Este cuento se acab¨®
El tiempo hist¨®rico de la autonom¨ªa pol¨ªtica ya concluy¨® cuando Feij¨®o lleg¨® a la Xunta
Estamos ante una revancha hist¨®rica: Alemania, que perdi¨® su opci¨®n a ser la gran potencia del siglo XX ha conseguido crear ahora la ¡°Aleuropa¡± o ¡°Europania¡±. Merkel carece de complejos europe¨ªstas ligados al sue?o de la Uni¨®n Europea, viene de la Europa del Este y su tiempo hist¨®rico es la continuaci¨®n de la II Guerra y la Guerra Fr¨ªa, con sus cuentas pendientes. Alemania ha vuelto y lo dem¨¢s son tonter¨ªas.
Con perspectiva m¨¢s cercana, hace unos cuatro a?os Espa?a concluy¨® un ciclo hist¨®rico que se levant¨® sobre las consecuencias del cataclismo absoluto que fue la Guerra Civil. Esto fue la ¡°pos posguerra¡±. En t¨¦rminos econ¨®micos comenz¨® cuando la Espa?a de Franco, tutelada por los EE UU, inicia su desarrollo econ¨®mico gracias a los ahorros de los emigrantes, el turismo de sol y el ladrillo. Ese modelo lleg¨® aqu¨ª y es lo que ha quebrado. En t¨¦rminos pol¨ªticos, el ciclo comienza con el paso del franquismo a una democracia limitada por los pactos de la Transici¨®n. La Transici¨®n fue aceptar las condiciones y l¨ªmites impuestos por la derecha, naturalmente franquista, nuestra democracia se desarroll¨® estas d¨¦cadas m¨¢s o menos constre?ida en cada momento por esos condicionamientos. Tambi¨¦n eso ha quebrado.
Los a?os de Zapatero fueron un ensayo postrero: llegar a los l¨ªmites del modelo pol¨ªtico para que siguiese siendo v¨¢lido. Fracas¨®, y no por la crisis financiera y el desplome de la econom¨ªa espa?ola sino porque ya anteriormente la derecha hab¨ªa bloqueado cualquier medida que cuestionase o matizase los l¨ªmites impuestos en la Transici¨®n: la Ley de Memoria Hist¨®rica, el nuevo estatuto de Catalu?a, la situaci¨®n de la mujer en la sociedad, el reconocimiento de sus derechos a los homosexuales... Manifestaciones masivas, obispos y dirigentes del PP ostentando banderas nacionales ocuparon reiteradamente las calles de Madrid amplificados por la casi totalidad de la prensa de la capital. El poder de la derecha en las instituciones del Estado y la hegemon¨ªa de sus ideas es aplastante. La soledad hist¨®rica de Zapatero, parecida a la de Su¨¢rez, tanto fuera como dentro de su propio partido hizo posible que triunfase la campa?a de denigraci¨®n de aquel mal espa?ol que quer¨ªa ¡°vender Espa?a a ETA y los separatistas¡±. Ya es pasado que se desvanece. Estos d¨ªas de agosto todav¨ªa act¨²a la Unidad Militar de Emergencias combatiendo incendios, en su d¨ªa su creaci¨®n fue motivo de mofa (¡°Bambi ignora que el Ej¨¦rcito es para matar y no para salvar vidas o bienes¡±), pero es posible que pronto sea desmantelada, como la ley del aborto, la ley de dependencia... Y, al fin, lleg¨® Rajoy a la Moncloa.
