Regreso a la tierra cultivada

Ta?en las campanas del convento dominico de Belv¨ªs. Salvo el trino de los p¨¢jaros es el ¨²nico sonido que se puede escuchar, la mayor parte del d¨ªa, en las huertas urbanas situadas debajo, paralelas a la r¨²a das Trompas. Es un oasis en mitad de la ciudad con un valor paisaj¨ªstico y ambiental privilegiado, en el que priman los h¨¢bitos saludables, los cultivos ecol¨®gicos y el encuentro intergeneracional que asegura la conservaci¨®n de costumbres y tradiciones.

No parece que est¨¦n en el centro de Santiago de Compostela, ni que a pocos metros de distancia haya un aparcamiento p¨²blico. "No sabemos bien lo que tenemos aqu¨ª", se jacta Ram¨®n Penelas, jubilado concesionario de una de las huertas. En una de las laderas del parque de Belv¨ªs, el Ayuntamiento habilit¨® 31 parcelas, con un tama?o medio de unos 70 metros cuadrados, para el uso y disfrute de los ciudadanos y vecinos de Compostela. La ordenanza reguladora establece que todo vecino de Santiago tiene derecho a ser usuario, pero en la adjudicaci¨®n se dio preferencia los jubilados vecinos del contorno, que se establece en un radio de 500 metros a la redonda. Las parcelas restantes se adjudicaron por sorteo, primero a personas jubiladas de toda la ciudad, despu¨¦s a los vecinos del barrio y por ¨²ltimo a los vecinos de cualquier otro barrio de Santiago. Las huertas se entregaron por primera vez en junio de 2008, con una concesi¨®n gratuita por dos a?os, renovable por otros dos.

La iniciativa quiere respetar las bases de la agricultura tradicional

En vista de la alta demanda, un a?o despu¨¦s se concedieron otras 26 huertas m¨¢s peque?as en la zona del parque m¨¢s cercana a la r¨²a Virxe da Cerca, y no son raros los casos en los que los beneficiarios comparten el uso con otras personas. A d¨ªa de hoy, tras el nuevo reparto de las primeras parcelas, solo nueve de las 31 huertas iniciales las trabajan jubilados. "Este a?o hay muchos m¨¢s j¨®venes, porque no quedan suficientes jubilados", se lamenta Penelas. Adem¨¢s de las huertas, en la parte superior de los terrenos hay habilitadas dos zonas de ocio con mesas bajo los ¨¢rboles, donde los vecinos, a veces, celebran fiestas al aire libre.

Al mismo tiempo, se abri¨® un huerto experimental que cultiva la empresa Cespa, adjudicataria de la gesti¨®n de los parques y jardines de la ciudad, para que el p¨²blico pueda acercarse a aprender in situ el fascinante mundo de la agricultura, incluidos los beneficiarios de las huertas. Irene L¨®pez, la t¨¦cnico responsable desde 2010 asegura que se usa "para mostrar el trabajo en una huerta" y que est¨¢ destinado a que puedan visitarlo diferentes grupos educativos. El Ayuntamiento tambi¨¦n mantiene, con podas y tratamientos fitosanitarios, los ¨¢rboles (cerezos, ciruelos, melocotoneros) y los arbustos frutales (ar¨¢ndanos, groselleros o frambuesos) de los que luego se aprovechan los vecinos.

Tomates, pimientos, fresas, calabacines, berzas, plantas arom¨¢ticas y un sinf¨ªn de otras especies se cultivan en los huertos. Un listado al que tienen acceso los usuarios sugiere lo que se puede plantar en cada ¨¦poca del a?o y cuales son las asociaciones vegetales m¨¢s beneficiosas. Salvo por la limitaci¨®n de no sobrepasar el 25% del total de la huerta con especies arbustivas, L¨®pez asegura que se puede plantar "casi cualquier cosa", y aunque se recomienda que sean variedades aut¨®ctonas, la mayor¨ªa de las plantas provienen del mercado o de lo que cada uno trae de su aldea. Otra beneficiaria, Ermitas Lamelas, echa en falta ¡°un poco m¨¢s de asociaci¨®n entre los que usamos las huertas¡± y cree que "la gente realizar¨ªa m¨¢s inversi¨®n en lo econ¨®mico y en lo personal si tuviese la huerta por m¨¢s tiempo".

Hay tanta demanda que ya se est¨¢n habilitando otras huertas en Fonti?as

Respecto a los tratamientos contra plagas y enfermedades la ordenanza municipal establece que se "respetaran los principios de la agricultura org¨¢nica y tradicional", pero Penelas y Lamelas coinciden en que "cada uno va un poco por libre". La ordenanza proh¨ªbe la aplicaci¨®n de ciertos productos qu¨ªmicos, aunque no se detallan cuales.

En un compostero se recogen los restos vegetales que se producen en las huertas y se anima a los usuarios a que aporten sus propios desechos org¨¢nicos desde casa, as¨ª como a realizar una agricultura de m¨ªnima intervenci¨®n y con m¨ªnimo laboreo, una buena idea si se considera que todo se tiene que hacer con las propias manos.

A d¨ªa de hoy, es tal la lista de espera, que, seg¨²n Mar¨ªa Castelao, concelleira delegada de Medio Ambiente, se est¨¢n habilitando otros terrenos en la zona de Fonti?as, a?adiendo tierra f¨¦rtil y construyendo los caminos, en los que, entre septiembre u octubre, se pretenden sortear otras 41 parcelas. Ya se piensa en hacer 124 m¨¢s en otra zona cerca del parque Eugenio Granel.

El ¨²nico problema habitual es que hay gente que entra y se lleva cosas o que rompe alguna planta¡±. L¨®pez asegura que existe vigilancia, pero que las huertas, al fin y al cabo, ¡°est¨¢n abiertas y puede entrar cualquiera¡±.