Cena y bingo en la iglesia

Cena, orquesta y bingo. La iglesia de L¡¯Ametlla del Montsec, pueblo de la Noguera que tiene unos 50 vecinos censados y que en verano son el doble, no hab¨ªa estado nunca tan animada como la noche del pasado viernes, primer d¨ªa de la fiesta mayor. La lluvia oblig¨® a los vecinos a cobijarse dentro del templo y continuar all¨ª la programaci¨®n festiva.

La t¨ªpica tormenta de verano no agu¨® la fiesta de esta peque?a localidad de la sierra del Montsec. En el momento de iniciarse la cena en la plaza, la lluvia amenazaba el acto. Como el pueblo no tiene local social, los vecinos acordaron ir a por la llave de la iglesia y continuar en su interior el programa. Lo que no estaba previsto es que junto a los comensales, vecinos y veraneantes, tambi¨¦n se instalara en el interior del templo la orquesta que deb¨ªa amenizar la velada. Seg¨²n algunos testimonios, la m¨²sica no era precisamente sacra. De esta forma, mientras la lluvia ca¨ªa incesantemente, los vecinos pudieron cenar sin mojarse y despu¨¦s jugar al bingo de fiesta mayor, pasatiempo en el que los premios no son dinero, sino con regalos y productos aportados por los mismos asistentes.

El atrevimiento de los vecinos ha provocado reacciones para todos los gustos. A algunos no les ha hecho gracia la utilizaci¨®n de un lugar sagrado para actividades profanas, principalmente a feligreses creyentes que opinan que la iglesia es un lugar de culto al que se va a rezar. En cambio, otras personas prefieren no rasgarse las vestiduras porque consideran que se ha tratado de algo excepcional que no merece ning¨²n reproche por parte del clero.

¡°?No dicen los curas que la iglesia es la casa de todos? Si pierden feligreses es porque no son imaginativos y no se adaptan a los nuevos tiempos. Seguro que hab¨ªa m¨¢s gente la madrugada del viernes que en la misa del s¨¢bado¡±, se?al¨® un veraneante que particip¨® en los actos.

Mientras los vecinos de l¡¯Ametlla tratan de echar tierra sobre el asunto para esconder su irreverencia, el rector de la parroquia, Josep Maria Novell, se siente enga?ado porque al d¨ªa siguiente, cuando lleg¨® al pueblo para celebrar la misa, ya sab¨ªa que la iglesia hab¨ªa sido utilizada para alguna actividad de la fiesta y los feligreses no le contaron la verdad. ¡°Me dijeron que como llov¨ªa y como no tienen local social hab¨ªan decidido tomarse el bocadillo dentro del templo. Como insist¨ª, ellos negaron que hubieran hecho nada m¨¢s. Pero por lo que parece de la misa solo me explicaron la mitad¡±, dijo ayer Novell.

El sacerdote explic¨® que se encontr¨® la iglesia limpia y ordenada, sin rastros de la fiesta. ¡°Me aseguraron¡±, a?adi¨®, ¡°que la orquesta no se instal¨® dentro, pero investigar¨¦ qu¨¦ se hizo realmente en la iglesia¡±.

El p¨¢rroco declar¨® que, si fuera verdad que toc¨® la orquesta y se jug¨® al bingo, le parecer¨ªa un hecho ¡°muy grave¡± del que tendr¨ªa que informar al obispado para que sea este el que tome las decisiones que correspondan. ¡°Podr¨ªa aceptar que, en caso de lluvia y no disponer de un local alternativo, los vecinos cenaran en la iglesia con el m¨¢ximo respeto al lugar, pero no todo lo dem¨¢s¡±.

Ramon Prat, vicario general del Obispado de Lleida, no ha querido opinar sobre unos hechos que desconoce. ¡°Nadie me ha comunicado nada. Me informar¨¦ de lo ocurrido y se ha de ver qu¨¦ es lo que ha pasado realmente en L¡¯Ametlla¡±, se?al¨®.