La petici¨®n de rescate hunde la imagen exterior de Catalu?a
La prensa extranjera cuestiona que la situaci¨®n sea distinta del resto de Espa?a
Mejorar la imagen exterior de Catalu?a era uno de los objetivos que el presidente catal¨¢n se fij¨® nada m¨¢s comenzar la legislatura hace ya 15 meses. Artur Mas consideraba que siete a?os de Ejecutivos de izquierdas hab¨ªan dilapidado el prestigio que Catalu?a hab¨ªa ganado ante Europa en 23 a?os de Gobiernos de Jordi Pujol, siempre atento a que en el extranjero se conociera esta comunidad como una realidad diferenciada del resto de Espa?a.
Un a?o y medio de recortes y de crisis desbocada combinado con el amplificador de algunos medios internacionales siempre cr¨ªticos con el gasto de la Espa?a de las autonom¨ªas han minado las buenas intenciones de Mas. Solo faltaba que Catalu?a se uniera esta semana a Murcia y a la Comunidad Valenciana y anunciara que acudir¨¢ al fondo de rescate auton¨®mico. Una imagen exterior que ya estaba tocada ha acabado por los suelos.
¡°?Catalu?a!¡±, la exclamaci¨®n del corresponsal del diario La Repubblica en Nueva York, Federico Rampini, describe muy bien la sorpresa de los italianos ante la petici¨®n de ayuda de la Generalitat, ¡°La Lombard¨ªa espa?ola, la regi¨®n m¨¢s rica y emprendedora...¡±.
Si hace algunos meses, uno de los temas preferidos de conversaci¨®n era qui¨¦n ten¨ªa m¨¢s papeletas, si Espa?a o Italia, para seguir a Grecia en la ca¨ªda, ahora ya no hay duda. Con un suspiro de alivio, aunque con miedo todav¨ªa al contagio, los italianos van teniendo conciencia de que buena parte de lo que admiraron en sus viajes a Espa?a ¡ªy las infraestructuras de Barcelona en comparaci¨®n con las de la achacosa Roma era una de las m¨¢s frecuentes¡ª formaba parte de un espejismo. Y la prensa, en t¨¦rminos generales, mete el dedo en la herida.
Los recortes y la crisis impiden
El pasado mi¨¦rcoles, sin ir m¨¢s lejos, la cr¨®nica del enviado especial Omero Ciai ya retrataba la situaci¨®n: ¡°Catalu?a, al borde de la quiebra. Una mina para todo el pa¨ªs. El Gobierno de Barcelona tiene una deuda de 42.000 millones¡±, escrib¨ªa.
El Gobierno catal¨¢n, preocupado desde hace tiempo por que esta imagen ahuyente definitivamente a inversores y compradores de deuda p¨²blica, se ha movilizado desde todos los frentes. Artur Mas ha viajado repetidamente a Bruselas, Londres, Roma y Nueva York con el mismo mensaje: ¡°Catalu?a hace los deberes y su situaci¨®n es mejor que la del resto de Espa?a¡±. Han secundado este mensaje varios de sus consejeros, comenzando por el de Econom¨ªa, Andreu Mas-Colell, quien se prodiga por la prensa internacional hasta el punto de que abri¨® la puerta al rescate de Catalu?a en una entrevista a la BBC. Pero los resultados no parecen verse en las informaciones de los diarios extranjeros.
Por su peso en el conjunto de Espa?a, la situaci¨®n catalana preocupa en Alemania algo m¨¢s que el resto de comunidades que han pedido el rescate. El d¨ªa 26, el influyente Frankfurter Allgemeine Zeitung informaba de que ¡°la regi¨®n m¨¢s endeudada de Espa?a¡± solicita el control sobre la recaudaci¨®n fiscal.
En Estados Unidos las grandes dudas sobre Espa?a se centraron primero en las elevadas cifras de paro, despu¨¦s en la banca y ahora en las regiones, destacan los analistas. ¡°Esto va cada d¨ªa a peor, es como si se repitiera la pel¨ªcula de Grecia¡±, comentan los locutores de la cadena financiera CNBC, l¨ªder en su g¨¦nero.
Los analistas alertan
En el parqu¨¦ no son especialistas en el estado de las autonom¨ªas, pero s¨ª anticipaban este desenlace porque los Estados en EE UU atraviesan por problemas similares debido al paro y a un mercado inmobiliario deprimido. La foto se la llev¨® ¡°el ministro¡± de Econom¨ªa de la ¡°poderosa¡± regi¨®n del Noreste, Andreu Mas-Colell, con las manos en la cara en el Parlamento, donde admiti¨® que estudiaba la petici¨®n de ayuda.
¡°Parec¨ªa que todo estaba bajo control en las regiones al principio del a?o, pero ahora hay un claro deterioro¡±, advierten los analistas. Los que conocen la estructura regional explican, diccionario en mano para traducir la palabra rescat, que se est¨¢n mandando se?ales mixtas desde Barcelona, consecuencia ¡°de la complicada relaci¨®n con Madrid¡±. Una intervenci¨®n directa en Catalu?a, a?aden, ¡°crear¨¢ un enorme quebradero de cabeza pol¨ªtico¡±. Anticipan incluso que eso podr¨ªa llevar a convocar elecciones anticipadas en la regi¨®n.
Todas estas noticias, junto al desconocimiento sobre la realidad catalana que muchas veces se expresa en la prensa extranjera motiv¨® hace ya dos a?os la creaci¨®n de un colectivo de escritores, intelectuales y activistas nacionalistas que pretende que los corresponsales instalados en Espa?a cuenten tambi¨¦n ¡°la otra cara¡± de lo que ocurre en Catalu?a. El colectivo Emma mantiene frecuentes contactos con estos periodistas y procura explicarles la realidad pol¨ªtica y econ¨®mica catalana. El grupo ha difundido esta semana un documento titulado What is really going on in Catalonia (qu¨¦ est¨¢ pasando realmente en Catalu?a), en el que se defiende que los problemas econ¨®micos de la comunidad tienen un trasfondo pol¨ªtico por una end¨¦mica mala financiaci¨®n.
Catalu?a es para Par¨ªs un modelo de riqueza y destino vacacional predilecto de casi cuatro millones de franceses cada a?o. Pero la prensa gala destaca como particularmente preocupante la situaci¨®n catalana por su peso en el PIB espa?ol y su elevada deuda. Este jueves el diario de izquierdas Lib¨¦ration dedicaba su portada a Espa?a con la palabra ¡°Perdidos¡± en el centro de la bandera espa?ola, aunque en su interior no hac¨ªa ninguna menci¨®n directa a la deuda de las comunidades aut¨®nomas.
Eso s¨ª, la peor parte en t¨¦rminos de imagen se la ha llevado Valencia, una ¡°regi¨®n que ilustra hasta la caricatura los excesos vinculados a la especulaci¨®n inmobiliaria¡±, seg¨²n Le Figaro.
La noticia del posible rescate se ha mezclado, adem¨¢s, en los diarios con la de los incendios de esta semana, en el que tres de los cuatro fallecidos eran ciudadanos franceses. Le Monde por su parte mencionaba unos ¡°incendios agravados por la austeridad¡± al apuntar a las ¡°carencias de prevenci¨®n¡±.
Con informaci¨®n de Juan G¨®mez, Miquel Noguer, Pablo Ordaz, Sandro Pozzi y Ana Teruel.
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