Tintas y pensamientos

Obras de Sartre, Simone de Beauvoir, Trotsky o Marx, entre muchos otros autores, figuraban en la biblioteca del pintor Amable Arias (Bembibre, Le¨®n, 1927 - San Sebasti¨¢n, 1984), que hoy se encuentra en un estudio de dos plantas en el barrio donostiarra de Egia. Aqu¨ª guarda Maru Rizo Castej¨®n, la ¨²ltima compa?era del pintor, la mayor colecci¨®n de sus trabajos.

De aqu¨ª han salido una treintena de dibujos a tinta ¡ªuna colecci¨®n entera¡ª y una docena de poemas, estos in¨¦ditos y nunca colocados en una muestra, para integrar Tintas japonesas y po¨¦ticas, la exposici¨®n que la galer¨ªa Ekain Arte Lanak de San Sebasti¨¢n inaugura el pr¨®ximo mi¨¦rcoles y que permanecer¨¢ abierta hasta el 31 de octubre.

¡°Existe una clara diferenciaci¨®n entre las obras pict¨®ricas y los poemas que se van a exponer¡±, explica sonriente y emocionada Rizo, mientras pasea comentando otras obras de Arias por el estudio. ¡°Por un lado, la obra pl¨¢stica representa una mayor armon¨ªa; son algo l¨ªrico y suave. Luego est¨¢n los escritos, que son pol¨ªticos, brutos y directos¡±, a?ade.

Siempre le rondaban muchos proyectos¡±, dice su ¨²ltima compa?era

Arias lleg¨® a San Sebasti¨¢n desde su localidad leonesa natal cuando ten¨ªa nueve a?os y en la capital guipuzcoana desarroll¨® toda su creatividad. El artista solo tuvo una educaci¨®n b¨¢sica y, por eso, al darse cuenta ya de adulto de su desconocimiento, decidi¨® empezar a engullir a todos los autores que llegaban a sus manos, sin rigor o criterio selectivo alguno.

¡°Tiene una obra muy en consonancia con su vida. No es como con algunos autores en los que puedes desligar ambas¡±, asevera Rizo. Recuerda luego que Arias siempre vivi¨® en la marginaci¨®n y pobreza, hasta su muerte por un fallo renal.

La exposici¨®n permanecer¨¢ abierta hasta finales del pr¨®ximo octubre

¡°Pose¨ªa demasiada imaginaci¨®n y siempre le rondaban muchos proyectos por la cabeza¡±, prosigue. ¡°Se le mezclaban ideas mientras trabajaba en otra cosa y dejaba de lado lo que estuviera haciendo para seguir con la nueva idea. ?Ten¨ªa exceso de pensamiento!¡±, r¨ªe.

Rizo rememora el proceso creativo del autor: ¡°Lo que hac¨ªa era visualizar la obra y luego buscar los medios necesarios para realizarla. Pero, como siempre fue pobre, muchas ideas nunca se desarrollaron¡±. Junto a su producci¨®n en ¨®leo, cifrada en unos 300 cuadros, es ingente la cantidad de trabajos que realiz¨® en papel.

Rizo finaliza el recorrido por el estudio explicando que, ¡°pese a que la obra de Amable sea exigente y chocante¡±, est¨¢ segura de que se ir¨¢ conociendo m¨¢s. Y por eso sigue cuid¨¢ndola, aunque cuando le llegue ese reconocimiento que aguarda ella ya ¡°ni siquiera exista¡±.