Los que se burlaban antes callan ahora ante el espect¨¢culo de una presidencia que causa asombro universal y ha arruinado completamente la poca o mucha imagen internacional que ten¨ªa Espa?a: desde el primer d¨ªa en el Gobierno Rajoy hizo lo contrario de lo que hab¨ªa prometido en la campa?a (cabe pensar que no ten¨ªa ni idea de lo que hab¨ªa que hacer o que ya lo ten¨ªa planeado, a escoger) y gestion¨® del peor modo los desastres finacieros doblando el inter¨¦s de la prima de riesgo en pocos meses, consiguiendo ser descalificado por diputados y presidentes europeos, incluso de su misma l¨ªnea pol¨ªtica, y por los medios financieros y la prensa especializada. Ha sido incapaz de pactar con ning¨²n otro partido; gobern¨® contra el Parlamento a golpe de decreto; ignor¨® y burl¨® a las autonom¨ªas, incluso a las que gobernaba su propio partido; rechaz¨® recibir a los sindicatos... Solo los argumentos para cambiar la ley del aborto bastar¨ªan para descalificar a un gobierno tan inhumano, incapaz de mirarle a la cara a las madres de hijos nacidos con graves deficiencias. En vez de coraz¨®n tienen ideolog¨ªa sectaria ultraconservadora. Es tal el desprop¨®sito que hay que preguntarse de d¨®nde salen un gobernante y un gobierno as¨ª.
Para comprenderlo basta conocer la biograf¨ªa del presidente del Gobierno y sus or¨ªgenes en el franquismo, tan simple. Aunque ¡°Espa?a no es Uganda¡±, la indicaci¨®n dada a su ministro de Econom¨ªa resume su cultura e ideolog¨ªa pol¨ªticas y refleja el complejo de inferioridad subyacente, ¡°dime de lo que presumes...¡±. Ideolog¨ªa anclada en un nacionalismo espa?ol provinciano y en la cultura pol¨ªtica del franquismo: en vez de ideas, mitos decimon¨®nicos y desconocimiento del mundo actual. Es natural que desprecie el Parlamento y rehuya a los periodistas neg¨¢ndose a dar ruedas de prensa o a contestar preguntas, pues desprecia tambi¨¦n la opini¨®n p¨²blica y solo cree en un poder sin controles ni explicaciones. Es la revancha de la derecha de siempre, lo dem¨¢s es enga?arse. Hay quien cree que dimitir¨¢ en meses, se equivocan, Rajoy aprendi¨® en Galicia la lecci¨®n de Albor: si uno se atornilla a la silla resiste. Pero hoy no es entonces, eso conducir¨¢ a unas tensiones pol¨ªticas sin precedentes. La impugnaci¨®n y la rebeld¨ªa contra el poder pol¨ªtico puede comenzar en Galicia: Feij¨®o pretende alterar por su cuenta las reglas de juego electoral para poder ganar. Rajoy no puede permitirse perder Galicia y lo obligar¨¢ a hacerlo, eso desencadenar¨¢ sin duda una movilizaci¨®n para denunciar el robo electoral que dejar¨¢ marcado a Feij¨®o para siempre como tramposo y sumir¨¢ a Galicia en una gran inestabilidad. A Rajoy, no, pero a quienes vivimos en Galicia s¨ª nos preocupa. El tiempo hist¨®rico de la autonom¨ªa pol¨ªtica ya concluy¨® cuando Feij¨®o lleg¨® a la Xunta, fue una oportunidad hist¨®rica perdida y cada corriente pol¨ªtica tiene su responsabilidad en ello, pero estamos en el punto de mira de la derecha madrile?a y Feij¨®o es su ejecutor aqu¨ª.
La derecha, de vuelta al poder, gestiona la crisis de Espa?a: tras la interpretaci¨®n que hizo el Tribunal Constitucional del estatut las aspiraciones de Catalu?a ya no caben en el Estado y ensaya otro camino fuera, en paralelo a Euskadi, y la instituci¨®n que fue la clave del arco constitucional, la monarqu¨ªa, se muestra corro¨ªda e in¨²til ante nuestros problemas. Rajoy ha asaltado la RTVE y ha puesto all¨ª a los mismos que nos contaron la pel¨ªcula del Prestige, ya de poco le sirve, la gente hoy se informa por todas partes y nadie se cree nada. Este cuento se acab¨®, viene la incertidumbre.
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