 de diciembre la polic¨ªa los encontr¨® y los detuvo por un asesinato en grado de tentativa.
Pero faltaba la pieza clave, la corona, Cutico. Como los l¨ªderes m¨¢s cobardes, se hab¨ªa marchado de Espa?a poco despu¨¦s del tiroteo, consciente de que su cabeza era muy codiciada. Se march¨® con su pareja, que lo acompa?aba en muchas de sus tropel¨ªas, pero no pudieron resistir volver a casa por Navidad. Recalaron de nuevo en Madrid a finales de diciembre, cuando creyeron que el peligro hab¨ªa pasado. Sin embargo, el jefe estaba a punto de cometer su error definitivo.
El 14 de enero de este a?o, sobre las siete de la tarde, Cutico y un amigo suyo decidieron dar un vuelco a otros dos narcotraficantes. As¨ª se conoce en el argot delincuencial a robar dinero y mercanc¨ªa de otros criminales. Para ello, ten¨ªan una cita en un piso de Villa de Vallecas que sali¨® al rev¨¦s de c¨®mo esperaban el jefe trinitario y su acompa?ante. Los narcos se dieron cuenta de sus intenciones y acabaron dispar¨¢ndoles a ellos. El compa?ero del trinitario result¨® herido en la cabeza, pero sobrevivi¨®. El l¨ªder de la banda no recibi¨® ninguna bala, pero s¨ª que fue identificado por la polic¨ªa, que comprob¨® la orden de busca que hab¨ªa contra ¨¦l y lo detuvo. Al d¨ªa siguiente, tambi¨¦n fue arrestada su novia, que permanec¨ªa oculta en un piso.
El juez no lo ha condenado todav¨ªa, pero de momento s¨ª ha considerado que debe ingresar en prisi¨®n provisional a la espera de la vista oral en la que se determinar¨¢ su pertenencia. Junto a ¨¦l, otro siete miembros tambi¨¦n han entrado en la c¨¢rcel y en un centro de menores en r¨¦gimen cerrado. Con este cap¨ªtulo se da por desmantelado uno de los brazos m¨¢s activos y violentos de los Trinitarios en Madrid.
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