?Tricky Albert?

Tricky Dick (¡°el tramposo Dick¡±) fue el sobrenombre que le pusieron al presidente Richard Nixon, el del Watergate, por su condici¨®n de ¡°trampeiro¡± consumado. Hacer trampas siempre es una tentaci¨®n cuando las trampas, invisibles en su intenci¨®n (ganar elecciones) y visibles en su civismo (ahorrar dinero), pueden conducirnos a objetivos deseables.

?A veces, sin embargo, la firma de los padres en el bolet¨ªn de notas que los ni?os peque?os imitan llama la atenci¨®n del profesor por su rotunda imperfecci¨®n, incerteza, inseguridad y hasta por su fe¨ªsmo. Los ni?os tienen otros c¨®digos ¨¦tico-est¨¦ticos que con frecuencia se delatan a s¨ª mismos en un mundo fuertemente regulado.

No creo que Alberto N¨²?ez Feij¨®o, presidente de la Xunta, sea alguna reencarnaci¨®n de Nixon, Tricky Dick, ni ning¨²n ni?o tratando de enga?ar a nadie. Debe de tratarse de alg¨²n error o de un exceso de sus picos de oro: se anuncia un cambio en el n¨²mero de diputados para las pr¨®ximas elecciones. No es lo mismo. Dejarlo para las siguientes (sin entrar ahora en el fondo de la necesidad de estos recortes en la representaci¨®n pol¨ªtica, de apariencia demag¨®gica pero sin duda debatibles) implica un debate y una posibilidad de consenso, pero ahora ser¨ªa un asalto a la estabilidad pol¨ªtica sobre la que se ha basado la acci¨®n parlamentaria durante estos a?os y producir¨ªa beneficios muy directos al PP (vean el gr¨¢fico de arriba y observen el cambio a tres esca?os de las diferencias entre el bloque conservador y el progresista, debido a la peculiaridad de la contabilidad de partidos ¨²nicos o de las alianzas con acumulaci¨®n de voto que se producir¨ªan tras las elecciones).

El sector progresista de voto, con los resultados de 2009 y los esca?os que ahora se proponen (61 frente a los 70 anteriores y actuales), perder¨ªa dos esca?os m¨¢s, y se situar¨ªa a tres esca?os del partido de la derecha gallega. Solo una unidad previa a las elecciones dar¨ªa tantos o m¨¢s esca?os a los progresistas, pero esta unidad quiz¨¢ no acumule el mismo n¨²mero de votos que los que obtendr¨ªa cada partido por separado. Siempre ocurre as¨ª.

No creo que Feij¨®o sea Tricky Albert, pero si lo fuera tendr¨ªa mucho terreno andado para ganar las elecciones, que a d¨ªa de hoy tienen un resultado incierto, con 37 esca?os para cada bloque y uno bailando (bailando la conga de un final de fiesta bastante amargo para Galicia y para el reino de Espa?a en el que el antiguo Reino de Galicia se integra desde hace algunos siglos).

La balanza est¨¢ equilibrada con los 75 esca?os actuales, y probablemente las elecciones se las llevar¨¢ quien mejor comunique en estos meses que podr¨ªan faltar para el d¨ªa de autos. Comunicar no es f¨¢cil. Si se cambia a 61 esca?os, Feij¨®o multiplicar¨¢ sus bazas, pero la historia no se lo perdonar¨¢. Veremos lo que va pasando y lo que van diciendo las encuestas, tan dif¨ªciles de valorar en estos momentos de incertidumbre.

Ferm¨ªn Bouza es catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa en la Universidad Complutense de Madrid, especializado en Opini¨®n P¨²blica