La Audiencia de Barcelona dice que los panfletos de PxC en Vic son ¡°ir¨®nicos¡±
Los jueces anulan la condena de c¨¢rcel a un concejal por incitaci¨®n al odio
La Audiencia de Barcelona ha absuelto a un concejal de Plataforma per Catalunya (PxC) en Vic (Osona) que fue condenado a un a?o y medio de c¨¢rcel por incitar al odio racial con la difusi¨®n de unos panfletos xen¨®fobos en la localidad. La sentencia considera que estos, que contienen ofensas y amenazas al colectivo magreb¨ª, son ¡°de contenido ir¨®nico¡± y ¡°deben ser tomados por la poblaci¨®n en general como un ejercicio de reflexi¨®n seg¨²n la convicci¨®n de cada ciudadano hacia los extranjeros¡±.
Adem¨¢s del edil Juan Carlos Fuentes, el caso sent¨® en el banquillo al l¨ªder del partido ultraderechista, Josep Anglada, que fue absuelto en primera instancia porque no hay pruebas de que ordenara difundir los pasquines ni de que conociera su existencia. Fuentes encarg¨® 3.000 copias de un impreso que reparti¨® entre los vecinos y que iba firmado por una ficticia asociaci¨®n de magreb¨ªes. La publicidad insin¨²a, entre otras cosas, que el permiso de circulaci¨®n de los marroqu¨ªes solo sirve para ¡°llevar camellos por el S¨¢hara¡±.
En el juicio, Anglada defendi¨® que los panfletos eran una ¡°iron¨ªa sin importancia¡± y Fuentes los calific¨® de ¡°material c¨®mico¡± que ¡°pod¨ªa servir para votos¡±. Aquel a?o, 2007, Plataforma dio su gran salto adelante en n¨²mero de concejales.
La sentencia recoge
El concejal fue condenado por un delito de provocaci¨®n a la discriminaci¨®n y al odio, que recoge el art¨ªculo 510 del C¨®digo Penal y castiga a quienes promuevan la violencia contra personas o grupos por razones ¨¦tnicas, de orientaci¨®n sexual o de cualquier otro tipo. La Secci¨®n Quinta de la Audiencia de Barcelona cree, sin embargo, que no cometi¨® el delito porque ¡°ninguna de las expresiones recogidas¡± en el panfleto ¡°supone una invitaci¨®n directa y convincente a cometer ning¨²n delito en concreto¡±. Los magistrados admiten que el art¨ªculo plantea ¡°problemas de interpretaci¨®n¡±; por ejemplo, consideran que el concepto de ¡°odio¡± es ¡°desafortunado¡± porque es ¡°una apelaci¨®n a los sentimientos dif¨ªcil de exteriorizar y de probar¡±.
La sentencia concluye que la incitaci¨®n a cometer el delito debe ser ¡°directa¡± y ¡°clara¡±, lo que excluye ¡°las meras descalificaciones o juicios de valor negativos¡±. En el caso de los panfletos de PxC, a?ade, prevalecen otros derechos fundamentales, como la libertad de expresi¨®n y de opini¨®n. ¡°Las declaraciones generales, en democracia, deben permitirse¡±. La resoluci¨®n se?ala que los panfletos ¡°se repartieron en periodo pr¨®ximo de elecciones¡± y que no constan denuncias ni tampoco ¡°el grado de influencia¡± que pudieron tener entre los votantes.
La sala reconoce que ha mantenido largas deliberaciones al tratarse de un asunto ¡°poco usual¡±. Y recoge recomendaciones sobre c¨®mo deber¨ªa tratarse el asunto de los extranjeros en la normativa penal. A su juicio, el principio que debe guiarlo es ¡°el deber de los poderes p¨²blicos de adoptar medidas para evitar la discriminaci¨®n¡±. Esas medidas preventivas permitir¨ªan evitar una ¡°huida hacia el derecho penal¡±, que no es el ¨¢mbito id¨®neo para tratar la materia. El derecho penal, afirman, no puede usarse ¡°para ocultar las omisiones de los poderes p¨²blicos¡± a la hora de adoptar medidas econ¨®micas, sociales o educativas. Los magistrados tambi¨¦n creen que los poderes p¨²blicos deben ¡°evitar actuaciones que puedan significar o ser interpretadas como trato discriminatorio hacia el extranjero en general¡±.
La sentencia supone un espaldarazo para Josep Anglada, que en el juicio se present¨® como v¨ªctima de una ¡°caza de brujas¡± y un ¡°juicio pol¨ªtico¡±. El fiscal especial de delitos de odio de Barcelona, Miguel ?ngel Aguilar, record¨® que los panfletos son ¡°vergonzosos y ofensivos¡± y se usaron para ¡°generar sentimientos de odio¡± hacia el colectivo magreb¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.