La crisis nubla el ascenso de Zoido
Rajoy adelanta la clausura del congreso para evitar las protestas por los recortes El nuevo l¨ªder del PP andaluz reduce a un tercio el nuevo n¨²cleo de poder

Mariano Rajoy dio carpetazo ayer de forma apresurada al congreso del relevo de Javier Arenas por Juan Ignacio Zoido en el PP andaluz, una transici¨®n hist¨®rica que, sin embargo, termin¨® por pasar a un segundo plano conforme iba creciendo la crispaci¨®n ciudadana por los recortes aprobados el viernes en el Consejo de Ministros. Al presidente del Gobierno se le esperaba hoy a las 11.00, pero quiso evitar el trago de atravesar el pasillo que presumiblemente le har¨ªan los funcionarios convocados por los sindicatos de la funci¨®n p¨²blica a la misma hora. De modo que el c¨®nclave, que iba a durar tres d¨ªas, se resolvi¨® prodigiosamente en dos.
Rajoy prefiri¨® este golpe de agenda a faltar al colof¨®n, despu¨¦s de que la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa y Crist¨®bal Montoro dieran plant¨®n. Se habr¨ªa le¨ªdo como un desdoro hacia Zoido y Arenas, si bien sus palabras sobre el cambio no pasaron en realidad de las meras f¨®rmulas de cortes¨ªa y lugares comunes congresuales.
El PP andaluz tiene ya oficialmente un nuevo l¨ªder revestido con un respaldo imponente, el 96,7% de los votos de 1.416 delegados, toda una exhibici¨®n de unanimidad que para s¨ª quisieran las otras fuerzas pol¨ªticas. Sin embargo, la satisfacci¨®n era ayer justamente el ant¨®nimo del sabor que dej¨® la segunda jornada del 13? congreso regional. Es cierto que los populares han logrado cerrar a toda prisa y sin apenas tirones la crisis de la sucesi¨®n de Javier Arenas, que ha ido a estallar en el peor momento de la econom¨ªa espa?ola. Pero eso no ha disipado la provisionalidad de la etapa que comienza y las muchas inc¨®gnitas que le acompa?an, con un presidente que ayer, durante la presentaci¨®n de su candidatura, volvi¨® a renovar sus votos como alcalde de Sevilla.
El nuevo presidente obtuvo un respaldo imponente: el 96,7% de los votos
Zoido ha reducido a un tercio la c¨²pula del PP andaluz, lo que m¨¢s que una poda es un severo tajo que ha dejado tras de s¨ª un reguero de sonrisas forzadas y rictus de amargura de los que se han quedado fuera. La 17 vicesecretar¨ªas de la etapa de Arenas han menguado a cinco, ha suprimido a los 10 vicepresidentes, la vicesecretar¨ªa general y la portavoc¨ªa. El n¨²cleo duro no responde a ninguna cuota territorial, son personas de confianza de Zoido y del nuevo secretario general, Jos¨¦ Luis Sanz, el verdadero oficiante de la reducida estructura que tan mal ha sentado en los que se van. En la sala de m¨¢quinas est¨¢n las malague?as Ana Corredera y Carolina Espa?a, los sevillanos Alicia Mart¨ªnez y Mario Bilbao, la onubense Dolores L¨®pez Gabarro (alcaldesa de Valverde) y el jefe de gabinete de Zoido, Alberto D¨ªaz.
Zoido mostr¨® dos perfiles diferentes. Al presentar su candidatura se mostr¨® emotivo, personal, ¨ªntimo incluso. Habl¨® sobre todo de ¨¦l, de sus valores, de su padre, de su esposa, de su familia, con enunciados que resultaban claves cifradas para los profanos a su entorno. ¡°En el colegio de Fernandito, en la Universidad de Bea.. [dos de sus hijos]¡±, afirm¨® para demostrar que es una ¡°persona normal¡±. Utiliz¨® el mismo formato de cercan¨ªa que en su campa?a a la alcald¨ªa y puso en primer t¨¦rmino valores como la humildad, la sencillez, al entrega abnegada o la honestidad. En definitiva, un canto a lo que en Andaluc¨ªa se llama ¡°la buena gente¡±.
