Tres familias, 11 pleitos y una casa se?orial
El hijo de un anciano de Tei¨¤ denuncia que sus vecinos le acosan para que el hombre se marche
Bienvenido Hern¨¢ndez tiene 85 a?os, artrosis y dos familias vecinas que desde hace una d¨¦cada le hacen la vida imposible. Es lo que asegura su hijo Joan. que se ha querellado contra los vecinos con los que comparte una casa en Tei¨¤ (Maresme, Barcelona). Tras batallar en 11 pleitos por el reparto de una casa se?orial del siglo XIX de Tei¨¤, el Juzgado de Primera Instancia de Matar¨® celebra hoy la ¨²ltima sesi¨®n del juicio por amenazas con el visionado de un centenar de grabaciones con c¨¢mara oculta. La fiscal¨ªa acusa a los vecinos de delitos contra la integridad moral, coacciones y hurto, con el prop¨®sito de expulsar a Bienvenido y a sus hijos de la casa.
Amenazas de muerte como ¡°me gustar¨ªa abrirte en canal¡±, vejaciones, hurtos y hasta el sabotaje del tractor de un anciano de 85 a?os son algunos de los delitos por los que la fiscal¨ªa solicita una pena de un a?o y tres meses de c¨¢rcel y el pago de m¨¢s de 70.000 euros en indemnizaciones para los dos vecinos y propietarios de una casa en Tei¨¤, en uno de cuyos pisos reside de alquiler Bienvenido Hern¨¢ndez con su familia. ¡°Somos v¨ªctimas de un acoso constante que tiene por objeto destruir nuestra moral¡±, opina Joan, hijo de Bienvenido. Est¨¢ previsto que el Juzgado de Primera Instancia de Matar¨® concluya hoy la vista oral tras el visionado de cerca de un centenar de grabaciones en las que uno de los hijos del anciano registr¨® las supuestas vejaciones.
Corr¨ªa el a?o 1968 cuando Bienvenido alquil¨® junto a su familia la planta baja de Can Tarradas, una vivienda aislada de 700 metros cuadrados de estilo ecl¨¦ctico construida en 1851. La casa, que est¨¢ dividida en cuatro apartamentos, fue comprada en 2002 por dos vecinos de la localidad, que se repartieron los gastos y se instalaron con sus respectivas parejas en sendos apartamentos de la primera planta, mientras Bienvenido y su familia continuaban residiendo legalmente en la planta baja. Desde entonces, los juzgados se han convertido en el segundo hogar de estas tres familias que llevan una d¨¦cada batallando por el reparto de la casa. Pero Joan est¨¢ convencido de que lo que persiguen es echarles: ¡°Ellos siempre act¨²an como si fuesen nuestros due?os y consideran que tenemos que pedirles permiso para todo¡±, dice Joan.
En una decisi¨®n salom¨®nica y, en opini¨®n de Joan, ¡°inaudita¡±, el Juzgado de Primera Instancia de Matar¨® dictamin¨® en 2005 que Bienvenido no ten¨ªa derecho a usar el jard¨ªn, la escalera central ni el torre¨®n que hay en la ¨²ltima planta de la vivienda. Se le permiti¨® usar el patio delantero ¨²nicamente para entrar a su vivienda, ya que es la ¨²nica v¨ªa que tiene para acceder a su hogar. ¡°Crecidos por la victoria en los tribunales¡±, dice Joan, los vecinos empezaron a hacer comentarios del tipo: ¡°Os estamos metiendo el pu?o por el culo¡± y ¡°apelad, apelad, que as¨ª ganaremos m¨¢s dinero y contrataremos a un abogado mejor para que os echen a la puta calle¡±. La Audiencia Provincial de Barcelona revoc¨® la sentencia un a?o despu¨¦s. En otra ocasi¨®n, Bienvenido fue denunciado porque instal¨® en el patio una valla de dos metros de altura para protegerse de los perros de los vecinos. La justicia archiv¨® el caso.
Entre los actos vejatorios que recoge la acusaci¨®n del fiscal, se denuncia el constante taponamiento de puertas y ventanas, peque?os hurtos por valor de 400 euros y la rotura premeditada de distintas pertenencias del anciano como macetas y hamacas. Bienvenido paga poco m¨¢s de 1.000 euros anuales de renta. Joan est¨¢ convencido de que este es uno de los motivos principales que explicar¨ªan todo lo que le est¨¢ sucediendo a su familia: ¡°Estamos en una situaci¨®n en la que ya no sabemos qu¨¦ hacer¡±.
La solicitud de c¨¢rcel por parte del fiscal est¨¢ motivada por un delito continuado contra la integridad moral y la comisi¨®n de actos degradantes. En una ocasi¨®n, se denuncia, uno de los due?os sorprendi¨® a Bienvenido podando su jard¨ªn y le espet¨®: ¡°Viejo, estando jubilado no se puede trabajar, vas a perder la pensi¨®n¡±. Joan asegura que su padre ¡°estuvo una semana entera preguntando si de realmente le iban a quitar la pensi¨®n¡±.
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