Orejas a la voluntad de Fandi y Castella
Rivera, muy desconfiado, fue pitado
El sexto toro de la tarde fue como una coctelera: llevaba dentro de todo un poco. Agitado su contenido, dio como resultado un toro que encerraba varios toros a su vez. M¨¢s bravuc¨®n que bravo y m¨¢s reserv¨®n que manso. No pas¨® y se fren¨® de salida con el capote. Se march¨® en oleada al caballo de picar y las dos veces lo cogi¨® por la grupa. En la primera descabalg¨® al piquero, al que estrell¨® contra la arena, y en la segunda casi se repite la escena. No se escupi¨® de la suerte, pero tampoco fue necesario obligarlo a salir. Con el frasco de la sorpresa destapado, el toro tuvo su punto de violencia en banderillas. No result¨® f¨¢cil pon¨¦rselas. No pintaba nada bien el panorama, pero alguna luz debi¨® ver Castella cuando brind¨® al p¨²blico. El duelo entre toro y torero estaba anunciado. Fuera del tercio, donde se intu¨ªa que el toro iba a pesar m¨¢s, Castella le dio tres estatuarios sin mover m¨²sculo, pero la cosa pareci¨® estancarse a partir de ah¨ª. Transformado en guerrero, Castella plante¨® batalla cuerpo a cuerpo. El toro sin terminar de pasar, y Castella empe?ado en que pasara. Medios pases con el n¨²?ezcuvillo amagando en volver a destapar la caja de los truenos. Todo por la derecha. M¨¢s pelea que toreo. Terco Castella, que no daba su brazo a torcer, y el toro que tampoco entregaba sus armas. Todo cambi¨®, de repente, cuando Castella se ech¨® la muleta a la zurda. Una serie al natural, muy templada, lenta y c¨¢lida, puso la nota final a la faena. Luego hubo una segunda vez, m¨¢s forzada y no tan rematada como la anterior pero tambi¨¦n de aprobado alto y de m¨¦rito. Todo con el toro ya pr¨¢cticamente rendido a los pies del torero. Perdi¨® la muleta al entrar a matar y dos descabellos de final no enfriaron la petici¨®n. Oreja lograda a pulso.
N??EZ DEL CUVILLO / PAQUIRRI, FANDI, CASTELLA
Toros de N¨²?ez del Cuvillo, De correcta presentaci¨®n, limpios de pitones. De poca entrega. El segundo, muy noble, y el sexto, de juego cambiante, lo menos malo. Cumplidores en el caballo, aunque tercero y quinto mansearon.
Rivera Ord¨®?ez "Paquirri": pinchazo y tres descabellos (pitos); pinchazo hondo (pitos).
El Fandi: entera trasera (oreja); entera y descabello (silencio).
Sebasti¨¢n Castella: estocada corta con derrame (palmas); entera perdiendo muleta -aviso- y dos descabellos (oreja).
Plaza de Valencia, 26 de julio. Segunda de Abono. Media.
Otra oreja gan¨® El Fandi del segundo. Trofeo de reconocer m¨¢s el conjunto de la lidia que la faena de muleta en s¨ª. Una larga de rodillas fue el saludo. Ya de pie, templ¨® el capote con recursos variados. Las dos veces que Fandi llev¨® el toro al caballo fue por chicuelinas. Cuando sali¨® de la segunda vara, Castella quit¨® por saltilleras muy llamativas. Tocado en su amor propio, Fandi replic¨® con dos lopecinas y el remate de una media con las dos rodillas en tierra. Fue, posiblemente, el momento de la tarde. Tres pares de El Fandi vinieron despu¨¦s. El primero cuadrando en la cara; trasero el segundo; el tercero lo puso al viol¨ªn. Nobl¨®n el toro, aunque algo remiso, dej¨® a Fandi ir por aqu¨ª y por all¨¢. Voluntarioso, nada m¨¢s. El recuerdo de todo lo anterior vali¨® el premio final.
Ni Castella ni Fandi lograron sacar de sus casillas a tercero y quinto, respectivamente. No tuvo entrega el de Castella, que intent¨® colarse varias veces por donde no deb¨ªa. Insistente el torero, pero poca limpieza. Un par de desarmes, y toro y torero cada uno a su bola. El quinto, que manse¨® en el caballo, dijo no casi desde el principio. Fandi cumpli¨® en banderillas sin el espect¨¢culo habitual. Al cuarto muletazo el toro rod¨® por la arena y luego hizo amago de acostarse sin permiso de nadie. El torero abrevi¨®.
Rivera Ord¨®?ez dej¨® que masacraran a sus dos toros en varas. Despu¨¦s pas¨® como una sombra. O ni eso. Sin confianza, desganado y vulgar. Puso banderillas al cuarto con poca fortuna y previas pasadas en falso. Le pitaron.
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