Cuando lleg¨® Rajoy se transmut¨® en un pol¨ªtico combativo, comprometido y defensor ac¨¦rrimo de las ¡°reformas¡± del Gobierno. Seg¨²n ¨¦l, Rajoy ha seguido un camino firme de convicci¨®n y sacrificio, inc¨®lume a las dificultades de ¡°dentro y de fuera¡±. ¡°Le ocultaron el d¨¦ficit y luego hemos ido descubriendo todo poco a poco¡±, grit¨® en tono mitinero, apunt¨¢ndose al aquelarre de los socialistas, se?alados por todos como ¨²nicos culpables del desaguisado econ¨®mico.
Con Javier Arenas estuvo extremadamente cari?oso, se dieron profusos abrazos aprovechando las ideas y venidas hacia el atril del plenario. La premura con la que se ha convocado el congreso y la sombra de los recortes han eclipsado la despedida que deber¨ªa haber tenido un pol¨ªtico que no solo moderniz¨®, renov¨® y quit¨® el pelo de la dehesa al PP andaluz de finales de los ochenta, sino que lo model¨®, sobre todo los ¨²ltimos a?os, a su imagen y semejanza.
Una circunstancia, antes aplaudida hasta el empalago, que ahora se percibe como un engorro, un defecto a corregir de manera veloz y expeditiva. De momento, ha ca¨ªdo casi todo el equipo, por mucho que Juan Ignacio Zoido no haya querido hablar de cambios y diga que seguir¨¢ la senda continuista como deferencia.
Encima, el temor de Rajoy a enfrentarse a las protestas ha colocado una nube negra encima del adi¨®s de Arenas y el ascenso de Zoido.
Un c¨®nclave con ambiente sombr¨ªo
Ha sido un congreso apagado, mustio, donde ha predominado la sensaci¨®n de que lo que se dirim¨ªa dentro no se compadec¨ªa con la gravedad extrema del momento econ¨®mico. La expresi¨®n doliente de los oradores anunciando sacrificios y un futuro desgarrado ¡ªdel que responsabilizaron al un¨ªsono a la herencia de los socialistas¡ª termin¨® por convertir el plenario en una ceremonia de duelo. Nada que ver con ediciones anteriores en la que la falta de intrigas de la monol¨ªtica era de Arenas se cubr¨ªa con un torrente de homenajes e invitados de lujo y los compromisarios se tragaban el programa completo entre aplausos y ovaciones como si fuera un espect¨¢culo de variedades. Ni siquiera consigui¨® animar la muchachada entusiasta de Nuevas Generaciones, que tanto color ha dado siempre a las puestas en escena del PP.
Los ministros que vinieron, F¨¢tima B¨¢?ez (Empleo) y Miguel ?ngel Ca?ete (Agricultura y Medio Ambiente), contribuyeron con sus proclamas apocal¨ªpticas a hundir los ¨¢nimos. Dibujaron un pa¨ªs al l¨ªmite, extenuado, pr¨¢cticamente inerte, y quienes entreveraron sus discursos fueron avanzando a grandes zancadas en dramatismo hasta que el congreso en s¨ª se convirti¨® en una pura cara de circunstancia. En la ausencia de alegr¨ªa ¡ª¡°no estamos para fiesta¡± , fue la justificaci¨®n oficial del adelanto de las clausura a cargo de Rajoy¡ª tuvo tambi¨¦n mucho que ver el gesto torcido de Javier Arenas, permanentemente al borde del llanto, contenido, emocionado, melanc¨®lico.
No solo por ¨¦l, tambi¨¦n por su gente, que se ha esfumado en masa de los puestos preferentes en un visto y no visto. De estar en la primera fila del plenario durante el c¨®nclave, una vez proclamada la flamante ejecutiva, uno a uno fueron subiendo pelda?os del escenario, que ir¨®nicamente, es una ca¨ªda en importancia. Impactante la imagen de Antonio Sanz, el guardi¨¢n de las esencias del PP andaluz, ap¨¦ndice de Arenas, artificiero n¨²mero uno en todos los frentes, esquinado en la pen¨²ltima fila.
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