El partido de Sandok¨¢n salta por los aires
Uni¨®n Cordobesa sufre un cisma por las cr¨ªticas a Rafael G¨®mez de un edil
Uni¨®n Cordobesa ha hecho p¨²blica la fractura que en privado ya sufr¨ªa desde hace meses. Su concejal en el Ayuntamiento de C¨®rdoba y portavoz en la Diputaci¨®n, Carlos Baquer¨ªn, public¨® el domingo dos art¨ªculos en sendos diarios locales en los que acusa a su formaci¨®n de situarse junto ¡°al Partido Popular en la mayor parte de los asuntos de trascendencia¡±. Y se?alando directamente al l¨ªder de su partido, el joyero y constructor Rafael G¨®mez,? conocido como Sandok¨¢n, escribi¨®: ¡°No nos votaron para ser mamporreros de nadie y tampoco para que se monte vuestra merced un cortijillo campero cuajadito de borregos¡±.
Baquer¨ªn no piensa dejar sus dos esca?os en el Ayuntamiento y en la Diputaci¨®n. Y se pregunta por qu¨¦ no le han echado del partido. "Ellos sabr¨¢n", se responde a s¨ª mismo. Preguntado por la cl¨¢usula de fidelidad que supuestamente firmaron los ediles, afirm¨® que no tiene copia pero que, seg¨²n recuerda, se eleva a 100 millones de euros la cantidad que tendr¨ªa que pagar si abandona la formaci¨®n. El edil y diputado defiende su trabajo y afirma que seguir¨¢ desarroll¨¢ndolo como representante en el grupo mixto o no adscrito a ning¨²n grupo pol¨ªtico.
Cuando en la Navidad de 2010, el joyero y constructor cordob¨¦s Sandok¨¢n imputado en el caso Malaya anunci¨® que se presentaba como candidato a alcalde de C¨®rdoba por una nueva formaci¨®n pol¨ªtica -Uni¨®n Cordobesa- dos dudas asaltaron a pol¨ªticos de otras siglas y periodistas.
No nos votaron para ser mamporreros de nadie y tampoco para que se monte vuestra merced un cortijillo campero cuajadito de borregos Carlos Baquer¨ªn, concejal de UC en el Ayuntamiento de C¨®rdoba y portavoz en la Diputaci¨®n
La primera -que cuestionaba el ¨¦xito de la formaci¨®n- se resolvi¨® de manera rotunda el d¨ªa de las elecciones. Que estuviese procesado por el caso Malaya no import¨® a los electores. As¨ª que el partido termin¨® desbancando, con cinco ediles, al PSOE y a IU, convirti¨¦ndose en la primera fuerza de la oposici¨®n. La segunda pregunta que todos se hicieron era cu¨¢nta vida tendr¨ªa el nuevo partido y puede empezar a responderse estos d¨ªas.
A lo largo de este a?o de plenos municipales ha ido not¨¢ndose el distanciamiento entre Carlos Baquer¨ªn y sus compa?eros. El primero sol¨ªa mirar al p¨²blico o al techo mientras escuchaba las rocambolescas intervenciones de Sandok¨¢n (quien ha llegado a compararse con Jesucristo), sus improvisaciones extremadamente coloquiales trufadas de palabrotas y los sorprendentes giros en su posici¨®n pol¨ªtica final. Como cuando en diciembre apoy¨® los presupuestos municipales afirmando: ¡°¡°Ayudemos al Partido Popular porque de esa manera se conseguir¨¢ que C¨®rdoba mejore, sea otra cosa y salga de este atolladero¡±.
Todos en C¨®rdoba conocen la forma de ser de Sandok¨¢n y su historia, su metamorfosis de ni?o cabrero a emigrante, posterior joyero de renombre y, finalmente, constructor de ¨¦xito con un peque?o imperio inmobiliario, Arenal 2000, construido de modo absolutamente personal. Lleg¨® a codearse con el poder pol¨ªtico de turno en el Ayuntamiento y con la principal fuente financiera local: Cajasur.
Pero a pesar de ser notoria la trayectoria y los modos de Sandok¨¢n, a Baquer¨ªn le sigue sorprendiendo la manera que ha tenido el joyero de dirigir el partido. ¡°Creo que ha confundido a Uni¨®n Cordobesa con su propia empresa privada¡±, explicaba esta ma?ana por tel¨¦fono, ¡°y eso no puede ser¡±.
El personalismo de Rafael G¨®mez ha sido respondido con cartas p¨²blicas por parte de su edil m¨¢s d¨ªscolo. El domingo, Sandok¨¢n respondi¨® afirmando que su partido ¡°no quiere ni a Baquer¨ªn ni a su mujer¡±. Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez de la Bastida no ha hecho p¨²blica su postura pol¨ªtica en la pol¨¦mica. ¡°Ella tiene una situaci¨®n muy distinta a la m¨ªa, ni ha escrito art¨ªculos ni se le acusa de nada formalmente. No s¨¦ por qu¨¦ G¨®mez la mete en el mismo paquete¡±, protesta su marido.
Como todo lo que rodea a Sandok¨¢n, este cisma tambi¨¦n contiene un componente de surrealismo. Bas¨¢ndose en un v¨ªdeo grabado por una c¨¢mara de seguridad, el empresario acusa a su segundo de ser el responsable de que la fotograf¨ªa de Rafael G¨®mez que antecede la entrada a los despachos de la Diputaci¨®n haya aparecido varias veces caricaturizada con pintadas. Baquer¨ªn no se defiende. ¡°No he visto esos v¨ªdeos. Si los hay y tienen relevancia, pues ya hablaremos¡±.
"Ni Baquer¨ªn ni su se?ora"
Los art¨ªculos que Carlos Baquer¨ªn ha publicado en la prensa cordobesa han colmado la paciencia del l¨ªder de su partido, Rafael G¨®mez, el constructor imputado en el caso Malaya de corrupci¨®n urban¨ªstica y conocido como Sandok¨¢n.
Horas despu¨¦s de que viesen la luz las dos cartas abiertas, G¨®mez cit¨® a los medios deprisa y corriendo en la sede de Uni¨®n Cordobesa. En esas oficinas, emplazadas en las naves ilegales que Arenal construy¨® y sobre la que pesan una multa de 24,6 millones de euros, el empresario mutado en pol¨ªtico se despach¨®.
"Uni¨®n Cordobesa no quiere ni a Baquer¨ªn ni a su se?ora [la concejal Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez de la Bastida]. Los dos sobran", solt¨®. "Al partido no le interesa que sigan porque ni trabajan ni cumplen sus obligaciones como personas que est¨¢n cobrando un sueldo, entre los dos, de 6.000 o 7.000 euros", continu¨® respaldado por otros miembros del partido, entre los que se inclu¨ªan los otros dos ediles que acompa?an en el Consistorio y que se le mantienen fieles: Aurora Aguilar y Juan Miguel Alburquerque.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.