Una asequible ¡®Madame Butterfly¡¯

¡°Ella se suicida con el rito japon¨¦s; se corta la yugular con un cuchillo. Muchos creen que hace el hara-kiri. Pero hay que ser preciso¡±. Jes¨²s Cord¨®n lleva diez a?os como director de escena de Madame Butterfly y su intenci¨®n pasa por que el p¨²blico se acerque con sutileza a la cultura oriental y, en concreto, a la japonesa. ¡°La protagonista se siente deshonrada y decide acabar con su vida. Eso s¨ª: no lo hace sac¨¢ndose las entra?as (hara-kiri), sino degoll¨¢ndose¡±.

Es una de las ¨®peras de Giacomo Puccini m¨¢s representada a nivel mundial desde su estreno en Mil¨¢n en 1907, y la compa?¨ªa extreme?a Estudio L¨ªrico la lleva a escena hoy en Madrid por sexta vez consecutiva. ¡°Es la respuesta del p¨²blico la que nos anima a seguir represent¨¢ndola. Es un drama con toques ¨¦xoticos que consigue calar hondo. Los espectadores siempre acaban con l¨¢grimas¡±, cuenta Cord¨®n sentado en una de las butacas del Nuevo Teatro Alcal¨¢, donde cerca de 30 coristas se enfrentan al ¨²ltimo ensayo general. Sobre el escenario, un desgarrador drama sobre el enamoramiento, enga?o y suicidio de Cio Cio San, una geisha que renuncia a sus ra¨ªces para casarse con un teniente de nav¨ªo estadounidense, Pinkerton, destinado temporalmente a Nagasaki. ¡°La historia contrapone el amor incondicional que siente ella con la inmoralidad del marine americano, que se deja llevar por el hedonismo sin importarle el fat¨ªdico destino que le aguarda a su amante¡±.

Tras casarse, ¨¦l regresa a Estados Unidos, donde le espera su esposa americana. Cuatro a?os separado de la geisha, un hijo de por medio... empieza el tercer acto de la ¨®pera. ¡°La parte final es la que m¨¢s emociona. Es cuando ¨¦l regresa a Jap¨®n acompa?ado de su esposa y Cio Cio San asume su derrota. Su ¨²nico final posible es la muerte¡±.

La trama es la misma que la de los ¨²ltimos decenios. Pero hay algo diferente. ¡°No tenemos los precios del Teatro Real. Pretendemos hacer de la ¨®pera un bien de consumo para todos los p¨²blicos, que trascienda al elitismo¡±, explica la directora de la compa?¨ªa, Belkys Dom¨ªnguez. Los precios en el patio de butacas oscilan entre los 35 euros de las primeras filas y los 30 de las ¨²ltimas. El asiento m¨¢s barato sale por veinte euros. Eso s¨ª, en el palco de la tercera planta. ¡°Apenas sacamos beneficio, esto es algo que solo pueden hacer apasionados de la ¨®pera¡±, confiesa el director de escena. Se siente orgulloso de la filosof¨ªa de la compa?¨ªa: promover a j¨®venes coristas que en la ¡°¨®pera de primera¡± tendr¨ªan escasas posibilidades. ¡°Una de nuestras coristas cubana fue seleccionada en el c¨¢sting de El Rey Le¨®n y ahora interpreta a la madre de Simba en la Gran V¨ªa¡±.

La orquesta es otro de sus peque?os ¡°tesoros¡±. En el foso, la Orquesta Filarm¨®nica Mediterr¨¢nea pone melod¨ªa bajo la batuta de Helena Herrera, la que fuera directora de la ?pera Nacional de Cuba entre 1985 y 1994. ¡°La fichamos hace un a?o y no la pensamos soltar¡±, cuenta Dom¨ªnguez, tambi¨¦n nacida en Cuba. La modestia tambi¨¦n es pieza clave para esta compa?¨ªa, nacida en 2003. ¡°?Qu¨¦ nos diferencia de una representaci¨®n en el Real? Bueno [carcajada]... que nuestro escenario no es rotatorio¡±, dice Cord¨®n.