Acci¨®n policial tras la condena a cuatro hermanos por secuestro y abuso sexual
Despliegue de agentes en previsi¨®n de altercados al comunicar la condena a los procesados
Acudieron tranquilos, confiados en una sentencia absolutoria y no se percataron de que a su alrededor, en la Ciudad de la Justicia, se hab¨ªa desplegado un fuerte dispositivo con agentes camuflados en previsi¨®n de altercados. Al final, cuatro hermanos, Rafael, de 33 a?os, Salvador, de 30, Gloria, de 31, y Jes¨²s Miraut Pons, de 25, acabaron detenidos entre gritos y quejas de ellos y entre m¨¢s gritos y lloros de sus familiares, que no conceb¨ªan las fuertes condenas de prisi¨®n, de entre 18, cinco y seis a?os, que les acababan de comunicar.
Los tres magistrados de la Secci¨®n Segunda de la Audiencia de Valencia consideraron que eran culpables de varios delitos de detenci¨®n ilegal, agresi¨®n sexual, lesiones y extorsi¨®n. Los hechos arrancan el 20 de enero de 2007. Aquel d¨ªa, Rafael conoci¨® a una mujer, la v¨ªctima, y comenzaron a convivir en el piso de ella. Seg¨²n los hechos probados, apenas una semana despu¨¦s Rafael comenz¨® a maltratarla y amenazarla para que no saliera del piso, donde tambi¨¦n se instalaron otros dos hermanos: Salvador y Gloria, ¡°conocedores de los malos tratos¡±.
Le quitaron las llaves y los tel¨¦fonos y tambi¨¦n comenz¨® a frecuentar el piso Jes¨²s, que colabor¨® en la vigilancia de la v¨ªctima. Rafael incluso oblig¨® a la mujer a ir a una inmobiliaria con la intenci¨®n de que le cediera o regalara el piso, bajo la amenaza de darle una paliza. Tambi¨¦n consiguieron que fuera a su antiguo trabajo a coger su finiquito, y se quedaron con un tal¨®n por 491 euros.
Pero el mayor calvario, aparte de las palizas, el miedo y el sometimiento es que en dos ocasiones se vio obligada a mantener relaciones sexuales sin consentimiento. En la primera, fue forzada por Salvador bajo la amenaza de que quemar¨ªa su casa con ella dentro. En la segunda, la obligaron bajo amenaza de muerte a practicar una felaci¨®n a un tal Tino mientras Salvador miraba, aplaud¨ªa y se burlaba. Finalmente, la v¨ªctima aprovech¨® una ocasi¨®n en que no cerraron la puerta de la vivienda por dentro para huir, tras m¨¢s de un mes de martirio.
El fiscal del caso explic¨® este martes que tras la instrucci¨®n, efectuada por otro compa?ero, el relato de los hechos parec¨ªa ¡°rocambolesco¡± y casi ¡°incre¨ªble¡±, pero una vez iniciado el juicio, los hermanos incurrieron en contradicciones, se echaron las culpas los unos a los otros y se insultaron. Gloria incluso reconoci¨® que vio las agresiones sexuales y hasta argument¨® que ella tambi¨¦n estaba secuestrada. Una quinta acusada, pareja de Jes¨²s y que solo acudi¨® al piso en ocasiones, fue absuelta.
Este martes, mientras a las puertas de las Secci¨®n Segunda cuatro ni?os manten¨ªan en jaque con carreras, gritos y travesuras a los usuarios de la Ciudad de la Justicia, una docena de agentes, entre uniformados y camuflados, conduc¨ªan a los hermanos a prisi¨®n, entre lloros, rabia, insultos y desesperaci¨®n de sus familiares. En un momento, Gloria se volvi¨® a su madre y le dijo: ¡°De la c¨¢rcel se sale, del cementerio no¡±.
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