El Molino, del Paralelo a Lavapi¨¦s

El desastre del 98 no solo sumi¨® a Espa?a en una de las grandes crisis de su historia, con la p¨¦rdida de las ¨²ltimas colonias (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) y una desaforada y seria cr¨ªtica del sistema, por parte de pol¨ªticos e intelectuales. Tambi¨¦n, como ocurre tantas veces en tiempos convulsos y dolorosos, el escenario serv¨ªa para celebrar rituales conjuntos y bals¨¢micos. Como ahora.

En ese contexto nace, en el m¨ªtico Paralelo de Barcelona, el germen de lo que durante m¨¢s de un siglo ha sido uno de sus m¨¢s importantes iconos: El Molino. Templo sagrado del mundo de las variedades, de las picard¨ªas, de lenguaraces a los que no fren¨® ni la dictablanda de Primo ni la dictadura de Franco. Siempre se consider¨® un espacio transgresor de los l¨ªmites permitidos, con un lenguaje propio: el de los cuerpos y el de las palabras. En ambos casos, muy desprovistos de convencionalismos, de normas, de¡­. de todo. Por El Molino han desfilado cientos de artistas que se saltaron la censura, la pol¨ªtica, la guerra, el hambre, ofreciendo una lecci¨®n constante de libertad, de sublimaci¨®n de lo popular y de erotismo sin hipocres¨ªa.

Y ah¨ª contin¨²a, convertido en el m¨¢s emblem¨¢tico cabar¨¦ de Espa?a y uno de los m¨¢s importantes de Europa, una vez superado el riesgo de desaparecer, la d¨¦cada pasada.

Ahora es noticia, e importante para el mundo esc¨¦nico, porque por primera vez en sus 113 a?os de historia, El Molino sale de su templo para visitar Madrid. Un ¨²nico d¨ªa (el domingo 22); una ¨²nica funci¨®n (a las 21.30) y en uno de los espacios m¨¢s bellos y singulares de la ciudad, el teatro Circo Price, y con el cabar¨¦ Live in burlesque, donde no solo habr¨¢ n¨²meros del g¨¦nero burlesque, hoy tan en boga, sino tambi¨¦n actuaciones de verdaderos dioses del g¨¦nero de las variedades.

Vendr¨¢ a Madrid la escritora, directora y cabaretera de culto inglesa ?rsula Mart¨ªnez, con su internacionalmente conocido y glamuroso n¨²mero Hanky Panky, en el que un misterioso pa?uelo rojo desparece de su mano para aparecer en muchos sitios. Una original mezcla de strip-tease y magia donde se combina teatro experimental y cabar¨¦. Tambi¨¦n arrancar¨¢ risas y seguramente piropos la australiana Jess Love, con sus aros, su descaro, su humor y otros encantos.

Manteniendo lo que tanto atra¨ªa de El Molino, las intervenciones lenguaraces a pie de pista, est¨¢ la m¨ªtica vedette y hoy anfitriona del espect¨¢culo Merche Mar, verdadero eslab¨®n entre lo que siempre fue este espacio, en el que ella debut¨® en 1965, y las nuevas coreograf¨ªas cargadas de erotismo del Team Molino. Este grupo, compuesto por nueve artistas con nueve cuerpazos, es el encargado de los n¨²meros de burlesque, g¨¦nero que arrasa en los escenarios del mundo, donde vemos transformismo, comedia, drama, plumas, lentejuelas, ligueros, cors¨¦s, cupl¨¦s, canci¨®n francesa y el genial bailaor Amador Rojas, que funde po¨¦tica y sensualidad con maestr¨ªa.

El Molino nace en 1898. Al principio se llamaba La Pajarera de Catalu?a y era un tablao de pocos metros, donde se ve¨ªan n¨²meros flamencos de las criadas y chicas humildes que quer¨ªan triunfar. Junto a ellas, un travestido contaba chistes. Ninguno cobraba, trabajaban a cambio de pan, vino y una litera justo detr¨¢s del escenario.

Luego se uni¨® un ventr¨ªlocuo muy popular. Pero, a pesar de tener algunas prostitutas por la puerta, para ampliar la oferta de ocio, el negocio no era rentable y en 1905 cambia de propietario. Pasa a llamarse Gran Sal¨®n del Siglo XX, y alternaba variedades con pases de cine. En 1908 se rebautiza con el nombre Petit Moulin Rouge, en referencia al de Par¨ªs. Son los a?os del music hall, que se adue?a del Paralelo, cuya fama como avenida que aglutina el mayor n¨²mero de espect¨¢culos crece en Europa. Desde entonces la sala ha alternado variedades con zarzuelas cortas, flamenco y cine, ofreciendo copas, cenas y actividades de estraperlo (sobre todo de penicilina).

Fue sede del partido de Miguel Primo de Rivera y, durante la Guerra Civil, gestionada por la CNT, igual¨® los salarios de todo el personal, fuera un camarero o una vedette.

Llega la ¨¦poca franquista, cuando cualquier lengua diferente al castellano estaba prohibida, y se retira la palabra ¡°rojo¡±. Se qued¨® como El Molino, son los a?os de la m¨ªtica Bella Dorita, la primera gran estrella del local, a la que siguieron otros artistas legendarios como Mary Mistral, Mirco, Pipper, Johnson, Yvette Ren¨¦, Escamillo, Christa Leem, La Ma?a y Merche Mar, entre otros muchos.

Con el final de la dictadura, El Molino vivi¨® una ¨¦poca de declive, hasta que en 1997 Merche Mar, que hab¨ªa conocido el esplendor del Paralelo de los a?os setenta y ochenta y la Barcelona de la gauche divine, es testigo de su decadencia y se cierra el local.

Pero regres¨® como reina de la platea en 2010, con la nueva apertura y resurgir del cabar¨¦ y la revista, manteniendo el estilo y filosof¨ªa del antiguo Molino y trayendo de la mano Live in burlesque, dirigido por Josep Mar¨ªa Portavella, en el que se combina el Molino de toda la vida, el cabar¨¦ que recuerda el Berl¨ªn de los a?os treinta y los n¨²meros decididamente modernos de hoy.

Ha sido gracias a Ociopuro y Elvira V¨¢zquez que se ha recuperado este escenario en el que, desde 2010, han desfilado, adem¨¢s de Merche Mar, la Terremoto de Alcorc¨®n, The Chanclettes, Belinda Blind y V¨ªctor Mas¨¢n, entre otros. Al tiempo, El Molino ha sido precursor de las dos ediciones del Festival Internacional del Burlesque, celebradas los dos ¨²ltimos a?os, que incluyen un concurso amateur cuyo ganador obtiene un contrato de tres meses para actuar en El Molino.