La ruptura con el pujolismo
Con la legalidad en contra, dos factores ser¨¢n determinantes: la presi¨®n ciudadana y las complicidades que haya en Europa
¡°Nos dar¨¢n alguna cosa, pero esta vez tendremos que decir que no¡±. Seg¨²n me cont¨® uno de los convocados, esta fue la frase de mayor calado pol¨ªtico que pronunci¨® Artur Mas en el encuentro prevacacional con los altos cargos de la Generalitat. All¨ª, rodeado de los suyos, el presidente se solt¨®, seg¨²n cuentan los medios, con alguna frase impropia de su siempre contenida dial¨¦ctica: ¡°Sois los generales de un ej¨¦rcito que es la Generalitat y que tiene una gran misi¨®n¡±. En la aventura humana el tel¨®n que separa lo sublime de lo siniestro es tan fino que uno siente escalofr¨ªos cuando alguien dice que se siente llamado a una misi¨®n hist¨®rica. Porque entre el ¨¦xito y el rid¨ªculo a veces hay menos espacio de lo que parece.
Me consta que el presidente Mas tiene una fijaci¨®n: el 6 de octubre. Y que su principal preocupaci¨®n es no dar un paso en falso. Como explic¨® Maquiavelo en su tiempo, la pol¨ªtica es el arte de la oportunidad. Y ello requiere un c¨¢lculo muy fr¨ªo de las relaciones de fuerzas: las reales y las potenciales. Del peso real de que se dispone en un momento dado, pero tambi¨¦n de la capacidad de inclinar la balanza del lado propio interviniendo adecuadamente y optimizando una circunstancia favorable. No equivocarse sobre el momento propicio es la virtud que separa a un estadista de un simple pol¨ªtico. Y, por tanto, la pregunta es: ?estamos ante un momento propicio para dar pasos irreversibles en la direcci¨®n de la separaci¨®n de Catalu?a y Espa?a? Crisis, recortes, rescates, intervenciones, directorio europeo, componen un escenario complejo con vectores contradictorios. Algunos juegan a favor de la ¡°misi¨®n hist¨®rica¡± del presidente ¡ªcomo la sensaci¨®n de agravio y de injusticia que sienten muchos ciudadanos de Catalu?a¡ª otros juegan en contra, como el clima de angustia y miedo que se ha instalado en la sociedad. Y al que el propio Gobierno catal¨¢n ha contribuido al alinearse incondicionalmente con la ortodoxia de ajustes de brocha gorda que est¨¢n provocando recesi¨®n, paro y p¨¦rdida de bienestar.
Donde no hab¨ªa llegado el Parlamento espa?ol, lleg¨® el Constitucional para completar la limpieza
En este contexto, la afirmaci¨®n de Artur Mas de que no nos vamos a contentar con una propina para que nos callemos, que esta vez es distinto y que hay cambio de fuero o nada, me parece pol¨ªticamente muy relevante. Primero, porque rompe con una tradici¨®n de CiU, que a lo largo de su historia ha practicado siempre el posibilismo de la acumulaci¨®n paulatina de poder y recursos, sacrificando el fuero al huevo si era necesario. El propio Artur Mas llev¨® esta manera de hacer hasta su m¨¢xima expresi¨®n al cerrar a la baja, con Zapatero, la negociaci¨®n del Estatuto, a espaldas del Gobierno tripartito. De aquella experiencia, probablemente el presidente haya aprendido que la v¨ªa de la componenda con Espa?a ya no ten¨ªa recorrido. Donde no hab¨ªa llegado el Parlamento espa?ol, lleg¨® el Constitucional para completar la limpieza. Segundo, porque la frase de Artur Mas sit¨²a autom¨¢ticamente el debate del pacto fiscal en el episodio siguiente, en el d¨ªa siguiente al no. Si el Gobierno catal¨¢n no est¨¢ dispuesto a aceptar un apa?o, el Ejecutivo espa?ol nunca aceptar¨¢ una modificaci¨®n del sistema auton¨®mico que consagre legalmente la bilateralidad en la relaci¨®n de Catalu?a con Espa?a. Y menos en un contexto en que el PP se ha dedicado sistem¨¢ticamente a desprestigiar a las autonom¨ªas en Bruselas, donde se da por hecho que en algunos de los pr¨®ximos memorandos que acompa?en a los sucesivos rescates de Espa?a vendr¨¢ incluida la exigencia de reforma constitucional recentralizadora.
Evidentemente, la acumulaci¨®n de fuerzas empieza en casa. En el propio seno de CiU hay discrepancias. Duran Lleida no ha disimulado su voluntad de buscar un punto de encuentro para salvar el pacto fiscal, entre otras cosas porque el l¨ªder de Uni¨® sigue creyendo en la posibilidad de una articulaci¨®n de Catalu?a en Espa?a. En Converg¨¨ncia, sectores m¨¢s vinculados al mundo empresarial sienten el p¨¢nico de las incertidumbres de un proceso de ruptura. Por lo dem¨¢s, el PP ha hecho suya la bandera espa?ola, como le corresponde, y el PSC ha dado un paso m¨¢s en su querencia por las posiciones vergonzantes que le est¨¢n enviando a la inanidad. ?No se dan cuenta sus dirigentes de que incluso para encontrar un espacio de pacto con Espa?a les era mucho m¨¢s ¨²til ponerse al lado del Gobierno catal¨¢n? Artur Mas ha dado una se?al de ruptura con la historia del pujolismo. ?Hasta d¨®nde la va a llevar? ?Cambio hist¨®rico, nueva frustraci¨®n o rid¨ªculo? Con la legalidad en contra, en ¨²ltima instancia, dos factores ser¨¢n determinantes: el nivel de presi¨®n ciudadana y las complicidades que se consigan en Europa.
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