¡°Alg¨²n ni?o se asusta de los caballos, pero se defienden¡±
¡°En las fiestas falta m¨¢s participaci¨®n por parte de algunas cuadrillas¡±
Josu Pedruzo (Vitoria, 1990) encarna al caballo de espadas que, junto a los de los otros tres palos, los reyes y las sotas, salta cada a?o de la baraja para mezclarse con gigantes y cabezudos y animar la fiesta. Botella de agua en mano y con la voz profunda de quienes exprimen minuto a minuto La Blanca como si fuese la ¨²ltima, asegura que lo mejor de ella es la capacidad que da a los ciudadanos de vivirla las 24 horas del d¨ªa.
Pregunta. Tiene usted una ocupaci¨®n curiosa. ?C¨®mo se presenta?
Respuesta. Soy un caballo de espadas.
P. ?Entonces, usted sale a ligar y dice: ¡°Soy un caballo¡±?
R. S¨ª. Entre otras cosas, tambi¨¦n suelo decir que soy blusa, que con eso se liga un poco m¨¢s.
P. En su comparsa compaginan cargos, entonces.
R. S¨ª. Muchos de los que trabajamos aqu¨ª salimos por la ma?ana como gigantes, cabezudos, caballos y sotas, durante tres o cuatro horas, pero, a mediod¨ªa vamos a comer con la cuadrilla, despu¨¦s salimos... Hacemos un poquito de todo.
P. ?La comparsa no se anima a salir de noche?
R. No, no, no... El jefe cierra. Y yo no me planteo tampoco lo de la noche.
P. ?Ensayan?
R. Los caballos antes bailaban, pero ahora no. Solo los gigantes y la gente nueva tienen que empezar a ensayar a finales de julio.
P. Pero habr¨¢ que estar preparado f¨ªsicamente, sobre todo en el caso de los gigantes.
R. S¨ª, bueno, pero eso no es lo principal. Tambi¨¦n tenemos alg¨²n gigante que es peque?ito...
¡°En las fiestas falta m¨¢s participaci¨®n por parte de algunas cuadrillas¡±
P. O sea, que es m¨¢s una cuesti¨®n de ma?a que de fuerza.
R. S¨ª, eso es. Hay que tener mucho equilibrio, sobre todo con los gigantes. Nosotros llevamos arneses y eso facilita mucho las cosas, pero puede ser complicado.
P. ?Cu¨¢nto pesa su caballo?
R. 35 kilos.
P. ?Y c¨®mo se viven las fiestas desde ¨¦l?
R. Pues de momento, con resaca. Pero bien, porque se viven de d¨ªa, ves el ambiente, alegras a la gente... Salen para vernos, nos sonr¨ªen, nos saludan... Es meterse a fondo en las fiestas, formar parte de ellas.
P. ?Los ni?os de ahora son m¨¢s miedosos que antes?
R. Hay de todo. Hay ni?os que se asustan incluso de los caballos, se agarran a la pierna de la ama y no se sueltan. Pero en general se defienden. Hay alguno que hasta pega a los cabezudos. Intenso, intenso.
P. ?Qu¨¦ falta en las fiestas de Vitoria para que ganen intensidad?
R. M¨¢s participaci¨®n por parte de algunas cuadrillas, que no hacen actividades. Por lo general est¨¢n muy implicadas, pero todav¨ªa falta alguna.
P. ?Y qu¨¦ es lo bueno de La Blanca?
R. Que se puede vivir de d¨ªa y de noche, la oportunidad de vivir las fiestas a tope, tanto de fiesta con las cuadrillas de blusas como con las comparsas,...
P. Una de las cr¨ªticas recurrentes de los ciudadanos es que las fiestas se limitan b¨¢sicamente al centro de Vitoria. ?Salen ustedes del centro?
P. S¨ª, solemos salir. Vamos a sitios diferentes, a las residencias de los ancianitos... Es cierto que la gente se queja, pero tambi¨¦n es cierto que cuesta hacer recorridos largos porque los gigantes y los caballos pesan bastante.
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