C¨®mo salvar una librer¨ªa en el centro de Madrid
Despu¨¦s de una d¨¦cada en la calle de Campomanes, en el barrio de ?pera, Desperate Literature es expulsada por un fondo de inversi¨®n

Hay librer¨ªas que son monumentos. Terry Craven y Charlotte Delattre se formaron en una de ellas: Shakespeare & Company, a las orillas del Sena, en el quinto distrito de Par¨ªs. Hace 10 a?os, una oportunidad los trajo a Madrid para construir su propia trinchera literaria. Desde entonces, son socios y due?os de Desperate Literature, una librer¨ªa internacional independiente en el n¨²mero 13 de la calle de Campomanes que, a fuerza de estos libreros, se convirti¨® en un espacio imprescindible de la escena cultural madrile?a. Pero a principios de 2023, el edificio con estucos neo¨¢rabes que alguna vez aloj¨® a vecinos y a asociaciones como Ecologistas en Acci¨®n fue comprado por un fondo de inversi¨®n para convertirlo en viviendas tur¨ªsticas. En cuesti¨®n de d¨ªas, Craven y Delattre recibieron el ultim¨¢tum: v¨¢yanse. Todo lo que pas¨® despu¨¦s, dicen, ha sido una suerte inmensa.
La suerte, para ellos, es que los nuevos propietarios respeten ¡ª abogado de por medio¡ª el contrato de alquiler, que acaba el 1 de abril; que un amigo arquitecto los acompa?ara a ver los m¨¢s de 15 locales que visitaron para comprar; haber dado con una antigua fruter¨ªa de la calle de la Cava Baja, puesta en venta por sus due?os y no por una inmobiliaria; que bancos, familia y amigos les presten miles de euros; que sus clientes lectores les donaran otros 28.000 en un crowdfunding (que sigue sumando aqu¨ª); que 10 a?os de trayectoria los dotara de m¨²sculo suficiente para sortear una mudanza inesperada en una ciudad con el precio del suelo en m¨¢ximos hist¨®ricos: 6.619 euros el metro cuadrado en el distrito Centro, seg¨²n la ¨²ltima actualizaci¨®n del portal inmobiliario Idealista en diciembre. Suerte.
¡°Tenemos 300.000 euros de deuda, pero no siento miedo¡±, dice Craven, frente al cierre amarillo del n¨²mero 8 de la Cava baja, en el barrio de La Latina, que a partir de abril ser¨¢ la nueva Desperate Literature. Delattre lo pone de otra manera: ¡°Es m¨¢s barato pagar 14 a?os de pr¨¦stamo y quedarnos en el centro¡±. Conocen Madrid: est¨¢n convencidos de que en un nuevo alquiler, no hay garant¨ªa de que en cinco a?os no vayan a echarlos de nuevo.
Para Delattre, las cosas dieron un giro despu¨¦s de la pandemia. ¡°La ciudad comenz¨® a cambiar a una velocidad que no he visto en otra parte¡±, dice. Cuando llegaron a la capital, en 2014, ella y su socio se instalaron en el mismo local de Campomanes 13, en el barrio de ?pera. All¨ª, con 10 euros al d¨ªa, trabajaban y dorm¨ªan, con el negocio abierto de lunes a lunes. As¨ª vivieron dos a?os. ¡°Era la ¨²nica manera de empezar¡±, explica, sonriendo. Algo que ser¨ªa imposible hoy, argumenta Craven. Y se lamenta: ¡°Cuando decidimos vivir fuera de la tienda, alquil¨¦ algo en el mismo edificio por 500 euros; ahora es el doble, y subir¨¢ m¨¢s¡±.

Despu¨¦s del confinamiento, muchos comercios locales bajaron la persiana porque no pod¨ªan pagar el alquiler. Otros, se jubilaron sin relevo generacional. En plena crisis, los inmuebles disponibles por estos dos fen¨®menos fueron comprados por cadenas o con el fin de reconvertirse en viviendas (ya sea de uso particular o tur¨ªstico). Entre julio de 2021 y enero de 2022, 2.000 comercios sufrieron este cambio, seg¨²n el banco de datos del Ayuntamiento. Para 2023, ya hab¨ªa 8.169 viviendas de este tipo, lo que supon¨ªa un crecimiento del 26,25% comparado con valores anteriores a la pandemia.
Desde que adquirieron el local en La Latina, Craven y Delattre trabajan como en sus comienzos: todo el d¨ªa. De ser libreros en Campomanes pasan a ser alba?iles en Cava baja. De la Desperate Literature actual van a la Desperate Literature futura, y de vuelta a la otra. Entre medias, organizan el Short Fiction Prize, un concurso de relatos cortos que celebran desde 2017, y que este a?o tiene como jurado a Mariana Enr¨ªquez, Henry Hoke y Ottessa Moshfegh. Y todo esto contrarreloj.
¡°Cuando tienes un fondo de inversi¨®n en frente, lo que hace falta es dinero¡±, dice Craven. A su alrededor, el subsuelo del nuevo local, enmarcado por arcos de medio punto, vuelve a lucir sus ladrillos tras semanas de picar hormig¨®n. Arriba alguien llama a la puerta. Subiendo las escaleras, el librero completa la frase: ¡°Pero, para nosotros, it takes a village...¡± (en espa?ol, ¡°hace falta un pueblo¡±). En la entrada del local espera un amigo con una caja de herramientas. Es uno de los tantos que constituye ese pueblo.
Tener una librer¨ªa independiente da muchas cosas a cambio, pero uno debe estar habituado a pensar constantemente en ella, confiesa Delattre. ¡°Es como ser un monje¡±, dice. La misma imagen usaba el maestro de libreros George Whitman, fundador de Shakespeare & Company, que muri¨® en 2011. Cuando le preguntaban por su trabajo en la librer¨ªa, emplazada en un antiguo monasterio parisino, cuentan que dec¨ªa: ¡°En la Edad Media, cada monasterio ten¨ªa un fr¨¨re lampier, un monje cuya tarea era encender las l¨¢mparas al caer la noche. Ahora soy el fr¨¨re lampier aqu¨ª. Es el modesto papel que ejerzo¡±. Los libreros desesperados de la calle de Campomanes seguir¨¢n encendiendo sus l¨¢mparas, desde abril en el n¨²mero 8 de la Cava Baja. En parte, gracias a la ayuda de sus fr¨¨res lecteurs.
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