Teatro y pinchos de bacalao
El actor llega a los Veranos de la Villa del 17 al 19 de este mes con ¡®Anfitri¨®n¡¯ Cuenta d¨®nde pasa sus mejores momentos, que a menudo comparte con colegas
1. Teatros. Quiero destacar la red del Espa?ol, Matadero y Conde Duque, donde el ¨²ltimo festival Fringe ha sido un ¨¦xito. Tienen una programaci¨®n extraordinaria, con aut¨¦nticas obras de arte, que ha sido posible gracias a Alicia Moreno y a Gallard¨®n, que, aunque est¨¦ en desacuerdo con ¨¦l en cosas que est¨¢ planteando, en esto de los teatros me quito el sombrero. Tambi¨¦n ante Mario Gas, hasta hace poco su director.
2. Biblioteca del Reina Sof¨ªa. Voy a estudiar los guiones como dos o tres meses al a?o y me siento como si lo hiciera en un palacio. Y me permite hacerlo a cero euros, lo que demuestra que lo p¨²blico tiene sentido porque permite acceder a lugares y eventos donde percibes que tus impuestos est¨¢n bien administrados.
3. Mercado de San Miguel. Soy muy del centro y voy habitualmente a tomar algo. Como vivo cerca, lo conoc¨ª en su etapa anterior y destacar¨ªa el acierto de haber reunido comida, bebida y compras en un mismo lugar, similar a la Boquer¨ªa de Barcelona. Es una reinvenci¨®n del espacio como un lugar de encuentro. Y aqu¨ª acabo tropez¨¢ndome siempre con compa?eros de profesi¨®n (plaza de San Miguel, s/n).
4. Confiter¨ªa El Pozo. Es la m¨¢s antigua de Madrid y es una preciosidad. Conserva su arquitectura y el obrador trabaja exactamente como hace cien a?os. Es famos¨ªsima por el hojaldre y por las torrijas emborrachadas con crema, diferentes de todas. Es un sitio dif¨ªcil de encontrar, que sobrevive en un rinc¨®n escondido rodeada de multinacionales donde solo venden porquer¨ªas. Pero ellos son indestructibles (Del Pozo, 8).
5. Casa Labra. Soy un aficionado a las nuevas tecnolog¨ªas, al iPad y al iPhone. Pero me gusta mucho andar por estos sitios que sobreviven al tiempo. Aqu¨ª dan unos pinchos de bacalao riqu¨ªsimos. En el mismo edificio, Pablo Iglesias fund¨® el PSOE y siguen escritos algunos principios, como atenci¨®n m¨¦dica para la clase trabajadora y educaci¨®n para todos, que es muy pertinente reivindicar un siglo despu¨¦s, cuando se est¨¢ dando la vuelta a la tortilla (Tetu¨¢n, 12).
De la ingenier¨ªa a las tablas
Roberto ?lvarez (Gij¨®n, 1956) lleg¨® a Madrid a estudiar Ingenier¨ªa, pero Antonio Llopis le eligi¨® para un papel y ah¨ª sigue. Ha trabajado en cine (Manolito Gafotas, Hable con ella o El portero), teatro (En casa, en Kabul) y televisi¨®n (Cu¨¦ntame).
6. Microteatro por Dinero. Ah¨ª present¨¦ la obra Azafatas low cost. Al ser un espacio muy peque?o se produce una sensaci¨®n ¨²nica con el espectador. En el primer pase de ensayos, en el que no hay ni luces ni escenograf¨ªa, ni nada que te apoye, y tus amigos, los primeros jueces, van como con cara de degollados, se junta algo especial porque no hay distancia, la intimidad es en carne viva, m¨¢s emocional (Loreto y Chicote, 9).
7. Jardines de Sabatini. He ido much¨ªsimo con mis hijos y tambi¨¦n es un espacio p¨²blico, de esos que de repente nos pertenecen y podemos usarlos como si fu¨¦ramos parientes del Rey.
8. Gimnasio La Palestra. Invito a conocerlo por la atenci¨®n de los propietarios y donde todos los actores que te puedes imaginar trabajan con su entrenador personal. Es un sitio muy amable que tiene ese esp¨ªritu de un lugar al que quiero ir (Bravo Murillo, 5).
9. El Negro. Para tomar una copa y encontrarte con colegas. Despu¨¦s de salir de una funci¨®n, todos acabamos en este antro, donde el ambiente tambi¨¦n es muy de actores (Echegaray).
10. El Cerro de los Locos. Est¨¢ en la Dehesa de la Villa, un espacio maravilloso con ¨¢rboles milenarios y siete aljibes que buscarlos es como un juego de rol. Y en un alto est¨¢ la caseta, una especie de torre de electricidad, y lugar extravagante donde se juega al front¨®n, se boxea, se toma el sol en pelotas... y la gente que iba all¨ª se la tomaba por loca. Durante la Guerra Civil fue un frente republicano y a¨²n se ven en sus paredes los agujeros de las balas.
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