La demora del plan general deja sin casas a 21 propietarios de Culleredo
Cedieron un solar a un promotor hace 14 a?os y no han recibido sus pisos
Se llamaba Pep¨ªn y buscaba terrenos. A finales de los a?os noventa rondaba una c¨¦ntrica parcela en la avenida de Rutis, Vilaboa, en el Ayuntamiento de Culleredo, que ten¨ªa 21 propietarios y seis viviendas antiguas. ¡°El tal Pep¨ªn apareci¨® por all¨ª y me propuso una permuta, entregar la casa a cambio de una nueva¡±, recuerda A. C., uno de los afectados. El representante (Pep¨ªn) hac¨ªa los contratos en nombre de la promotora Naiguata, propiedad del empresario Manuel G¨®mez Landeira. ¡°Iba y ven¨ªa, le mand¨¦ corregir 10 o 15 veces el documento, yo no lo ve¨ªa claro¡±. Pero al final ¨¦l y el resto de los due?os accedieron.
El encaje previo a la operaci¨®n fue el convenio que firmaron con el Ayuntamiento de Culleredo para agrupar las fincas y ceder una parte del terreno para un vial. A cambio, la promotora negoci¨® incrementar la edificabilidad del solar en la revisi¨®n del Plan General que se cocinaba en 1998.
Las cesiones se realizaron con el compromiso de Naiguata de entregar las viviendas en los 30 meses posteriores a recibir la licencia de obras, que a su vez pedir¨ªa en el plazo de tres meses desde la entrada en vigor del PGOM de Culleredo. Todo parec¨ªa encarrilado. El problema fue que la aprobaci¨®n ¡°inminente¡±, de la regulaci¨®n urban¨ªstica sigue empantanada 14 a?os despu¨¦s.
Excepto dos propietarios, el resto no buscaron asesoramiento jur¨ªdico para protegerse de esta circunstancia y en los contratos ced¨ªan la propiedad libre de cargas sin aval, ni reserva, ni plazo de ejecuci¨®n, ni condici¨®n resolutoria alguna que hiciese revertir los terrenos ante la inexistencia de un nuevo planeamiento. Sus casas fueron derribadas en el 2000 y valoradas en diez millones de las antiguas pesetas (60.000 euros), y ellos siguieron pagando el IBI, aunque en alg¨²n caso la promotora abon¨® alquileres de los pisos a los que se trasladaron las familias.
Una empresa del presidente de la patronal, Antonio Fontenla, prest¨® un mill¨®n de euros a la promotora y luego se qued¨® con los terrenos
La burbuja inmobiliaria creci¨® como la espuma en un Ayuntamiento convertido en ciudad dormitorio de A Coru?a, hasta que revent¨®. Mientras la parcela de Culleredo segu¨ªa vac¨ªa, las cuentas de Naiguata comenzaron a emitir se?ales de alerta en 2006, con p¨¦rdidas de 43.897 euros. Esa situaci¨®n se agrav¨® en los a?os posteriores hasta que en 2008 present¨® patrimonio neto negativo, lo que coloc¨® a la sociedad en quiebra t¨¦cnica. ¡°En esta situaci¨®n pide un pr¨¦stamo por importe tan considerable como un mill¨®n de euros pero no a un banco, sino a otra sociedad tambi¨¦n en quiebra t¨¦cnica como es Monelos Aparcamientos¡±, argumenta la demanda presentada por tres afectados que fueron a juicio.
Monelos Aparcamientos, una empresa del grupo que preside Antonio Fontenla, a su vez pilota la patronal gallega (CEG), concedi¨® ese mill¨®n de euros a Naiguata que, y aqu¨ª viene el l¨ªo, le entreg¨® como garant¨ªa los terrenos de Culleredo sobre los que no hab¨ªa edificado. No fue el ¨²nico pr¨¦stamo que solicit¨® a costa del solar: Naiguata obtuvo 2,9 millones con dos hipotecas en la CAM y el Banco de Galicia. Enseguida la promotora dej¨® de pagar el dinero a la empresa de Fontenla, que no esper¨® ni un minuto para ejecutar las garant¨ªas y quedarse con las fincas. Aunque Monelos tambi¨¦n estaba en p¨¦rdidas cuando prest¨® el dinero, un portavoz se?al¨® a este peri¨®dico que la operaci¨®n no tiene nada de extra?o. ¡°Le hemos prestado dinero a otras empresas, desconozco las obligaciones que ten¨ªa Naiguata con los propietarios, nosotros nos adjudicamos el solar en las condiciones que figuraban en el registro, nos hubiese gustado que nos pagase la deuda, no quedarnos con un solar¡±.
En suma, los 21 propietarios se quedaron sin los terrenos, que han pasado a la empresa de Fontenla, y ven casi imposible que la promotora de Manuel G¨®mez Landeira cumpla con sus compromisos (no tiene actividad, ni n¨²meros de contacto, y la gestor¨ªa que le presenta las cuentas no sabe nada). En la operaci¨®n ven una jugada de lo m¨¢s extra?a para despojarles de sus derechos. ¡°Se basaron en la buena fe¡±, asegura Ana Vieiro, una de las abogadas que lleva el caso.
Solo tres de los afectados fueron a juicio, que ganaron a medias. La juez atribuy¨® a la ausencia de Plan General la imposibilidad de que Naiguata ejecutase el acuerdo y la conden¨® a resarcir a cada propietario con 60.000 euros (que era la valoraci¨®n inicial de los pisos). Pero curiosamente, la promotora pidi¨® 20 d¨ªas despu¨¦s de ese proceso, y antes de que se dictara sentencia, otro cr¨¦dito de 960.000 euros aportando como garant¨ªa m¨¢s fincas de esa parcela.
Los rascacielos frustrados de Landeira
Los tres propietarios que consiguieron que un juez fallase a su favor para que Naiguata les devuelva dinero por los pisos que nunca tendr¨¢n siguen con las manos vac¨ªas. La empresa, adem¨¢s de presentar p¨¦rdidas y estar sin actividad, tiene una enorme lista de acreedores y escasos bienes embargables.
Es una de las diez sociedades del grupo de Manuel G¨®mez Landeira, un famoso promotor coru?¨¦s que fue protagonista de proyectos frustrados como el de As Percebeiras. En el solar del mismo nombre, situado al borde de la ensenada del Orz¨¢n, Landeira proyect¨® a trav¨¦s de su empresa inmobiliaria Parque Ronda, dos rascacielos de 47 y 35 plantas, otro de 17 y dos de nueve pisos para uso residencial, de oficinas, hoteles y comercios.
Su empresa pose¨ªa la mitad de la parcela de 38.000 metros cuadrados situada junto al obelisco Millenium, pero por distintas razones el proyecto se frustr¨® y Parque Ronda entr¨® en concurso de acreedores.
Lo mismo le sucedi¨® a Conservera Celta en 2010, tambi¨¦n propiedad de Landeira, que la reorient¨® al negocio inmobiliario. El empresario figura en el Registro Mercantil como presidente de la Sicav Moriche Inversiones, que tiene un patrimonio de casi 30 millones de euros seg¨²n consta en el registro de la Comisi¨®n del Mercado de Valores. Las Sicav son un veh¨ªculo de inversi¨®n de grandes fortunas que tributan al 1% en el Impuesto de Sociedades.
Pese a poseer una densa estructura de sociedades, algunas de ellas con importante patrimonio, el empresario no ha aceptado negociar una soluci¨®n con los propietarios. Estos estudian ahora recurrir a la v¨ªa penal.
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