La magia del cosmos en un castillo
Hornos de Segura convierte su atalaya medieval en planetario y centro astron¨®mico
El castillo medieval de Hornos de Segura (Ja¨¦n) vuelve a tener vida varios siglos despu¨¦s. Toda la magia del cosmos, la experimentaci¨®n de las emociones y la historia del universo se dan cita en el Cosmolarium, un centro de interpretaci¨®n de astronom¨ªa y planetario que el Ayuntamiento ha hecho realidad 13 a?os despu¨¦s de recoger la idea de manos de Manuel Toharia, actual director de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.
Hoy, entre las piedras de la torre del homenaje de este castillo, otrora basti¨®n defensivo de las tropas de Rodrigo Manrique durante la Orden de Santiago, el visitante puede sumergirse en un viaje en el tiempo en el que descubrir¨¢ la astronom¨ªa a trav¨¦s de recursos interactivos y una c¨¢mara oscura. Y en la planta superior se han instalado varios telescopios para la observaci¨®n del cielo. En definitiva, un atractivo tur¨ªstico para este peque?o municipio del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas que act¨²a como vig¨ªa del pantano de El Tranco y que est¨¢ declarado Conjunto Hist¨®rico Art¨ªstico desde 1985.
Ya lo dijo el cient¨ªfico Manuel Toharia en el informe que el Ayuntamiento de Hornos utiliz¨® para que se le abrieran las puertas de las Administraciones: ¡°El enclave elegido para situar un taller astron¨®mico permanente no puede ser m¨¢s id¨®neo. Si la localidad de Hornos ya es de por s¨ª favorable debido a su altitud, limpieza de cielo y escasa densidad de poblaci¨®n en los alrededores, los restos del castillo resultan a¨²n mejores por estar en lugar despejado, sobreelevado y con excelente visibilidad cenital¡±.
El Cosmolarium de Hornos ha abierto sus puertas a mediados de este mes de agosto coincidiendo con las fiestas patronales del pueblo. Al alcalde, Juan Antonio Gila, le parece incre¨ªble haber llegado hasta aqu¨ª: ¡°Es la historia de una ilusi¨®n, una ilusi¨®n cumplida¡±, resume Gila, para quien ¡°la ilusi¨®n de los horneros era que las viejas piedras del castillo volvieran a tener vida y a formar parte del presente¡±.
La localidad conf¨ªa en el tir¨®n tur¨ªstico que supondr¨¢? la mezcla de divulgaci¨®n y ocio
Y vaya si ha costado. Desde que en los a?os setenta se inici¨® la rehabilitaci¨®n de la fortaleza medieval, siguiendo el proyecto del arquitecto jiennense Luis Berges, el camino ha sido tortuoso. Los trabajos de rehabilitaci¨®n estuvieron muchos a?os paralizados hasta que se reanudaron tras el convenio firmado en 2006 con la entonces ministra de Fomento, Magdalena ?lvarez. Tambi¨¦n fracas¨® el primer intento del Ayuntamiento por ubicar en su interior un taller de artesan¨ªa. As¨ª hasta 1999, cuando fructific¨® la idea de Manuel Toharia para convertir a Hornos en un centro que combina la divulgaci¨®n cient¨ªfica con el ocio. La idea de Toharia la plasm¨® el arquitecto Juan Ortega y la ejecuci¨®n de la obra del Cosmolarium fue de la empresa Sustratal.
Al final, con la implicaci¨®n de varias instituciones, se ha hecho realidad un proyecto que nace con la ambici¨®n de convertirse en reclamo tur¨ªstico para los miles de visitantes que cada a?o recibe el mayor parque natural del pa¨ªs. La empresa pacense Reinadecorazones es la encargada de la gesti¨®n y musealizaci¨®n del Cosmolarium y el planetario. Sus responsables ponen el acento en la funci¨®n divulgadora que se le quiere dar. ¡°Un centro con vocaci¨®n de generar esp¨ªritu cr¨ªtico, provocar curiosidad en el visitante, plantear m¨¢s preguntas que respuestas y promover el aprendizaje a trav¨¦s del descubrimiento y el juego¡±, indican. Para ello, se ha utilizado un lenguaje expositivo sencillo y comprensible para todas las edades, iniciados o no en la astronom¨ªa.
Y si en la torre del homenaje se propone un viaje en el tiempo por la historia de la astronom¨ªa, en la planta baja del castillo y, en concreto en la sala Universo, se recibe al visitante con multitud de recursos antes de iniciar un recorrido por el universo, las galaxias, la v¨ªa l¨¢ctea o el sistema solar.
Si en el pasado los cr¨ªos jugaban sobre estas piedras a ser caballeros medievales, o en algunos casos a indios y vaqueros, ahora pueden so?ar con dar la mano al cielo. Es la culminaci¨®n del sue?o de esta villa donde sus habitantes presumen de ser capaces de hacer fuegos artificiales que llegan al cielo.
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