¡°Vienen porque somos la ¨²ltima esperanza¡± ante las preferentes

En torno a medio millar de afectados por las participaciones preferentes de Novagalicia Banco se apostaron en el acceso al castillo de Soutomaior para abroncar a los dirigentes populares que a lo largo de la ma?ana se iban acercando al acto de su partido. Cuando algunos de los manifestantes ¡ªfuriosos despu¨¦s de comprobar que la nueva normativa financiera no prev¨¦ soluciones para su caso¡ª trataron de cortar la v¨ªa, la polic¨ªa, presente en n¨²mero bastante mayor que en otras convocatorias, lo evit¨® a porrazos.

Aunque los bocinazos, silbidos e insultos que los perjudicados hicieron sonar sin descanso llegaban casi hasta el atril de los oradores, y una infiltrada logr¨® interrumpir el inicio de su discurso para gritar, antes de que la echasen, un ¡°queremos que nos devuelvan nuestros ahorros¡±, Feij¨®o trat¨® de reinterpretar el sentido de las protestas. ¡°Est¨¢n aqu¨ª no para culparnos a nosotros, sino porque somos su ¨²ltima esperanza¡±, aventur¨®. Antes se hab¨ªa despachado contra la oposici¨®n, a la que culp¨® de ¡°promover manifestaciones con el objetivo de buscar rentabilidad pol¨ªtica¡±. Record¨® que la mayor¨ªa de contratos de preferentes se firmaron antes de su llegada al Gobierno, y aunque excluy¨® la culpa del bipartito, s¨ª responsabiliz¨® al ¡°sistema financiero socialista¡±.

Tras asegurar que hab¨ªa descartado trasladar el acto a un lugar menos dado a protestas p¨²blicas porque el PP ¡°est¨¢ de acuerdo con la mayor¨ªa de la gente¡±, se refiri¨® a las soluciones, a¨²n por concretarse. Del arbitraje que patrocina su Gobierno, calcul¨® que ayudar¨¢ a 10.000 personas.

La tibieza de Rajoy

Para el resto, se comprometi¨® a ¡°no descansar hasta encontrar una soluci¨®n justa¡±, que pasa por instar al Gobierno a que pelee porque la Uni¨®n Europea acepte un mecanismo para cambiar las participaciones preferentes por ¡°otro producto¡±.

El presidente del Gobierno fue mucho m¨¢s tibio al respecto, llegado su turno. ¡°Es una situaci¨®n lamentable¡±, concedi¨® de entrada Rajoy, que record¨®, no obstante, que ni su Gobierno ni el de la Xunta ¡°provocaron el problema¡± para mostrarse a continuaci¨®n inusualmente convencido de que si ¨¦l hubiese tenido responsabilidades de Gobierno en la ¨¦poca en la que se populariz¨® la venta de preferentes, los enga?os y estafas no se habr¨ªan producido. ¡°A m¨ª esto no me hubiera pasado¡±, lanz¨®. Despu¨¦s vino el compromiso vago. ¡°Estamos trabajando con todos, que son demasiados, para ofrecer posibilidades que palien los efectos de estas decisiones¡±.