La puerta por la que el r¨ªo se fue
El Parque de Cabecera trata de reproducir en el extremo del Jard¨ªn del Turia el antiguo paisaje fluvial
Les contamos que nos enfadamos con el r¨ªo, porque siempre nos tiraba barro, y que acabamos ech¨¢ndolo fuera de la ciudad¡±, explica Evarist Caselles. ?l y el equipo de Disbauxes i Naum¨¤quies se dedican a mostrar la historia de Valencia a los ni?os. ¡°Y en el recorrido que hacemos con ellos en el Parque de Cabecera continuamos explic¨¢ndoles que dejamos al Turia a las puertas de la ciudad, donde comenzaba la isla que fue el origen de Valencia¡±. Es ¨¦sta tambi¨¦n una manera de referir a los m¨¢s peque?os c¨®mo en 1973 concluyeron las obras colosales del Plan de Sur y las aguas del Turia fueron desviadas, al nuevo cauce abierto en la huerta sur de Valencia para verterlas en las playas de la pedan¨ªa de Pinedo. Los valencianos decidieron que nunca m¨¢s soportar¨ªan una riada como la de 1957, cuando la ciudad fue anegada desde Mislata hasta Nazaret.
Pistas
Para llegar. Al parque de Cabecera se puede acceder bien por la Avenida P¨ªo Baroja, bien por el tramo 1 del Jard¨ªn del Turia.
Para moverse. Para las actividades relacionadas con el Parque, ver http://www.trenesturisticosvalencia.es, que es la concesionaria de las mismas. Llamar al tel¨¦fono 619763010. Las embarcaciones en agosto funcionan s¨®lo a partir de la 16.00. Los trenes desde las 10.00.
Para saber. El Museo de Historia de la Ciudad http://www.valencia.es/ Camino Viejo de Chirivella, 1. Tlfs 96 370 11 05 / 96 370 11 78.
Para explorar. El Bioparc est¨¢ al lado del Parque de Cabecera. Av Pio Baroja, 3. http://www.bioparcvalencia.es/ . Tlf.902 250 340.
Para caminar. Desde el Parque de Cabecera, se puede elegir caminar o ir en bici hacia el mar, siguiendo el Jard¨ªn del Turia, o hacia el Parque Fluvial del R¨ªo Turia, en direcci¨®n a Villamarxant. La Oficina del Parque Natural del Turia se encuentra ubicada en esta poblaci¨®n (CV-50 - PK 87,200. Pont de la Barca). Para cualquier informaci¨®n, contactar con el centro de visitantes: 961325162, 660127250. http://www.cma.gva.es/
Otra riada anterior, la de 1589, fue percibida, como se?alaba Vicen? Rosell¨® en su magn¨ªfica Geograf¨ªa del Pa¨ªs Valenci¨¤, ¡°como una de las m¨¢s espectaculares, y provoc¨® la conciencia ciudadana burguesa", que respondi¨® con la "colosal obra de la F¨¢brica Nueva del R¨ªo, que hoy por hoy sigue siendo el conjunto monumental m¨¢s representativo de Valencia". Pero esos pretiles ya no flanquean rio alguno. Lope de Vega ya no podr¨ªa escribir sus versos en los mismos t¨¦rminos que hiciera en Los locos de Valencia, fechada en los a?os posteriores a esa riada: ¡°Estos son sus altos muros/y aqueste el Turia que al mar/le paga en agua de azahar/tributo en cristales puros¡±.
Despu¨¦s, la ciudad ha tratado de recordar el r¨ªo desde el lecho seco ajardinado, a pesar de que alcalde y gobierno hubieron que quisieron una autopista en el hueco. Una gran movilizaci¨®n ciudadana bajo el lema ¡°El riu es nostre i el volem verd¡± logr¨® que se planificara un jard¨ªn urbano de nueve kil¨®metros, largo y diverso, con algunas huellas del agua que fue. Finalmente, con la inauguraci¨®n del Parque de Cabecera en 2004, la ciudad se reencontr¨® con la puerta olvidada.
Este espacio arb¨®reo y acu¨¢tico de 35 hect¨¢reas, justamente al lado de Mislata, t¨¦rmino hasta donde lleg¨® la riada, trata de parecerse a la serpiente de agua que cruz¨® la ciudad hasta los a?os setenta. Ah¨ª podr¨ªan cobrar sentido los versos de un contempor¨¢neo de Lope, Carles Bo?l Vives, que quiso loar junto al Turia a todas las damas de Valencia: ¡°Llegu¨¦me hacia un remanso que cubr¨ªa/de un ¨¢lamo la sombra regalada/cuyo tronco en el agua se re¨ªa/estando el agua d¨¦l enamorada". En efecto, el parque reproduce un ambiente fluvial, con estanques, canales, playitas, con sus riberas pobladas de fresnos, pinos de distintas clases, sauces y chopos, entre otras especies vegetales. La gente pasea por las sendas trazadas o se solaza sobre el c¨¦sped de los m¨¢rgenes, estructurados de forma sinuosa en terrazas con muros de mamposter¨ªa de piedra, por los que discurren los caminos de madera u hormig¨®n.
Es un lugar hermoso que reclama vitalidad, aunque no tanta como la del atleta que sube y baja sin parar el promontorio que preside el parque. Desde arriba, a unos 35 metros sobre el nivel del mar, se divisa el primer puente de Calatrava, la huerta y sus pueblos. S¨®lo se oyen cigarras, gritos infantiles cuando los hay y alg¨²n pato. Corre aire fresco en lo alto.
Lo suyo es continuar la senda hasta el viejo Mol¨ª del Sol, que es ahora un ret¨¦n de polic¨ªa, proseguir por el Parque Fluvial del Turia, y llegar hasta el Asud del Repartiment, ya en el t¨¦rmino de Quart, que es donde se decidi¨® desviar el r¨ªo original. Un se?or de setenta y tantos, que viene de ah¨ª y parece saber tanto de ciudad como de campo, comenta: "?Que si puedes seguir en bici? Claro que puedes seguir, hasta Villamarxant lo menos". El hombre, que pasea dos horas diarias por estos andurriales, se encamina hacia Mislata, para lo cual le bastar¨¢ cruzar el tramo 1 del Jard¨ªn del Turia.
Cruzando por el mismo camino que el vecino de Mislata, uno se encuentra enseguida con la entrada al Museo de Historia de la Ciudad, un centro bien concebido y pertrechado tecnol¨®gicamente, donde conocer mejor a los valencianos y sus razones. Lo alberga un bello edificio industrial rehabilitado, que se hizo a mediados del XIX para llevar las aguas a la ciudad. Los ni?os y ni?as que gu¨ªan Caselles y su equipo pasan tambi¨¦n por ah¨ª tras tras haber visto de cerca la puerta por la que el r¨ªo se fue.
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