Cajamar y Ruralcaja retrasan su fusi¨®n para concretarla en oto?o

La concreci¨®n de la fusi¨®n entre las dos principales cajas rurales espa?olas ¡ªla andaluza Cajamar y la valenciana Ruralcaja¡ª se retrasa al oto?o. La alianza entre las dos entidades de cr¨¦dito fue anunciada por sus respectivos consejos rectores a mediados de diciembre de 2011 y aprobada en enero siguiente en asamblea general. La intenci¨®n primera era que la gran fusi¨®n de las dos rurales estuviera cerrada entre finales del pasado mes de mayo y principios de junio para que la entidad resultante empezara su andadura en julio. Pero a¨²n est¨¢ pendiente.

Cajamar, entidad que triplica el volumen de Ruralcaja por negocio y activos, rest¨® este lunes importancia al retraso y asegur¨® que la fusi¨®n estar¨¢ ultimada el pr¨®ximo mes de septiembre para despu¨¦s, el 12 de octubre, acometer la integraci¨®n inform¨¢tica, uno de los pasos m¨¢s delicados pero tambi¨¦n m¨¢s importantes en una fusi¨®n.

Cajamar explic¨® que la demora se ha producido por diversos motivos: por un lado, destac¨® que cuando se anunci¨® la fusi¨®n entre Ruralcaja y Cajamar y se marcaron los plazos de la operaci¨®n no se sab¨ªa que se iba a sumar a la misma una tercera entidad, Caja Rural Castell¨®n. La entidad castellonense anunci¨® a principios de mayo su decisi¨®n de unirse a Cajamar. La operaci¨®n, agreg¨® un portavoz de la caja rural con sede en Almer¨ªa, tambi¨¦n supondr¨¢ la integraci¨®n de los dos SIP que lideran ambas rurales, lo que suma 22 entidades que han tenido que aprobar este paso individualmente, lo cual tambi¨¦n ha supuesto un retraso.

El segundo gran motivo del retraso de la operaci¨®n, seg¨²n esta misma fuente, ha sido la adaptaci¨®n al cambiante escenario financiero espa?ol. Los nuevos requerimientos que ha ido marcando el Gobierno para las entidades financieras, que tambi¨¦n afectan a Cajamar y a Ruralcaja, han obligado a las rurales a adaptar sus planes a la nueva regulaci¨®n, lo que en la pr¨¢ctica tambi¨¦n ha llevado a renegociar algunos aspectos ya acordados previamente.

En la misma l¨ªnea, otras fuentes financieras consultadas coinciden en explicar el retraso por el cambiante escenario de la regulaci¨®n financiera espa?ola. Estas fuentes, en cualquier caso, insisten en la importancia de que se concrete la fusi¨®n inform¨¢tica para que las entidades dejen de funcionar por separado y para que se pueda hacer ¡°econom¨ªa de escala¡±.

Cajamar contextualiz¨® todos estos aspectos, internos y externos, dentro de la normalidad de una fusi¨®n que avanza ¡°seg¨²n la hoja de ruta¡± marcada y en funci¨®n del ¡°proceso previsto¡±.

La fusi¨®n de Cajamar y Ruralcaja, anta?o competidoras, dar¨¢ lugar a la creaci¨®n de Cajas Rurales Unidas, el nombre oficial que tendr¨¢ la nueva entidad. Cuando se anunci¨® la operaci¨®n, Rafael Carrau, subdirector general del grupo de Cajas Rurales del Mediterr¨¢neo (CRM), que lidera Ruralcaja, asegur¨® que aspiraba a manejar una cuota del 15% del negocio financiero en la Comunidad Valenciana en un periodo aproximado de cinco a?os.

En aquel momento, Carrau record¨® que el Grupo CRM foment¨® la constituci¨®n de un banco cooperativo de ¨¢mbito nacional al margen de Cajamar, pero ante la imposibilidad de implicar a otras entidades menores, opt¨® finalmente por pactar una fusi¨®n con la rural andaluza para ganar volumen. El coeficiente de solvencia de ambas entidades por separado estaba en aquel momento por encima de las exigencias del 9% para todo el sector financiero. En conjunto supera el 12%. Las cajas rurales, adem¨¢s, no arrastran deudas con terceros, como el resto de entidades del sector.

Cuando se acord¨® la fusi¨®n, tambi¨¦n se anunci¨® que Ruralcaja mantendr¨ªa la marca en la Comunidad Valenciana y Cajamar har¨ªa lo propio en el resto del territorio espa?ol, al menos durante los primeros tres a?os tras la uni¨®n.

La operaci¨®n tambi¨¦n supondr¨¢ la prejubilaci¨®n de alrededor de 550 empleados, seg¨²n el preacuerdo alcanzado el pasado junio, lo que implica el 8,6% de la plantilla de la nueva entidad, que es de 6.335 empleados.